[Ves todo en blanco y negro. Cuando encuentres a tu alma gemela, podrás ver los colores, y cuando el o ella muera, volverás al mundo monocromático.]
La habitación huele a incienso, flores y sal. Varios familiares están allí, con kimonos negros, y una sensación deprimente en el aire. Laito bostezo desde su rincón, con un par de llamas rojas flotando a su alrededor. No podían verlo. Todos son humanos comunes y corrientes. La única persona que podría verlo era la sacerdotisa que capturo de él, pero murió.
Creyó ser libre finalmente, de tener que proteger a una humana y finalmente podrá hacer de las suyas.
Pero una pequeña se detuvo delante suyo, con enormes (c/d/o) que lo atravesaban como dagas.
Puede verlo.
Entonces supo, que su castigo seguirá por mucho más tiempo.
Los años transcurrieron en un parpadeo, por lo menos para él. Y pronto la pequeña niña de antes se convirtió en una hermosa mujer, que ahora cuida del templo que anteriormente le pertenecía a su abuela. Es inteligente, brillante y compasiva. Sabe perfectamente cómo exorcizar espíritus y a pesar de tener a su lado a un Kitsune capaz de protegerla —porque ese es su deber— prefería tenerlo a distancia.
A Laito eso le encantaba.
Que una mujer se niegue a sus encantos y que no caiga en sus garras le fascinaba. Tanto así que su meta era hacerla suya.
Sería un poco complicado, porque (T/n) ya conoció a su alma gemela. Y desde que la conoce, ha estado buscándolo sin cesar. Alguien que pudiera ver los colores. Cada vez que le preguntaba desde cuando sucedía esto, ella se negaba a decirle.
—Ah~ ¿Lo estás inventando, verdad? eso solo provoca que quiera hacerte mia mas rápido.
(T/n) lo fulmino con la mirada. —Te voy a pegar un pergamino sagrado en la cara.
El kitsune levantó ambas manos, con una sonrisa.
—Si así podré sentir tus manos sobre mi, pega todos los que quieras~
La vio rodar los ojos, exhausta. Estaba escribiendo un par de kanji sobre varios pergaminos, seguramente los utilizaría después para algún otro exorcismo. Laito suspiro, aburrido. Odiaba que no le preste atención. Pasó una mano sobre su cabello marrón rojizo, mirando desinteresadamente por la ventana.
—¿Tu no tienes alma gemela? —la escucho preguntar, aún concentrada, pasando el pincel con delicadeza sobre el papel. Tenía algo de tinta en la mejilla y frente, pero incluso así, se ve hermosa.
—¿Hm~? ¿Por qué preguntas?
(T/n) termino de escribir y pasó el dorso de su mano sobre la frente, desparramando aún más la tinta sin darse cuenta.
—Tengo entendido que los demonios y seres sobrenaturales no tienen alma gemela. O eso decía mi abuela.
Laito ladeo la cabeza, antes de levantarse del suelo, ya que estaba tirado sobre el piso de madera. Paso con cuidado su mano por encima de la frente de (T/n), frotando con el pulgar la tinta, haciéndola desaparecer con rapidez. La piel de ella es suave y le causa sensaciones placenteras.
Y solo la toco con el pulgar.
Inconscientemente lamió sus labios.
—Tu abuela estaba equivocada. Nosotros también podemos tener almas gemelas. Pero nunca sabremos quien es. —contestó con voz cantarina. Tomó un mechón de su cabello, dejando que los hilos se enreden entre sus dedos y garras. —La conocí, seguramente, pero no se quien es.
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Soulmate [CERRADO] [Personaje x Lectora]
FanfictionEntonces mi alma te vio y dijo; Oh, allí estabas. Te he estado buscando. [Personaje x Lectora] [Varios animes] [One-Shots completamente originales, por favor, no copiar.] #60 en Fanfic~ 26/07/2017 #51 en Fanfic 21/12/2017