Soulmate [CERRADO] [Personaje x Lectora]

Murasakibara Atsushi x Lector [KNB]

[Si tu alma gemela está herido, tú también podrás sentir su dolor.]

Suspiro contra la ventana, escuchando a su mejor amiga hablando cada tanto. Tenía el cinturón de seguridad bien aferrado a su cuerpo y a veces se agarraba al asiento, temerosa.

—¿De verdad sabes manejar? —la interrumpió, con una gota de sudor deslizando su rostro. Prácticamente la arrastró de su casa para poder llevarla a ver el juego de Jabberwock vs Vorpal Swords. Estaba al tanto gracias al bendito internet, pero no le interesaba en lo más mínimo ir a verlo. 

Sam sacó de un compartimiento su licencia para conducir, y prácticamente la pego en su frente. 

—Ahí tienes, ahora deja de ser tan llorona. De no ser por mi, estarías encerrada en tu casa haciendo nada. 

La escucho bufar, a la vez que despegaba la tarjeta de su frente. Se encontraba ocupada con la universidad, preparando trabajos prácticos y demás. Sinceramente no tenía el tiempo suficiente como para ir a ver el juego, pero salir después de tanto tiempo para relajarse y divertirse con su amiga no le haría mal. 

Un par de cuadras más adelante, divisó el lugar donde estarían jugando los dos equipos. 

Encogiéndose de hombros, se dejó llevar y olvidarse de sus problemas, solo por hoy.

—¿Pero qué le pasa a esa rubia oxigenada? Y no, no me refiero a Kise, sino al otro idiota. —comentó, masticando un par de palomitas de maíz. Sam a su lado tenía una mueca, sorprendida y divertida.

—¿Creí que no querías venir? 

—Oh cállate. —medio gruño, llevando otro puñado a su boca. — ¡Dale con la silla! —colocó ambas manos alrededor de su boca para que se hiciera más fuerte su voz, lo cual funciono, y recibió un par de risas a su alrededor junto con una mirada no muy agradable del mismo rubio de antes. 

Se vio tentada a mostrarle el dedo medio, pero se contuvo. El juego iba bastante parejo, Jabberwock varias veces adelantado y Vorpal Swords hacía lo posible para poder alcanzarlos. Llegó un punto en el juego, en el que los movimientos sucios se hicieron presentes y a pesar de estar bastante lejos de la cancha, pudo ver un par de ellos. Los empujones, pisadas. 

Se giró hacia su amiga, lista para quejarse de nuevo, hasta que un intenso dolor recorrió su brazos derecho, provocando que suelte el envase con palomitas de maíz. No sabía si llorar por su comida hechada a perder o por cómo sentía que el hueso se partía en dos. 

Al mismo tiempo, que un jugador, Murasakibara, caía al suelo. 

El juego terminó, y Vorpal Swords ganó. Pero poco le importo en ese momento, mientras sostenía su brazo, sintiendo un inmenso dolor. Sam la sacó de allí lo más rápido posible, pero (T/n) no quería alejarse mucho. Mantenía sus ojos (c/d/o) pegados al cuerpo de Murasakibara, buscando, pensando alguna manera de llamar su atención. 

—¿Eres mi hada madrina o algo así? —le pregunto a su castaña amiga, con una mueca, expresando su dolor. —Acabo de encontrar a mi alma gemela, y de una manera no muy agradable. —movio su brazo como si este no tuviera hueso, pareciendo así de gelatina y Sam le dio un golpe en el hombro.