Alas

46ª Pluma

Un dedo pasa por la superficie de la mesa, mientras mira las sábanas revueltas de la cama.

- Hace por lo menos una semana que aquí no vive nadie -concluye una voz a su espalda.

Snow asiente, de acuerdo con la información obtenida., mientras se quita el polvo recogido de la mesa.

- ¿Se sabe si alguien las ha visto irse? -pregunta.

Zelena suspira.

No sabe cómo le va a sentar la información a su superior.

- No hay ni un sólo testigo.

Ve la espalda del Arcángel, parado justo frente a ella, sin moverse ni un sólo milímetro, ninguna reacción.

- ¿Señora? -se atreve a preguntar.

Lo ve girarse, mirándola con una ceja levantada, como sorprendiéndose de no estar solo en la habitación.

- ¿Sí, Zelena?

- Esto... de... ¿deberíamos avisar a Maléfica? Tal vez los Alas Negras sepan dónde se han...

- No hace falta. Mal no va a averiguar nada. Si se le ocurre hacer el más mínimo gesto para tratar de averiguar el paradero de nuestra parejita, Princesa caería sobre él tan rápidamente que apenas nos daría tiempo a pestañear. Y si Princesa se entera, nuestro Señor se entera, y Señor no debe enterarse, ¿me he explicado?

Zelena asiente.

- Sin embargo -continúa Snow-, a quien sí que se lo vas a decir es a Rumple.

- Sí, mi señora Snow.

Segundos después, Zelena ha desaparecido, abandonando el refugio lo más rápidamente posible como le permiten sus poderes.

- Todo va según lo planeado -comenta una voz a sus espaldas.

- No me gusta ese querubín, se le están oscureciendo demasiado las plumas. Se está convirtiendo en un Alas Negras -le responde Snow, viendo a Charming salir del cuarto de baño-. Y, ¿ahora? ¿Toca esperar el siguiente movimiento de nuestro querido Rumple?

- No tardará mucho, se está volviendo impaciente -contesta el Alas Negras.

- Es lo que tiene la ambición. Lleva mucho tiempo planeándolo todo. Tuvimos suerte de enterarnos a tiempo.

Charming asiente y su compañera suspira, mirando cada detalle del pequeño refugio abandonado.

- Entonces... -comienza Snow-, ¿nuestra hija está en buenas manos?

- Según mis fuentes, en las mejores. He visto el refugio en el que están ahora. Es un buen apartamento, le gustará.

Snow sonríe, tranquila. Sabe que Emma tal vez no sepa quién es su padre, pero este velará por ella.

- Me alegro.