40ª Pluma

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La mente en blanco por el pánico.

El cuerpo se le cubre de sudor.

Pálida, debe obligarse a entrar, a atravesar esa puerta que tantas veces antes había cruzado, luchando por no tirarse al suelo y llorar por culpa de ese poder que emana Princesa.

- Debes de tener unos cojones enormes para venir a verme, mortal.

Aprieta los puños, intentando aguantar esa presión mental que supone estar frente a su madre, ese frío terrorífico que se le mete hasta lo más hondo del alma.

- El... el estar aquí no... no tiene... nada que ver con... con tener cojones -tartamudea, quitándose unas gotas que le caen por la frente, con la mirada clavada en el suelo.

El sólo oír la risa de Princesa la marea, provocándole unas nauseas terribles.

- ¿Y bien, mortal? ¿Qué es lo que buscas? ¿Cual es el motivo de tu visita?

- Ven... vengo a ofre... ofrecerte mi alma.

No le mira, pero sabe que Princess sonríe.

Lo siente.

- ¿Tu alma? Pobre. Tu alma es mía desde el día en que naciste. Tu alma es más oscura que la propia noche. Tu alma me interesa una mierda.

Algo ocurre.

Su mente está tan saturada de pánico, de terror que, por un segundo, se desconecta. Y, cuando vuelve, algo en ella ha cambiado.

- Mi alma te interesa porque mi alma viene con todas aquellas que he recolectado cuando aún conservaba mis alas. Y, si no me la compras tú, se la venderé a otro. Soy un alma muy jugosa, Princesa. ¿Acaso crees que ninguno de tus servidores comprará el alma de la mismísima hija de la Ama y Señora de las Tinieblas?

Levanta la mirada, observando de reojo la mirada seria de su propia madre y, por un segundo, se arrepiente de haber entrado sola.

Entonces, le oye suspirar, y la presión mental desaparece.

Por un momento, no parece que esté frente a Princesa.

Por fin, parece que está frente a Cora, frente a su madre.

- Sabes que no puedo devolverte las alas, ¿verdad?

- No las quiero.

- Entonces, es ese Alas Blancas.

Regina asiente.

- ¿Qué ha pasado? -pregunta.

- Lo han descubierto.

- Y os han separado.

Vuelve a asentir.

- Es un Alas Blancas, no puedo hacer ese trato. No tengo jurisdicción sobre ella.

- Es un querubín, no tiene rango Alas Blancas oficialmente. Sigue estando bajo tu jurisdicción.

Vuelve el halo de frío terror.

Ha vuelto Princesa.

Y Princesa está sonriendo.

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