Soulmate [CERRADO] [Personaje x Lectora]

Sting Eucliffe x Lector [Fairy Tail]

Soulmate de reencarnación, donde tu alma gemela no recuerda nada de su pasado anterior, pero tu si. Incluyendo cada uno de los momentos que pasaron juntos y la primera vez que se conocieron. 

Universo Alterno; año actual. 

Dejó a un lado la lapicera que sostenía entre sus manos y admiro en silencio lo que había escrito en su cuaderno. Cada vez que recordaba algo de su pasado, lo anotaba rápidamente en un cuaderno, que contenía gran parte de su historia allí. 

Suspirando, se dejó caer contra el respaldo de su silla y levantó la vista, mirando el techo de su habitación. 

Con solo diecinueve años, (T/N) es capaz de recordar casi toda su vida pasada. La risa de su alma gemela, la sensación de unos brazos fuertes que la rodean, el aroma a licor, música festiva, compañeros, dragones y magia. 

Antiguamente, ella fue una maga. Sus manos podían curar a las personas y también dar vida. O devolverla. Y por una temporada creyó que aquello era Nigromancia, sin embargo, a medida que acumulaba mas recuerdos, vio que no es eso. 

Y muchas veces se vio perdida. 

A veces no lograba diferenciar del mundo real con el de su pasado. 

Pero lo peor de esto, es que únicamente ella es la que mantiene los recuerdos intactos. Su alma gemela, posiblemente viva una vida tranquila y sin preocupaciones, mientras que ella, revivía todo constantemente ya sea en sueños o mientras estuviera despierta. No sabía si esto era una bendición..o un castigo. 

El rostro de Sting seguía intacto en su memoria, su brillante cabellera rubia, su actitud arrogante, sus ojos zafiros. 

Así como también seguía intacto los días de tristeza, de guerra, de peleas. 

Negando con la cabeza, pasó una mano por su rostro. Estaba tan cansada. Sumado a que no sabía qué hacer, ¿debía buscarlo? ¿empezar una vida nueva? ¿Y si el Sting de ahora no es el mismo que el de antes? ¿Y si solo esta enamorada del Sting del pasado?

—Agh...me va a dar un dolor de cabeza. —cerró el libro donde escribía y se dignó a levantarse de su silla. La madera rechinó al mismo tiempo que (T/N) se desperezaba. 

Su habitación se encontraba más desordenada de lo habitual, quizá porque se la pasaba sacando cosas de su lugar y las dejaba en otro lado. Mala costumbre que tiene desde su vida pasada. 

Chasqueando la lengua, agarró la chaqueta más cercana que tenía, auriculares, celular, billetera y salió de su casa. Necesitaba despejar su mente y conocía el lugar perfecto para hacerlo. 

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Otra cosa que disfrutaba, viajar. Había un parque no muy lejos de su casa que tenía un árbol que ella conocía muy bien. Ese mismo árbol tenía la misma cantidad de años que su alma. Y la vio crecer, conocer a Sting y ahora se iban a reencontrar una vez más. 

Agradeció que no hubiera mucha gente, no tenía ganas de lidiar con absolutamente nadie. Pequeñas hojas bailaron a su alrededor, siguiendo el compás del viento y una sonrisa se desplazó en su rostro. El tronco de aquel viejo y sabio árbol seguía igual que siempre, sus ramas eran más largas y se extendían hacia el cielo, pareciendo que quería alcanzar las nubes. Y la luz del sol iluminaba sus verdes hojas, haciendo figuras hermosas en el suelo.