CAMILA
Mi teoría y la de Lauren sobre que al volver a casa todo iría mejor fue falsa.
Teníamos ya 3 semanas en casa y ni esos días habían sido de alivio.
En primera por que Lauren no tenía ningún impedimento para escribir, su brazo estaba bien, pasaba demasiadas horas encerrada en su estudio, segundo por que esa culpa que sentía comía su cabeza todo el tiempo y tercera se resumía en un nombre "Samuel".
Samuel era nuestro nuevo y famoso vecino. Mientras estuvimos en Vancouver el chico había llegado a vivir en la casa de enfrente.
Se presentó después de días con la excusa de que eramos a las únicas que no conocía.
Era guapo, no se podía negar y además era dueño de un peculiar sentido del humor, risueño, de cabello rubio, vestido elegante la mayoría del tiempo y paseaba a su perro todas las tardes.
Yo lo miraba pasar de vez en cuando y todo se fue al carajo, cuando Lauren me vió platicar con él en la puerta de la casa.
Otro problema que tuvimos es que finalmente tuve que dejar el trabajo, en realidad cuando regresé tenían ya un reemplazo y yo me enfade, renuncié por que me sentía cansada y Lauren me había insistido, lo que no me esperaba era que pasar más tiempo en la casa nos daría más espacio para discutir.
Retomar mi vida de esa forma no era fácil, pero me sentía feliz por que pasaba la mayoría del día con mi pequeño y al menos así vigilaba de cerca a Ki.
Lauren y yo discutimos más de una vez en esos días hasta que decidió salir de casa una noche y no regresar.
Yo me sentía dolida por su actitud, tensa por el montón de preguntas de los niños y de mis padres.
Me sentía tan estresada que deseaba volver a la oficina como antes, con tal de evitar todo eso.
Por las noches tenía pesadillas, los recuerdos de esa noche siempre me martirizaban. El terapeuta me dijo que llevaría un tiempo dejarlo ir, pero que iba en buenos pasos. Lauren se resistió y no quiso asistir aunque también lo necesitaba. Todo lo callaba.
Aiden me llamó para no preocuparme, Lauren estaba en el departamento de él y parecía estar convencida de quedarse ahí, llamó dos veces a los niños con la excusa de que necesitaba escribir y ese sitio la relajaba lo suficiente. Kilian se negó a escucharme a mi y cada vez que pasaba cerca de el, mientras miraba la televisión o cuando lo recogía en la escuela me lanzaba la peor mirada.
El nudo en mi garganta era tan grande que parecía capaz de obstruir mi respiración.
Esa tarde llevé a Ki al entrenamiento y regresé a uno de los parques cerca de la casa, Cameron se merecía un poco de distracción después de esas semanas. Me dió mucha tranquilidad verlo jugar con otros niños así de pequeños que el.
Usé una de las bancas cercanas y lo vigile.
De pronto unas manos asperas cubrieron mis ojos.
Yo me asusté e intenté apartarlas.
-Hey tranquila soy yo. Dijo esa voz conocida. De la nada se sentó a mi lado y sonrió coqueto. Yo lo primero que hice fue mirar hacía Cam, ahí estaba jugando.
-Hola Samuel.
-¿Lindo día no?
Mi cara debía ser muy agresiva por que el dejó de sonreír.
-Perdón si te asuste. Dijo serio y luego sonrió de lado. No es que no me agradara pero tenía que aceptar que el era uno de los motivos por el cual Lauren se había ido de la casa hace días.
Se ponía tan celosa que decidí no volver a platicar con el, solo lo saludaba de lejos y el se daba cuenta de la distancia, también de la actitud de sobreprotección de mi esposa.
Me encogí de hombros y no lo miré.
-¿Estas huyendo de mi? Preguntó sin quitar esa sonrisa.
-Samuel, no es así y tampoco me gusta que intentes coquetear, tengo esposa y dos hijos. Con mi mano extendida sobre su cara le mostré mi anillo.
-Oh, ya lo sé Camila pero sigo creyendo que tu esposa Lauren no hace lo que debe hacer, es decir, ¿Sabes cuántas veces las escucho discutir?
Yo intenté asesinarlo con la mirada.
-No es algo que deba importante, deja de meterte en mis asuntos, apenas y nos conocemos.
-Es obvio, todos los vecinos nos damos cuenta.
-Mira Samuel, me estas cansado, no es asunto tuyo ni del resto y tienes razón puede resultar molesto pero aún así como si no hicieran lo mismo ustedes.
-Yo no lo hago, no discuto con nadie, soy soltero.
Recalcó y levantó ambas cejas de forma juguetona. Cameron llegó corriendo a mis piernas.
-Hola Cameron. Dijo Samuel, mi pequeño no respondió, no le agradaba mucho y estaba segura que era por recomendación de su otra madre.
