65ª Pluma

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- Rumple -llama Señor.

- ¿Sí, mi Señor?

- ¿Estás nervioso?

- ¿Eh? ¡No! No, mi Señor.

El Todopoderoso sonríe.

- Entonces, ¿te importaría dejar en paz ese boli? De tantas vueltas que le estás dando, lo vas a marear.

Archie disimula una ligera carcajada, llamando la atención de los otros dos arcángeles mientras, y sin inmutarse más, Señor sigue repasando una serie de documentos.

- Mi Señor -se atreve a interrumpirle Snow.

- Dime.

- Quisiera saber. ¿Se sabe algo de mi hija?

Señor suspira. Lentamente, se frota con dos dedos el ceño y levanta la mirada hacia Archie, quien asiente y sale del despacho.

- ¿Mi Señor? -pregunta Snow.

- Los Alas Negras han encontrado a vuestra hija. Tranquila, está bien.

El arcángel suspira mientras su compañero Rumple frunce el ceño.

¿Han encontrado a Emma?

Pero... Maléfica la tenía retenida, según le comunicó el General Alas Negras.

¿Les han encontrado? ¿Ese es el motivo por el cual se ha organizado esta reunión urgente?

Esperemos que, si han cogido a Mal, la muy imbécil no haya abierto la boca.

- ¿Cuando podré ir a verla, mi Señor? -pregunta Snow.

- Puedes verla cuando quieras, Alas Blancas -le responde Princesa desde la puerta.

Los dos arcángeles se levantan, girándose, sorprendidos.

- Pero, ¿qué...? -exclama Rumple.

- Hola, Snow, hacía tiempo que no te veía -sonríe Princesa, quedándose junto a la puerta, con Charming a su derecha y Emma a su izquierda.

- ¿Y tu hija, Princesa? -le pregunta Snow.

- Le está haciendo una visita a Mal en mis reinos. No te puedes imaginar la de información que está soltando con sólo unas horas allí abajo -ríe Princesa.

Rumple empalidece, y busca la mirada de Snow quien, tras ver a su hija, se relaja.

¿Información?

- ¿Información? -se oye susurrar Rumple.

- Sí, información -le contesta Señor.

- Información que no nos vale para nada, teniendo en cuenta que la conocíamos de ante mano -completa Princesa.

- Por cierto, buen trabajo, Snow -felicita Señor, ante la mirada atónita de Rumple.

- Un honor serviros, mi Señor -Snow hace una reverencia.

- ¿¡Qué!? -exclama Rumple, girándose hacia su compañera.

- Vaya, ¿no lo sabías? -se burla Princesa- ¿Acaso creías que podías montar un complot para dar un golpe de estado en las Tinieblas y poder poner en el trono a alguien de tu conveniencia sin que lo supiéramos? No, no lo hiciste. Confiaste tan rápidamente en Snow, sin pensar que podíamos haberla enviado nosotros, que nos ofrecías tu cabeza en bandeja. Tu falta de inteligencia me asombra, Rumple.

- Rumpletinski -le llama Señor, serio, mirándole directamente a los ojos-, desde este mismo instante, quedas relevado de tu cargo de Arcángel...

- ¡No! -grita.

- ... y se te condena a pasar una temporada en los reinos de Princesa como castigo por haber robado y hecho uso el Hechizo prohibido.

- ¡Mi Señor! ¡No! -sigue gritando Rumple, intentando en vano usar su poder para salir de allí.

Pero no puede, Princesa y Señor no se lo permiten.

Y Cora se relame.

Dios, un arcángel en sus reinos.

Esto va a ser divertido.

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