Le tiembla el pulso y le cuesta abrir la puerta.
Por favor, que esté dentro, por favor, que esté dentro.
- Re... ¿Regina? -llama, con el corazón en un puño.
No obtiene respuesta y los nervios la traicionan, obligándola a salir corriendo hasta el dormitorio, donde la cama deshecha le da la bienvenida.
- ¿Regina? -vuelve a llamar.
Dios, le tiembla la voz.
Y sigue sin obtener respuesta.
Corre hasta el baño, donde mira hasta dentro de la bañera
Nada.
¡¿Dónde está?!
No, no la han secuestrado.
Todavía no.
Cuando Princesa le dijo que iba a pasar, tembló, de la misma forma en que está temblando ahora.
Vuelve al salón, desde el cual ve parte de lo que parece un charco de leche en el suelo de la cocina.
No.
Avanza con paso lento.
No puede ser.
Consigue ver la botella de leche en el suelo, en medio del charco blanco y...
Dios, no.
¿Eso es sangre?
¡No!
Las piernas le fallan y cae al suelo, incapaz de dejar de llorar.
Todo le da vueltas.
Regina, ¿dónde estás?
Una mano se posa en su hombro y Ema se sobresalta, dando un grito.
- ¡Hey! Tranquila, Alas Blancas -le sonríe Henry, abrazándose a ella.
- Se la han llevado -llora Emma.
- Lo sé -la mece el Alas Negras-, lo sé.
Henry mira a Ruby, que acaba de entrar en la cocina y lo observa todo, buscando algo que les indique adónde se han llevado a Regina.
- ¿Se sabe quién ha sido? -pregunta Emma, intentando serenarse, deshaciendo el abrazo.
Llorando no la va a encontrar, no la va a ayudar.
- Maléfica y Zelena -responde Ruby, limpiando una de las múltiples gotas de sangre del suelo con el dedo corazón.
¿Maléfica y Zelena?
Un momento.
Maléfica, General Alas Negras, y... ¿Zelena? ¿Su antigua compañera?
- ¿Zelena? -repite en voz alta.
- ¿No lo sabe? -pregunta Ruby.
Henry niega, antes de responder.
- No, no lo sabe.
- ¿Saber qué? -pregunta Emma.
- Verás -le responde Henry-, tu antigua compañera se ha pasado a nuestro bando.
- ¿Qué? ¿Cuando?
- Es difícil de decir. Suponemos que empezó a oscurecer sus alas cuando todavía erais compañeras. Lo único seguro es que ha cometido tantos pecados que sus plumas son lo suficientemente oscuras como para considerarla ya un querubín Alas Negras.
- Henry -le llama Ruby, dándole un aviso.
- Sí, perdona -se disculpa este.
Emma se levanta como puede del suelo y se limpia las lágrimas.
No puede mostrarse débil, tiene que encontrar a Regina.
- Hay que ponerse en marcha -dice Henry.
- Emma, encontraste a Regina una vez- dice Ruby-. Debes volver a hacerlo.
El Alas Blancas suspira, intentando calmarse.
Regina, ¿dónde estás?
Y, lo más importante, ¿estás bien?
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Alas
FanfictionEsta es la historia de una guerra eterna, de una joven soldado, de una antigua general y de unos sentimientos demasiado nuevos para ambas. Swan Queen/AU