55

6.1K 321 18
                                    

LAUREN
-Me parece que es...
El doctor movía el aparato sobre el vientre ahora más visible y redondo de Cami. Dios en los últimos meses había crecido tanto, que ya podía sentir como se movía dentro. -Es un bebé muy inquieto mamá. Decía Ki. -Creo que será otro como Cam.
Se veía realmente asustando. En cambio Cam le preguntaba a mi esposa que era exactamente lo que se había comido para estar así. En las reuniones era demasiado gracioso preguntar y preguntar eso.
-Mamá se ha comido un bebé. Le decía yo en un tono tenebroso y a cambio Cami me golpeaba levemente en las costillas. -No es verdad cariño, no como bebés, bueno a menos así no. Luego lo besaba por todos lados fingiendo que lo devoraría.
-Ella come a una persona más grande. Le decía y guiñaba a Cami haciéndola enrojecer.
Regresando al momento el doctor me ponía cada vez más nerviosa, quería saber si se trataba de una niña o un niño. El nos aseguraba que estaba completamente sano. Cami sonreía como pequeña cada vez que el doctor se acercaba a esa área para averiguar.
-Bien, aquí tienen... felicitaciones es una niña. Dijo tranquilo.
Abrí los ojos sorprendida y miré a Cami, sus ojos se llenaron de lágrimas.
-Wow. Dijé sin más palabras. Era una niña.
Tenía ganas de correr por la sala y decirle a todos, suponía que era la reacción normal de todos los padres y madres. No recordaba que había hecho con Cam, seguro al similar. Camila respondió a mi beso y luego miró de reojo al doctor apenada. El doctor le dijo a Cami que ya podía volver a colocarse su ropa y dejar esa bata enorme que llevaba puesta.
Nos dió recomendaciones finales y salimos. Para ese momento había olvidado que estaba en una clínica, me sentía muy feliz. Una vez en el taxi para ir a casa de sus padres habló.
-Kilian me hizo prometer que si era una niña tendría el nombre.
-Tranquila amor, sabes que amo el nombre, Judith sonará bien.
-Y si preguntamos a Cam algún nombre dudo que pueda decirnos algo mejor. Las dos reímos, no imaginábamos nombrarla con algo sacado de películas animadas.
-Espero que ese gruñón no se enfadé, tal vez quería un niño.
-No es tan malo, además es lo de menos, ¿Estas feliz? No dejó de imaginar a una niña con ojitos verdes.
Me dió ternura y besé su nariz, yo también deseaba tenerla ya aquí. Abracé su vientre crecido.
-Te amo Cami, ya se que te lo digo mucho pero....
Me hizo callar con un beso.
-No seas tonta, yo amo que me digas que me amas, yo te amo más.
El conductor rodó los ojos, lo vi por el retrovisor. Maldito metido.
Estábamos cerca de la casa así que me concentré solo en ella y sus dulces ojos.
La miré demasiado.
-¿Que? Sigues pensando que estoy muy...
-Hey para ahí, estás hermosa.
Una noche antes se había enfadado por que había mencionado su ligero aumento de peso, yo solo la miraba más hermosa que nunca. De hecho no había algo que amara más que mirarla desnuda con esa pancita. La miraba mucho así, sobre todo por que sus hormonas me hacían hacerle el amor la mayoría de las noches. Me sentía cansada pero me gustaba hacerlo, demasiado. Los meses de riesgo habían pasado y ahora ella hacía más cosas que antes. Yo le permitía andar a donde quisiera, aunque la llamaba frecuentemente para asegurarme de que estaban bien.
Lo más gracioso de todo era cuando Sofía y ella se reunían, mi cuñada tenía un par de meses menos pero aún así compartían sus síntomas y penas. Ella aún no sabía si era uno o una sobrina.
Era día en que ambas se juntaban y eso si que me asustaba a mi. Bajamos del taxi luego de pagar.
-¿Tienes alguna idea de como decirles?
Negué divertida, estaba tan feliz mi castaña.
-Es lo de menos hermosa, solo hay que soltarlo y ya.
-Bien. Besé sus labios con entusiasmo y entramos.
Sinu salió disparada hacia la entrada con una mano en el pecho, estaba ansiosa por saber que ropa debía regalarle o si debía comprar algún lazo de colores como solía usar mi esposa de pequeña. Se iba a mirar tan linda.
-Dios Mila dinos de una vez.
Sofía apareció tras de ella sonriendo y demasiado inquieta con una mirada de dime de una buena vez que es, sino voy a comerte, luego Alejandro con Cam enganchado en su pierna y Kilian con un bol de palomitas en sus manos.
-Es....
La abracé por la espalda y le indiqué que ella debería decirlo.
-Es una niña.
Sinu y Sofía comenzaron a festejar, yo me mantuve al margen, solo sonreí cuándo miré a Alejandro darle algunos billetes a Kilian. Se encogió de hombros.
-Les dije que era una niña, no se por que no creyeron.
Cameron nos pusó atención finalmente y corrió para que yo lo tomara en brazos.
-Tendrás una hermanita cariño ¿La cuidarás?
Mi pequeño sonrió y asintió.
-Si. Luego enseñó sus dientes.
-Claro que lo hará, será igual de linda que tu y muy inquieta.
Kilian rodó los ojos, lograba imaginarlo cruzando media adolescencia y cuidando a sus dos hermanitos.
-Venga Ki, no estará tan mal.
-Solo no dejaré que tire mis cosas o que me haga perseguirla, y por favor no dejar que vea en televisión lo que Cam ve.
Sofía y Camila desaparecieron, yo me preocupé.