-Nos vamos.
Samuel se puso de pie e intentó tocar el cabello de Cam pero se ocultó tras de mi.
-Ok, los acompaño, salí a caminar un rato.
-No es necesario. Gruñí y caminé decidida a no volver a dirigir ni una palabra, era un engreído y demasiado entrometido. Samuel se quedó sin palabras y con ambas manos dentro de sus bolsillos.
Cameron tomó mi mano y me llevó hasta una tienda de galletas. Compramos las suficientes para ambos y fuimos por Kilian.
En la entrada de la escuela estaba mi hijo pero a diferencia de otros días, tenía compañía, era una niña, más bien una chica, parecía mayor que el y hablaban muy entretenidos.
-Lo que me faltaba. Dije en susurró. Cameron me sonrió desde su sillón atrás en el auto.
Era malo espiar pero para mi fortuna Ki no se daba cuenta de que estaba ahí. La chica ya se iba y estaban a punto de despedirse. Ambos se inclinaron y a mi no se me ocurrió nada, solo tocar el claxon.
-Venga Cam grita a tu hermano. Le indiqué, sonrió feliz y sacó la galleta de su boca solo para gritar.
-Ki, Ki, Ki. Gritaba con su vocecita entusiasmado.
-Bien hecho cariño.
Tal vez interrumpí el primer beso de mi hijo pero mi objetivo en la vida no era presenciarlo, aún era mi pequeño y yo una madre celosa. La chica se fué y se despidió con un movimiento en su mano. Kilian hizo lo mismo y entró furioso al auto.
-Hola cariño. Dije pero el me fulminó.
-¿Porque hiciste eso? Preguntó enfadado.
-¿Hacer que? Fingí ser inocente en la situación y encendí el auto.
-Olvídalo mamá, prefiero que venga Lolo por mi.
-Ella no puede ahora.
-No quiere por que estás tú.
-Ya es suficiente Kilian, tu madre no vendrá por ti y punto.
Respondí con un tono alto, estaba demasiado enojada y sentida con él, me estaba volviendo loca.
En el camino percibí la mirada de Kilian en mi, lleno de culpa y estaba segura de que no sabía como disculparse.
-Lo siento mamá. Dijo con su voz que sonaba diferente.
-No importa.
Me estacioné y para mi sorpresa el nuevo vecino estaba sobre la acera, llevaba en sus manos un recipiente. Suspiré. No quería que estuviera aquí, el día estaba siendo terrible.
Saqué a Cameron en brazos y Kilian abrió la puerta de la casa sin problemas, tampoco le agradaba Samuel.
Pasó de largo sin saludar.
-Hola Camila, siento lo de la tarde, para disculparme te traje un pastel.
Yo sonreí sin mucho ánimo y no me quedo opción más que aceptar que entrará a la casa y nos acompañará a comer su regalo.
Fue demasiado incómodo pero luego entablamos una conversación entretenida sobre música, de repente era agradable.
Mi madre habló por teléfono. Kilian estaba molesto y llamó para que lo dejara quedarse con ellos esta noche. Sofía vino por el una hora después, saludo a Samuel con mala cara y me culpó a mi. No quería discutir con ella ahora. El vecino espero en la sala mientras me despedía de ellos y Cam se revolvía en mis brazos. También quería ir. Con pena lo dejé ir y empaque de improviso su pijama, esperaba que a media noche no me extrañara y se pusiera a llorar.
-No debe estar en la casa Mila. Me dijo Sofía refiriéndose a Samuel.
-Ya lo sé ¿Crees que no trató de sacarlo? Dije en tono bajo. Sofía no dijo más pero rodó los ojos. Kilian no me miró mientras se iban, Cam me lanzó un beso al aire. Era tan lindo, casi como Lauren, lo malo es que heredaba su mal humor.
Entré a la casa y Samuel me recibió con una sonrisa juguetona.
-Debes irte, estas disculpado pero aún así no debes estar aquí. Le pedí.
-Venga, solo vemos una película, yo estoy demasiado aburrido en mi casa.
Me senté en el sofá e hizo lo mismo, lo miré enfadada pero logró sacar otro tema de conversación, en realidad si no platicaba con el con lo haría con nadie.
Estabamos bien hasta que intentó acercarse más a mi.
De repente Lauren lo sujetaba del cuello. La situación había sido tan rápida que no me dió tiempo a reaccionar.HOLA :)

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Lo que no ves
Fiksi Penggemar2da parte Lo que no se ve La realidad para Lauren ha cambiado, dos años después del nacimiento de Cameron todo terminó. Camila jamás había acabado de comprender su vida y para su mala suerte ahora no la dejaba estar cerca de sus hijos. En resumen...