18ª Pluma

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Suspira, nerviosa por haber dejado a Regina sola en el apartamento.

- ¿Y qué tal tu protegida? -le pregunta Rumple, mojando una galletita en el té que le ha traído Zelena, hace apenas unos segundos.

Emma asiente.

- Empieza a darse cuenta de la gravedad del asunto. Ha tenido un ataque de ansiedad y la he dejado durmiendo tras darle un tranquilizante.

El Alas Blancas asiente, complacido.

- ¿Los Alas Negras han intentado ponerse en contacto con ella? -sigue el Arcángel.

Emma baja la mirada hasta sus manos.

- No.

- ¿Me estás diciendo la verdad? -inquiere Rumple.

La querubín rubia levanta la mirada, sorprendida por la pregunta.

- Claro que os digo la verdad. ¿Acaso podría mentiros?

- No sé, ¿podrías?

Emma frunce el ceño.

No entiende a qué viene eso.

Mira a Zelena, de pie, tras Rumple, en busca de ayuda; pero su antigua compañera no le devuelve la mirada, por lo que vuelve al Arcángel.

- ¿Dudáis de mí?

- ¿Se han vuelto a poner en contacto con ella o contigo?

- ¡No!

- La mentira oscurece las plumas, Emma. No me mientas.

- ¡No os miento! No se han vuelto a poner en contacto.

Rumple la observa, de pie tras haberse levantado en algún momento de la discusión. Y asiente.

- Está bien, te creo. Y pienso que deberías irte. Vigila a la humana de cerca, estará débil tras el ataque de ansiedad. Cuídala, ¿de acuerdo? Que no le pase nada.

Y, tras una reverencia, Emma abandona el comedor, el duplex y el edificio, saliendo a la calle, entrando en ese coche que la espera frente al portal.

- ¿Y bien? -le pregunta Charming.

- Sospechan, pero no he dicho nada.

-Cuidado con las mentiras -susurra la voz de Princesa desde la parte trasera del lujoso automóvil-, oscurecen las plumas. Y no queremos que se te oscurezcan. Sospecharían.

- No les he mentido. Me ha preguntado si habéis vuelto a poneros en contacto conmigo o con ella. Y en todo momento he sido yo quien ha contactado con vosotros.

Charming sonríe, y arranca el automóvil, abandonando esa parte de la ciudad.

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