CAMILA
Sofía se acomodó en la cama, se miraba cansada.
-¿Que pasa?
Se cubrió la cara.
-Es sólo que el embarazo, estar con Drew y tener demasiada hambre me tiene exhausta.
Yo sonreí, suponía que saldría al tema su situacion con el futuro padre de mi sobrino.
-Tranquila no debes pasar tanto estrés, tu sabes si necesitas descansar de clases solo déjalo mientras estás en el embarazo cariño.
-No es eso.
Me miró por segundos y luego desvío. Algo más sucedía y no estaba dispuesta a dejarla salir de la habitación si no me decía que ocurría exactamente.
-Suéltalo.
-Ok, essobresexo. Soltó con rapidez y me hizo reír, creo que era demasiado tarde como para tener la charla, es decir, ya iba a tener un sobrino.
-Dios, pareces una bebé. Sus mejillas estában tan enrojecidas que ni siquiera podía mirarme a los ojos sin parecer una manzana.
-Bien, Drew teme que algo pasé con el bebé y yo...bueno es difícil, me refiero a que tengo ganas como incontrolables y no lo soporto, estoy enfadada.
-Lo entiendo perfectamente, me pasa lo mismo, solo que Lauren me obedece.
Esta vez ella se rió más.
-Es por que es una gobernada, literal.
-Shhh...no digas eso mientras esté cerca, sabes que no le gusta admitirlo.
Resultaba tan gracioso que lo negará siempre aunque terminaba haciendo lo que yo pedía. Por ejemplo hace noches, cuándo desperté sudando y con un grado de excitación tan grande que estaba dispuesta a abusar de Lauren mientras dormía.
En primer lugar ella se había asustado cuándo intenté subirme sobre ella. Estaba quitando su pijama cuándo se despertó de golpe y casi logra caer de la cama conmigo encima.
-Dios Cami, ¿Que pasa?
No la dejé hablar y comencé a besarla como si no hubiera un mañana.
-Hazme el amor Lauren. Supliqué. Sus manos trataban de sostenerme y proteger mi abultado vientre.
-Si lo haré pero déjame continuar a mi.
Sonreí con pereza y me hice a un lado. Ella se había encargado de quitar nuestra ropa y bloquear la puerta. Había intentado controlar mis gritos pero al día siguiente Kilian había preguntado si ambas estabamos bien. Haciéndonos pasar un momento muy incómodo.
Yo moría por que me tocará y ella se tomaba demasiado tiempo para decidir que hacer. Prácticamente la había guiado a mi centro sin ninguna explicación​.
-Cami, yo lo hago.
Sostuve su cabeza abajo hasta que me hizo tener múltiples orgasmos. Aún así no me sentía satisfecha. Para la cuarta vez que lo hacíamos yo había caído dormida como un ángel. Al día siguiente ella había salido​ de casa con unas manchas bajo los ojos y un humor terrible. La siguiente noche había pasado lo mismo. Y no podía negarse por que si lo hacía yo me ponía insoportable. Mi mente jugaba haciéndome creer que no me deseaba y para contestarme tenía que conseguir un bocadillo delicioso.
-Si el médico no te dice nada sobre que es peligroso tener sexo, entonces házlo, el día que vayan obliga a Drew que pregunte al doctor sobre el tema, tal vez así esté más convencido.
-Espero lograrlo por que de verdad me pone de mal humor.
Me recosté a su lado.
-Estoy muy segura de que Lauren me miente.
-¿Que?
Seguramente ella se imaginaba sobre una infidelidad o algo grave, tanto así que declaró algo sobre matarla.
-Hey, me refiero a que sobre el nombre, creo que quiere poner otro nombre y no Judith.
-Pregúntaselo. Mordí mi labio. Lo iba a hacer. En ese momento alguien tocó a la puerta.
Era ella. Pidió permiso para entrar y se lo dí. Llevaba una bandeja llena de galletas con chispas de chocolate, logré ver el brillo en los ojos de mi hermana y yo decidí hacer una broma a Lau.
Las colocó frente a nosotras y sonrió, pero poco a poco se puso sería.
-¿Que pasa amor?
-Te burlas de mi, justamente ayer te dije sobre mi peso y ¿ahora esto?
Negó rápidamente.
-No es solo que...son para Sofía también.
-Se ven deliciosas Mila no te quejes.
Dijo mi hermana. Me crucé de brazos e intenté pasar de Lau.
-Mi amor, perdón, ¿Quieres un poco de fruta? Con voz débil.
-Así que si crees que estoy así.
-No, Cami...yo...creo...si...tu peso es normal, como otras embarazadas, el doctor lo dijo que...yo...dios...discúlpame me  las llevaré a la cocina. Guiñe a Sofía y soltó una carcajada, llamando la atención de Lauren que solo se quedó en la puerta con la bandeja a medias.
-¿Que?
Con estilo le quité la bandeja de las manos no sin antes darle un pico y acariciar su mejilla con cariño. Se quedó como boba después del beso.
-Te lo dije. -Gobernada. Dije en susurró. Lauren sonrió y salió dejándonos reír más cómodas por esa parte. Después de mirarla de forma tan tierna me dieron ganas de abrazarla, besarle y tocarla sin detenerme. Dios debíamos ir a casa.
Sofía y yo logramos comer todas esas galletas deliciosas. No se que pasaban con mis sentidos pero amaba poder comer chocolate.

Lo que no ves Donde viven las historias. Descúbrelo ahora