El agua de la ducha recorre su espalda, con la frente apoyada en la pared.
Relajada, el mundo fuera de ese baño no existe. Y es por eso que no oye la puerta abrirse, ni la ropa caer al suelo, ni como Emma entra dentro de la bañera, quedándose tras ella, observando esas dos cicatrices en la espalda de Regina , esas dos cicatrices donde antes había dos alas.
Y, sin tocarla, sigue con sus manos las líneas de esas cicatrices, bajando hasta sus caderas. Y las agarra, juntándose a ella y hundiendo su cara en ese cuello al que se está haciendo adicta.
- Hey -ríe la morena -. Hola.
- Hola -responde Emma, acariciando el abdomen del ex Alas Negras.
- ¿Qué haces?
- Poniendo un poco de lujuria entre nosotras -responde, hundiendo su mano en el epicentro mismo de Regina, quien se arquea al sentir el contacto.
Y expone así su cuello a Emma , que apenas tarda en volver a él para besarlo, para morderlo mientras mueve sus dedos, de arriba a abajo, en círculos, buscando lo que más gemidos obtenga.
Regina se gira, besando esos labios que la vuelven loca, excitándose al sentir los pechos de Emma contra los suyos, moviendo al Alas Blancas hasta acorralarla contra la pared, poniendo un muslo entre sus piernas, ejerciendo esa presión que hace que Emma ahogue gemidos en la boca del ex Alas Negras.
- Regina -consigue susurrar la querubín , separándose momentáneamente.
- ¿Qué? -pregunta la aludida, moviéndose hasta el cuello de la otra chica.
- Cama -responde -. Dios...¡cama!
Y ambas salen de la ducha, cerrando con prisas el agua y corriendo a la cama, donde se dejan caer, una sobre la otra, rodando, terminando Emma sobre Regina y un muslo de la una entre las piernas de la otra.
Regina comienza a moverse, gimiendo, clavando sus uñas en la espalda de Emma quien imita al ex Alas Negras empezando a moverse también, descubriendo, por primera vez en su vida, la satisfacción sexual.
Y se mueven, frotándose la una con la otra, besándose, mordiéndose, gimiendo, arqueándose.
Regina se mueve repentinamente, poniéndose sobre la rubia, aún con sus muslos entre sus piernas. Y añade su mano a la entrepierna del Alas Blancas, de cuya garganta sale un sonido gutural que hace sonreír a Regina.
Santo cielo, esto es mejor que el sexo casual con desconocidas.
Ambas se sienten al borde del abismo, y Emma, como Regina momentos antes, clava sus propias uñas en la espalda del ex Alas Negras, temiendo pero ansiando al mismo tiempo caer en él.
Y, entonces, la explosión llega.
Y grita y se arquea, poniendo todo su cuerpo en tensión segundos antes de que la propia Regina llegue al orgasmo.
Sin fuerzas, esta última cae junto a Emma, con sus respiraciones agitadas, sonrientes.
- Dios, ha sido... -comienza el Alas Blancas.
- Sí.
- ... increíble.
- Sí.
Se miran, con sus ojos brillantes tras el orgasmo, felices.
- Quien diga que los ángeles no tienen sexo, miente -dice Regina, provocando la risa de Emma.
Segundos de silencio cómodo y confortable se establecen en esa habitación.
- Más -susurra Emma, con las fuerzas recuperadas.
Y se sienta sobre Regina , quien la observa desde esa posición, dando gracias de que sea fin de semana y le toque librar.
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Alas
FanfictionEsta es la historia de una guerra eterna, de una joven soldado, de una antigua general y de unos sentimientos demasiado nuevos para ambas. Swan Queen/AU