CAMILA
Sabía que todo iba a cambiar después de esa noche, para bien o mal. Me abrazó todo el tiempo y en mi cabeza repetí, maldita Sab, me había hecho dudar tanto de Lauren y maldita mi inseguridad. Ahora me daba cuenta de lo que perdí en los últimos meses. Poder sentir su calor corporal a mi lado, su respiración en mi cuello y sus manos rodeando mi cintura, tocando la piel de mis piernas. Hasta hace horas extrañaba su tacto y me moría por despertarla y volver a hacer el amor.
Un ruido fuerte me hizo despertar de mis sueños. Luego el llanto de Cam.
-¿Que demonios? Gruñó Lauren.
Yo salté de la cama sin colocar mis zapatos, me latía muy rápido el corazón. Cuando llegué a su habitación encendí la luz y miré a mi hijo llorando junto a su oso favorito, estaba en el piso. Miré la cuna, una de las protecciones estaba rota.
Corrí hacía el para sostenerlo y verificar que no había salido herido.
-Ya mi amor, todo esta bien ¿Te duele algo?
El lloraba con fuerza, estaba asustado.
Lauren entró con el cabello sobre la cara y descalza.
-¿Que pasó?
-Se rompió la cuna, creo que intentó salirse.
Con un poco de esfuerzo Lauren tomó a Cam para consolarlo, ya que mis brazos no eran suficientes.
-Esta asustado solamente, ya miré si tenía un golpe pero no.
-Ya bebé, todo esta bien, mamá esta aquí, mira mamá Cami también. Le dijo sobre el oído en un momento en que sollozaba cansado. Nuestro pequeño fijó sus dulces ojos en mi y luego en Lauren. Finalmente sonrió.
-Ya esta cariño, solo fue un susto y para que te sientas mejor, duermes con nosotras. Le susurré.
-Si ma. Asintió y acurrucó su cabecita en el cuello de Lauren.
Caminamos juntas a nuestra recámara.
-¿Que intentaste hacer Cam?
-Bolita cayó. Dijo entre suspiros. Bolita era su osito de peluche favorito, dormía con el todas las noches.
-Auch...lo vamos a arropar también aquí. Lauren le dijo y besó su frente.
Entre a la cama para acomodar a Cam en medio de ambas. Sus manos atraparon a Lauren por la cara y la besó con mucho cariño. Luego le giró hacía mi y le besé la nariz.
-Anda Cam, a dormir. Sus pequeños ojos se cerraron y entre suspiros se durmió. Ahora tendría que dormir con nosotras por unos días mientras arreglabamos o reemplazaramos su cuna. Estaba acostumbrada a llevarlo a dormir conmigo últimamente, debido a la ausencia de Lauren, me hacía falta sentir que alguien me acompañaba y Cam era una dulce cosita roncadora, calientito como cualquier niño y con olor a bebé. Lo miré dormir un poco más tranquila.
-Bien, creo que hizo esto a propósito.
Lauren me sacó un susto, había pensado que estaba ya dormida y de repente dijo algo. Se rió de mi.
-¿Que hizo a propósito? Le pregunté.
-Robarte de mis brazos, tu sabes, seguro se la pasó rompiendo la cuna y finalmente lo logró, todo para impedir que yo te abrazara esta noche. Hizo un puchero que me llevó a recordar los que hacía Cameron a diario.
-Lo sé, es un celoso, igualito a ti. Rodé los ojos, no estaba segura de que me mirará en la oscuridad.
-Estoy orgullosa de el. Dijo descaradamente.
-Claro. Le dije fingiendo estar enfadada.
Luego recordé el día de nuestra boda, cuando armo la escena con Alex, el hermano de Amy.
-Solo te cuidamos Cami.
-De mi propia esposa, Cameron debe tener un problema grave. Me reí con fuerza, pero su mano se posó sobre mi hombro.
-Calla Cami, son las 4 am.
Yo enrojeci, tenía toda la razón.
-Venga solo hacía falta sexo para que volvieras a llamarme así. Dije divertida.
-No es sexo, yo siempre quiero llamarte así, incluso sin hacer el amor lo habría hecho, extrañaba decirte Cami, amor, cariño y demás.
Mis ojos se llenaron de lágrimas, Lauren era la luz de mis ojos, como decía siempre.
-Te amo Lauren y de verdad, me apena haberme separado de ti.
-Cariño. Intentó detener mi llanto.
-No, Lauren, tu y yo hicimos votos de amor y creo que fallé, no confíe en ti por mucho tiempo, solo bastó que alguien dijera algo para hacerme caer en una trampa y no te creí, me duele mucho no haberlo hecho.
Intentó abrazarme pero Cam estaba entre las dos. Su mano acarició mis mejillas y limpió las lágrimas.
-Tambien te fallé Cami, no te dije nada sobre ella a tiempo y todo terminó mal, te prometo que para próximos viajes a Vancouver los voy a llevar conmigo.
Tomé su mano con la mía entrelazandola.
