Soulmate [CERRADO] [Personaje x Lectora]

Klaus Von Reinherz x Lector [Kekkai Sensen]

[Tienes un tatuaje que representa a tu alma gemela, cuando se encuentren por primera vez, ambos tatuajes cambiaran de lugar.] 

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Suspiró contra sus manos, completamente estresada y cansada. Hace un par de días atrás ocurrió un ataque en la ciudad, como de costumbre. Pero lastimosamente, la zona más afectada fue donde ella vive, o mejor dicho, vivía. Por lo tanto, se quedó sin hogar y logró rescatar un par de cosas apenas –entre ellas ropa, dinero– 

No sabía qué hacer ahora, es consciente que nadie se hará responsable de esto porque es cosa de todos los días. Acepto la taza de café que le ofreció la mesera, con una ligera sonrisa. Sus ojos trazaron la forma del tatuaje que lleva en su muñeca, una cruz simple, con trazos finos y marcados sobre su piel. 

Incluso aunque sea simple, (T/n) lo adora. Hace que se sienta menos sola en cualquier situación. 

—¿Mal día? —preguntó la mujer y la (c/d/o) se vio tentada a largarse a llorar. —Oh oh, tranquila cariño, no llores. 

—Perdí mi hogar y la mitad de mis pertenencias. —soltó con rapidez, y le dio un sorbo al café que está amargo. No le dio importancia, nada podía amargar más de lo que ya está ella. —Soy escritora, así que la mayor parte de mis trabajos quedo..bueno, destruido. 

No supo cuanto se quedó charlando con la mujer, que la oía atentamente. En silencio le agradeció por ello, porque sinceramente necesitaba apoyarse en alguien en ese momento, y su familia no vive en Hellsalem's Lot. Iba a agregar algo más, pero a sus espaldas se escuchó una explosión, que causó que los vidrios del café se rompieran en mil pedazos, volando en dirección a las personas. 

(T/n) levantó ambas manos y cubrió al personal con una enorme burbuja de agua, evitando así que fueran dañados. Bajo las mismas, ante las miradas sorprendidas y agradecidas que fueron en su dirección. No era de usar mucho sus poderes en público, es consciente que ello podría causarle problemas, pero si era para ayudar vale el riesgo. 

Entre ellos, hay un chico de cabello castaño y otro de piel morena a su lado, con la boca llena de comida. Parecía no estar impresionado ante la situación, así que solo continuó comiendo, pero (T/n) se dio cuenta que la estaban observando de más. Agarró su bolso y colgó al hombro, a la vez que dejaba algo de dinero en la mesa. 

—Gracias por escucharme. —le dedico una sonrisa, lista para marcharse, pero la mujer agarró el dinero y lo colocó en su mano. 

—A ti, cariño. 

Y con eso, se fue en busca de un nuevo lugar donde vivir. 

Lleva viviendo aquí varios años ya, está acostumbrada a todo tipo de catástrofe. Y por más que hubo momentos en los que deseo poder marcharse –aunque es medio imposible– no se arrepiente. Es un lugar que rebosa de gente de todos los lugares posibles, y a decir verdad, parte de su libro está inspirado en Hellsalem's Lot.