CAMILA
Escuché como Kilian cerraba la puerta de la habitación. Se había llevado una buena reprimenda aparte de la mía. Me dolía verlo así y me hacía sentir culpable, yo pasaba más tiempo en el trabajo que en casa y toda la situación con Lauren le afectaba aunque no me lo dijera. El mes completo sin hablar conmigo más allá de lo necesario nos hizo daño a ambos. A nuestra relación madre-hijo.
Con un puchero llegó a la cocina y se sentó junto a la sillita de Cameron.
-Kiii. Lo llamó sonriente, Kilian se esforzó por juguetear con el a normalidad.
-¿Que te dijo tu mamá? Le pregunté insegura. Se encogió de hombros.
-No quiero hablar, supongo que pasaré la peor semana de mi vida.
Cameron le enseñaba sus dientitos con gracia.
-Hablare con ella cariño pero no prometo nada, además sigo molesta contigo.
-Ya es suficiente. Dijo apenado y pegó su cabeza a la mesa.
Yo me acerqué y besé su cabello.
-Te quiero Ki, y mamá también solo no lo olvides.
Asintió.
-Yo también. Respondió entre dientes.
-¿Tambien que?
La voz ronca de Lauren me hizo estremecer. Había extrañado tanto su presencia en casa y además me parecía raro tenerla frente a mi un día por la mañana. Cameron comenzó a patalear en la silla queriendo ir hasta Lauren.
La silla ¡La silla! Recordé. Lauren había caminado hasta la cocina y no estaba bien.
-Lauren, no debes esforzarte mucho.
-No quiero depender de la silla y además puedo caminar perfectamente.
Negué, supuse que no la haría entrar en razón. Le dí en la mano las medicinas que debía tomar antes de desayunar. Ella me sonrió. Quería sonreír y besar su mejilla pero no me sentía segura. La tensión crecía cada vez que estabamos en la misma habitación.
Al terminar todos Lauren me miró de forma penetrante.
-Ki, puedes llevar un rato contigo a Cam, debo hablar con tu mamá.
Yo me negaba a escuchar algo de ella, no este momento.
-Amm si. Contestó Ki titubeante.
Con cuidado sacó al pequeño de la silla y lo cargó hasta salir del comedor.
Apenas nos quedamos a solas Lauren carraspeó la garganta.
-No te atrevas a decirme algo. Dije antes de que comenzará a hablar.
-¿Que no lo haga? Me debes una explicación Camila.
-No voy a discutir esto así, y menos poniendo a Ki de tu parte.
Era absurdo que pidiera ayuda del niño para discutir conmigo.
-No lo hago.
-Siempre lo haces.
-¿Porque demonios no me dijiste todo lo de Kilian? Preguntó sin darle más vueltas al asunto, me dolía horrores sus palabras miré con pena como se esforzaba por no quejarse del dolor que sentía al levantar la voz.
-¿Que? ¿Cuando querías que lo mencionara? ¿Cuando venías cada dos semanas?
Le reclamé.
-Tu me sacaste de sus vidas Camila, no fui yo. Reclamó lo que guardaba tanto en mente.
-Tu te alejaste sola. Espeté furiosa.
-Haber, deja de lado nuestra situación, nuestros hijos son prioridad desde hace meses, son nuestro único objetivo ahora ¿No? Lo que debías hacer era decirme todos los problemas que tenías con Ki, lo que hacía falta para ellos pero no lo hiciste.
Sostenía con fuerza su costado, el sudor comenzaba a acumularse en su frente.
-No eres madre soltera Camila, estoy yo también y debo recordar que por tu culpa no estuve cerca de mis hijos este tiempo.
-¿Yo? La miré sin poder creer lo que decía. -Tu dañaste todo esto por dios, tu fuiste a Vancouver desde hace meses y te metiste con esa mujer ¿que querías que yo aceptará tu infedelidad? ¿Que abriera aún las puertas de la casa para ti? ¿Que te recibiera como si no pasará nada?
Grité. Me arrepentí cuando pensé en que Ki podría estar escuchando los gritos. No merecía que le hicieramos ese daño.
-Puedes bajar la voz. Exigió y se encogió de dolor o al menos eso parecía.
-Mira Camila, agradezco en serio lo que haces por mí ahora, se también que lo haces por los niños más que por mi, pero si sigues pensando que yo te hice eso entonces no tiene caso que esté aquí, es mejor que me vaya.
¿Irse así? Apenas y respiraba con dificultad y quería irse.
Sus razones debían ser demasiado grandes como para arriesgar la única oportunidad que estaba dispuesta a darle.
Sus ojos no brillaban como antes. Me miraban diferente y temía tanto que ya me hubiera dejado de amar. Por que para mi mala fortuna yo la seguía amando demasiado, incluso más que antes. El que tuviera ese accidente me sirvió solo para darme cuenta de lo mucho que la amaba y no quería perderla.
Sus mejillas se pusieron pálidas.
-¿Lauren?
Cerró sus ojos y recargó la cabeza en el respaldo de la silla.
Estaba débil. No debía enfadarse ni gritar.