Las promesas entre nosotras crecían y sentí una liberación en cuánto le dije que la amaba, que la extrañaba y que deseaba estar con ella en la intimidad.
Por la mañana no pude evitarlo y tomé una fotografía de Lauren y Cameron dormidos, acurrucados y el cabello revuelto.
Recordé las fotografías que tenía en el cajón de mi guardarropa y enseguida las coloqué en su antiguo sitio. Todos dormían así que me tomé el tiempo para disfrutar de una taza de café en el jardín.LAUREN
Cam dormía plácidamente a mi lado pero el sitio de Cami estaba vacío. Me incorpore con más facilidad, mi cuerpo se sentía cada vez más fuerte.
Busqué a Camila por toda la casa y la encontré en el jardín con la luz del sol sobre su cabello. La imagen ideal para comenzar el día.
-Buenos días. Saludé. Me sitúe junto a ella y acaricié su espalda.
-Hola Lauren. Sus ojos estaban tan lindos y mantenían un brillo especial.
-Debemos hacer las compras. Mencionó después de un silencio largo.
Quería hacer todo con ella así que no me oponía a salir.
-Muy bien, voy a despertar a los chicos.
Sus ojos se fijaron en una pequeña mariposa sobre una flor. Estaba muy concentrada y me encantó eso. Tomé su barbilla con mi mano para besarla.
-Estos son buenos días cariño. Le guiñé.
Estaba de acuerdo en tomar con precaución el accidente pero no al grado de dejar de conducir, Camila insistió en que ya no debía hacerlo nunca más, por mi problema de visión era demasiado arriesgado y por primera vez recordé que no había mirado el vehículo venir hacía mi aquella noche. Tenía razón.
-Hace años no te opusiste a eso y además agregaste otras palabras que los niños no deben escuchar. Dijo y yo reí por recordarlas.
Kilian rodó los ojos en su respectivo lugar y Cameron me sonrió entusiasmado. Le gustaba salir de compras por que siempre salía con algún juguete entre manos.
Camila tomó mi mano en acto de cariño y besó el dorso.
-Estarás bien Lau, además ya debe notarse quién manda en la relación. Camila dijo para luego reírse, siempre peleaba por llevar la última palabra en las decisiones, y aunque el resto del mundo pensará que yo decía esa última palabra, era por que no conocían a mi esposa, mandona y tierna a la vez. O quizá yo era demasiado débil a sus encantos.
-Ok, pero por un tiempo. Dije.
Arrugó su nariz y siguió conduciendo.
Las compras fueron cansadas y al final de la mañana conseguimos un helado para cada uno. Estabamos todos sentados en el parque disfrutando del sol. Kilian miraba entretenido a unos chicos haciendo trucos de Skateboard y Cameron rodaba en el pasto sin detenerse.
-¿No crees que debemos pararlo? Antes de que termine en la fuente.
Pregunté a Camila. Negó y siguió comiendo su helado de banana con chocolate.
-Muy bien, oye te a quedado un poco de helado ahí.
Mentí y señale la comisura de sus labios. Sus dedos buscaron en la zona para limpiar y yo aproveché la distracción para acercarme y besarla. Demasiado cliché. Adoré sus labios con sabor a chocolate, los míos con vainilla.
-mmm lo siento era más fácil hacer esto. Me dió un golpe en el brazo roto. Yo fingi sentir dolor y ella abrió los ojos arrepentida. -Oh Lauren perdón...
-Si me besas lo dejo pasar.
Quise jugar un poco.
No había dicho una palabra más cuando ya tuve a Camila probando mis labios. Dios, esto era mejor que estar enfadadas. Atrapé con disimulo su labio inferior y lo lamí.
Además esa parte del parque no estaba muy transitada.
-¿Estoy perdonada? Preguntó en medio del beso.
-Claro que si. Susurré e intenté abrazarla contra mi.
Nuestro hijo aclaró la garganta.
-Me están avergonzando. Dijo entre dientes. Después de superar el pequeño asalto del beso miré a mi alrededor. Algunas parejas nos pusieron atención.
Saliendo del parque Cameron hizo que Camila lo llevará hasta el estanque donde había algunos peces pequeños, comenzó a mirarlos con sorpresa e incluso a atraparlos. Yo solo lo miré. Ki cruzó sus brazos por que según el ya estaba aburrido.
-Antes te gustaba venir aquí Ki.
-Cuando tenía 10. Reclamó.
-Discúlpame anciano. El se rió de mi chiste y fue suficiente para mi.
Cami regresó hasta nuestro sitio con Cameron en brazos, se resistía a salir de su lugar favorito y más por que los peces lo volvían loco.

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Lo que no ves
Fanfiction2da parte Lo que no se ve La realidad para Lauren ha cambiado, dos años después del nacimiento de Cameron todo terminó. Camila jamás había acabado de comprender su vida y para su mala suerte ahora no la dejaba estar cerca de sus hijos. En resumen...