Sonríe, sentada como está en la silla, con los pies apoyados en la ventana abierta, acariciándose las yemas de los dedos.
Es tan extraño.
Esa necesidad que tiene de tocar la suave piel de Regina, esa adicción que la obliga a pensar en ella a todas horas. Se le hace eterno esos minutos alejada del ex Alas Negras, ese tiempo en que Regina permanece fuera de ese apartamento, lejos de ella, en el trabajo es un infierno para ella.
Y pensar que no siempre fue así, que existió una época en que podía vivir sin sus caricias, sin sus besos; una época en la que Regina representaba todo aquello contra lo que ansiaba luchar.
Suspira, y mira por la ventana, observando la tienda a lo lejos, contando los segundos que la separan de su chica.
Dios, su chica, que bien suena.
Dos toques a la puerta la sacan de su ensimismamiento, obligándola a abandonar su puesto y dirigirse hasta la puerta, quedándose boquiabierta al ver a su visitante.
- Hola, Emma.
- Mad... Mi señora Snow. Puedo... ¿puedo ayudaros en algo? -pregunta el Alas Blancas, dejándole pasar, echando un rápido vistazo para ver si había algo que delatase su relación con Regina.
- Sólo vengo a ver que tal va nuestra protegida -responde el Arcángel, al que no ha pasado desapercibido el desliz de su hija, antes de dirigir sus pasos hasta la ventana-. ¿Va bien?
- Todo en orden, mi señora. Ha... ha dejado de intentar escaparse y ha... aceptado su mortalidad repentina.
- Pues esperemos que no la haya aceptado del todo. Andamos muy cerca del contrahechizo.
El corazón de Emma da un salto, y apenas puede contener una sonrisa que le invade la cara.
- Aunque -sigue Snow, provocando preocupación en el Alas Blancas-, no servirá de nada si no encontramos a los responsables de todo este lío.
- Confío en que podáis encontrar a los culpables, mi señora Snow.
Snow sonríe, y se gira, observando a Emma, hasta que su vista se clava en el cuello del querubín y su expresión se torna seria.
- Y ahora, Emma, hablemos de quién te ha dejado esa marca en el cuello. Ese... chupetón.
El Alas Blancas siente de repente como si todo el mundo a su alrededor se estuviera desmoronando.
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Alas
FanfictionEsta es la historia de una guerra eterna, de una joven soldado, de una antigua general y de unos sentimientos demasiado nuevos para ambas. Swan Queen/AU