Soulmate [CERRADO] [Personaje x Lectora]

Dabi x Heroe!Lector [BNHA]

[Los opuestos se atraen] + [Apenas conoces a tu alma gemela, literalmente estarán pegados el uno al otro por un día entero, no podrán separarse]

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Refrego uno de sus ojos, caminando adormilada por la calle. Había salido a comprar algo para comer, mientras recapitulaba algunas cosas que sucedieron hoy en la U.A, entre ellas, como su estupido Quirk inundó parte del salón. Bakugou sacaba lo peor de ella, tiene este don jodidamente molesto de tocarle en la fibra sensible. 

Y su Quirk, control de agua, estaba directamente enlazado a sus sentimientos. 

Con un suspiro, negó con la cabeza. Había actuado de forma infantil, se dejó llevar nuevamente por los estupidos sentimientos. 

Llevo un envoltorio a su boca, que rompió con ayuda de sus dientes, pronto viendo el contenido. Es una bola de arroz con atún en el medio. No es algo muy saludable que digamos, pero no tenía muchas ganas de cocinar algo sofisticado, además de que esta con el ánimo por los suelos. 

En primer lugar...nunca quiso entrar a la UA. 

Fue todo idea de su familia, que al ser todos héroes –la mayoría graduados de allí– supusieron que lo mejor sería enviarla mediante recomendación. Y admite que las clases son divertidas y que está aprendiendo un montón, además de que la ayudan a controlar su Quirk inestable pero...

Algo faltaba. 

Se detuvo delante de una máquina expendedora, considerando la idea de comprar una lata de jugo de naranja. En el bolsillo de  su jean, encontró un par de monedas que pronto introdujo en la máquina, a la vez que elegía la bebida. 

Otro dato que agregar a su salida nocturna; no era del todo una buena idea sabiendo que por su zona cada tanto aparece algún villano o un borracho fastidioso, pero cuando uno tiene hambre y pereza, hará lo posible para satisfacer lo primero sin tener que hacer mucho al respecto. Comprar es una buena alternativa. 

Apreto un botón luminoso y espero paciente a que cayera la lata de naranja, lo cual no tardo demasiado sinceramente. 

Recogió su cambio y antes de poder abrir la misma para dar un par de tragos y pasar la bola de arroz que obviamente había terminado de comer, una mano pesada se apoyó en su hombro derecho, obligando a voltear.

Con rostro hastiado, observó al hombre de probablemente cuarenta años que la miraba de forma lasciva.

Debió suponerlo, por supuesto que esto sucedería, porque la suerte que tiene es proporcional a las veces que los villanos le ganaron a All Might; cero. 

—¿Necesita algo? —pregunto de forma tosca, dándole un manotazo a la mano del tipo. Es una noche de verano, por lo tanto hace calor, la ligera capa de sudor sobre su frente puede demostrarlo mejor. 

Estaba tan borracho, que ante el más mínimo toque se tambaleaba. 

(T/n) se aprovechó de esto, y con un empujón final, lo vio caer igual que una tortuga. 

—Hoy no, satán. 

Tras ese pequeño comentario, decidió retomar su camino hasta su departamento. Hasta que un aroma a humo la hizo mirar por encima de su hombro. Una alarma en su cabeza le dijo que no hiciera eso por todos los héroes que existieran. Pero es idiota y nunca obedece.