Soulmate [CERRADO] [Personaje x Lectora]

Hybrid!Kagami Taiga x Lector [KNB]

Desde pequeña, siempre odio los circos. Ver a los animales en mal estado, enjaulados, era algo que provocaba una enorme tristeza en ella. Así que cuando la ley salió, diciendo que los circos no podían tener más animales, fue la persona mas feliz del mundo. Pero la felicidad siempre dura poco, porque muchos años después, cuando estaba en su adolescencia, aparecieron los primeros híbridos.

Humanos con rasgos animales, utilizados como mascotas o demás. 

Algunos circos adoptaron híbridos de leones, panteras, monos, cualquier animal que pudieran obtener. Los tigres siempre siendo los más difíciles de conseguir, ya que siempre eran adoptados por personas millonarias. 

(T/n) ajusto la cartera sobre su hombro, pagando el boleto correspondiente de la función. Estudio años enteros para poder hacer esto; rescatar híbridos. Si el humano no estaba en condiciones, ella lo reubicará en otro lado donde pudieran darle los cuidados necesarios. Es una de las pocas expertas que se especializó en el área de híbridos, conociendo todo sobre ellos. 

Se colocó en una de las primeras filas, esperando paciente a que empiece el show. 

Sus ojos meticulosos no pasando por alto absolutamente nada. 

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Kagami dio vueltas en la jaula, la larga cola anillada sacudiéndose en el aire con claro nerviosismo. No es el único encerrado, los que tienen sangre de animal salvaje como el son tratados de esta forma. Sus orejas redondeadas y de color anaranjado se levantaron al mismo tiempo que una mujer daba vueltas por las mismas. 

Tiene el ceño fruncido, y hablaba con los híbridos. Escuchaba preguntas como; "¿Los tratan bien?" "¿Son bien alimentados?" 

Si es sincero consigo mismo, odia a los humanos. A pesar de que el sea uno, en parte. 

Lo separaron de su madre cuando era joven, apenas unos diez años. Y desde entonces, solo conoce el circo. El aroma a palomitas de maíz con caramelo, el maquillaje de los payasos, el sonido de los látigos y la carne cruda. 

Ah, sin olvidar los aplausos o gritos de la audiencia. A los tigres siempre se los asemeja con el fuego, pero Kagami le tiene fobia desde que tiene memoria. Así que cada vez que tiene que hacer acrobacias cerca de los aros encendidos, todo su cuerpo se tensa y a veces se provoca heridas sin querer con las largas garras que tiene. 

Salió de sus pensamientos cuando la joven se detuvo delante de su jaula, con expresión suave. Kagami abrió su boca, enseñando la larga hilera de colmillos y dientes afilados, un tipo de gruñido saliendo de su boca. Pero ella no se movió de su lugar, lo siguió observando detenidamente.

Hay rayas negras en su cuerpo, que no están pintadas. Son tan reales, como el color carmesí de sus ojos. Lo vio acuclillarse, tomando una posición digna de un animal salvaje, la cola sacudiéndose detrás de el. Emana la misma fiereza y belleza que un tigre real. 

—¿Te gusta estar aquí? —comenzó, la misma clase de pregunta que le hizo a los anteriores híbridos. La gran mayoría dice que si, les alegra los aplausos del público. 

El híbrido felino cerró la boca con lentitud, los colmillos desapareciendo. ¿Que si le gusta? 

—Lo detesto. —confesó, haciendo una mueca en sus labios. Bajo la mirada a sus pies, viendo las garras negras sobresaliendo—Si pudiera irme, lo haría.