Soulmate [CERRADO] [Personaje x Lectora]

Ja'Far x Lector [Magi]

 Las almas gemelas tienen un espíritu animal que los guía hacia su Soulmate. 

Un pequeño zorro sacudió sus orejas y sus bellos ojos dorados se entrecerraron. Cualquiera que lo viera podría afirmar que se estaba burlando de lo que sea que estuviera viendo. 

En este caso, veía a su compañera agarrarse a la barandilla del barco como si su vida dependiera de ello. El cabello (c/d/p) lo llevaba atado y con una mano sobre su boca, mantiene el contenido de su estómago allí dentro. 

—Me voy a morir, Nick. —(T/N) miro por el rabillo del ojo a su querido zorro. Que estaba sentado derecho, y con elegancia enroscaba su cola alrededor de sus patas. 

—¿Tan rápido? Vive más, así podré seguir divirtiéndome. 

—Así podrás seguir viéndome sufrir, mejor dicho. Ugh..

(T/N) es una ex ladrona, asesina y mercenaria, porque no. Si le pagaban, ella hacía casi cualquier trabajo. Pero esto cambió hace algunos meses atrás. Había vivido de esta manera desde que era pequeña, simplemente la utilizaban como un arma, nada más. Y mientras ella pudiera vivir, aceptaba gustosa ese trato. Pero ya no más. 

Y posiblemente aunque dedicara lo que le quedara de vida, no podría enmendar todos los errores que cometió durante el trayecto. 

Por eso mismo, junto el dinero suficiente para poder viajar a Sindria. 

Los rumores que escucho acerca de aquella isla, liderada por Sinbad, eran buenos. Una ciudad donde uno podía trabajar de lo que quisiera, vivir una vida tranquila y segura. Sin preocupaciones. 

(T/N) quería una vida así. Donde pudiera trabajar de otra cosa, y no volver a levantar una daga nunca jamás en su vida. Descansar a las sombras de un árbol con Nick y quizás ahora tomarse el tiempo para buscar a su alma gemela, o mejor dicho, que su espíritu animal lo hiciera. 

Cabizbaja, paso saliva y levantó la mirada. La tripulación del barco se movía con agilidad por la tropa, ya que en las aguas de Sindria había uno que otro ser marino un poco peligroso para el barco. 

—Nick..¿crees que encontraré lo que busco, aquí? —susurro, con la mirada perdida en aquella enorme isla, que incluso desde allí, a (T/N) le parecía que irradiaba. 

Pronto, un pelaje espeso y un cuerpo conocido se acurruco sobre sus hombros. Nick tenía la costumbre desde pequeño a colocarse alrededor del cuello de (T/n), con su cola colgando del hombro y las patas aferrándose a sus ropas. 

—Siempre haz tenido un buen sentido para las cosas, (T/N). Tu instinto te guió hasta aquí. Eso significa algo. 

Sonriendo y sintiéndose más animada gracias al apoyo de su fiel compañero, le dedico un par de caricias bajo el mentón y espero a que el barco llegará al puerto. 

Para que así, su nueva aventura inicie. 

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Una vez bajó del barco, colgó su bolso al hombro y caminó entre los puestos que hay en el puerto. Casi silba ante la cantidad de personas que hay. La gran mayoría provenían del barco, personas que buscaban un nuevo futuro o un nuevo camino en Sindria. Y los demás, eran comerciantes, intercambiando objetos, bolsos, comida, lo que sea. 

Nick movio sus bigotes y (T/N) los sintió contra su mejilla. 

—¿Pasa algo, Nick? 

El zorro amasó con sus patas el hombro de la ex mercenaria. —Tuve una sensación. Quizá es porque hay muchos espíritus animal por aquí.