-Estoy bien, llamaré a mis padres.
No, no quería que fuera a Vancouver, no otra vez.
-Te ayudaré para que llegues a la cama. Se negó. Mis manos aún temblaban por la palabras que nos dijimos.
-Siento no decirte lo de Ki Lauren, es solo que yo tampoco hablé con el, no sabía que estaba tan mal en el colegio, las cosas han cambiado bastante entre nosotros.
Dije apenada y tomé su hombro para sacudirlo, llevaba mucho tiempo sin responder a lo que yo mencioné.
-¿Lauren? Toqué su hombro nerviosa, ¿Que si perdía la consciencia?
Preocupada toqué mi móvil en los jeans.
No me contestó. Toqué su cara y sentí sus mejillas con mis manos.
-Hmmm.
-¿Lau? Mírame. Supliqué, mis ojos se llenaron de lágrimas.
Sus ojos verdes continuaron cerrados por un rato. Yo no pude soltarla sin antes saber que se sentía mejor.
-Lo único que quiero es que me escuches y no me interumpas Camila. Soltó en tono bajo.
Ella abrió sus ojos por fin e intentó ponerse de pie, insegura la tomé por un costado para ayudarla a llegar a la recámara y recostarse.
-¿Vas a hacerlo?
-Dejalo Lauren, debes dormir un poco.
Solté su mano y quise salir de ahí de inmediato, me sentía confusa y tenía miedo a lo que quería decirme. Te amo Lauren pero no confío en ti ahora, era lo único que sabía.
-Para con eso, lo único que necesito para descansar es que me escuches de una vez por todas. Dijo en un quejido.
-Bien.
Su cabeza descansó en el respaldo de la cama y me miró fijamente.
-Sab...
-No hables de ella. Le exigí, el nudo en mi garganta crecía.
-Es necesario que lo haga para que me entiendas. Negué.
-Camila, es la única oportunidad para nosotras por favor déjame continuar, déjame arreglar un poco la situación.
Me senté en el piso cansada y oculte mi rostro entre mis piernas flexionadas.
-Sab es una chica que conocí en Vancouver, ella no es nada mío Camila, apenas y la conozco...el problema aquí fue que yo me comporté como una estúpida, es hija de Jack un amigo de mi padre y nos presentaron en el segundo viaje que tuve que hacer, después de tu cumpleaños, Sab fue amable conmigo, demasiado, de la nada la tuve detrás por unas semanas, insistía con mis padres a sacar información sobre mi y ellos confiaron demasiado, no por que querían dañarnos sino por que creían en la relación que Sab se inventó entre nosotras, que ella y yo eramos buenas amigas, me persiguió por meses y yo jamás quise contarte por que sabía que representaría un problema de seguridad para ti, la rechace todo el tiempo y dejé en claro que estaba contigo...
Un sollozó salió de mis labios, no podía seguir escuchando, no me agradaba solo me hacía sentir mal, sentía náuseas. Se enganchó de ella y Lauren probablemente cayó en su juego, no quería saber más detalles.
-Jamás le dí esperanzas y su padre habló conmigo después de que yo se lo contará todo a mi papá, pero me equivoqué en confiar en que todo estaba bajo control, por eso no volví a pensar en decírtelo, nosotras estábamos más que bien, felices...Sab tiene problemas mentales Camila, graves y obsesivos, en el último viaje que hice ella me agredió, me perseguía tanto que justo en esa fotografía sale la única ocasión en que estuve así de cerca...me tomó por sorpresa en el centro comercial, esa fotografía solo es una trampa, ¿Quien la tomó? ¿No te preguntaste eso? Fue ella, supo de ti y averiguo muy bien para hacernos daño, no entiendo hasta ahora su objetivo con todo, pero lo logró, tomó la imagen esa en el momento preciso haciéndome parecer que yo la abrazó, pero no lo es así, la toqué para alejarla, puedo darte pruebas Camila, para que creas en mi, Sab ahora está en un hospital psiquiátrico, Jack me lo dijo hace unas semanas, ni si quiera entiendo como llegó a tanto, yo jamás.... Intenté decírtelo...yo...
-Ya basta ¡Ya basta Lauren! Grité sin saber que hacer.
-¿No me crees? Preguntó, el ruido en la cama fue notable, estaba intentando llegar hasta mi.
-Jamás haría algo así, reconozco que mi error fue no contarte nada, solo quería protegerte y evitar crear dudas entre nosotros, los viajes para allá iban a ser más frecuentes. Cerré mis ojos con fuerza negándome a comprender sus palabras.
El libro, claro, la editorial, su trabajo.
¿Que podía responder ahora? ¿Que le creía? ¿Que todo iba a ser igual? Después de hacernos daño mutuamente, como nunca le había hecho a alguien.
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Lo que no ves
Fanfiction2da parte Lo que no se ve La realidad para Lauren ha cambiado, dos años después del nacimiento de Cameron todo terminó. Camila jamás había acabado de comprender su vida y para su mala suerte ahora no la dejaba estar cerca de sus hijos. En resumen...