Capitulo 4

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Pasaron dos horas desde que llegamos en las cuales recibí muchísima más atención que en un mes entero. Los hombres se me acercaban y me invitaban tragos los cuales no aceptaba porque no confío en bebidas regaladas por extraños y menos si son alcohólicas, pero como yo siempre tenía un vaso de cerveza en la mano servía como excusa para no parecer antipática. Así que, acá estaba yo, rodeada de hombres que me hablaban y mostraban interés en mi y estaba más aburrida que nunca, ninguno me interesaba, todos hacían las mismas preguntas vacías que ya me había cansado de contestar para ser honesta, así que decidí acercarme a la barra para hablar con Micaela que era la encargada de preparar los tragos y siempre tenía buena onda.

-Hola Mica, ¿cómo estás?- le pregunto en un momento que no la veo atendiendo a nadie.

Se acerca hasta mí y me da un beso por encima de la barra.

-Hola Isa, ¿cómo va? Yo bien, ocupada sirviéndoles tragos a todos estos borrachos- dice señalándome a mí y se ríe.

-No te podes quejar, sabes que siempre pido cerveza, nada muy complicado.

-Hoy estas divina con ese vestido, ¡deberías venir más noches vestida así! Me di cuenta de toda la atención masculina que estas ganando.

-La verdad que si pero nada interesante. ¿Es que ya no existen hombres que lo primero que te pregunten no sea de donde sos o tu edad?- pregunto con tono melancólico.

-No sé donde pensas que estás viviendo Isa, pero en este siglo esto es lo que hay- me dice mientras veo que se aleja para atender a un cliente.

Mientras estaba caminando, se da vuelta y me mira.

-Me olvide de contarte, antes de que abriéramos hoy paso un hombre que hablo con Pedro, el gerente, y por lo que pude escuchar le preguntaba si frecuentaba este bar una chica muy parecida a vos.

Soy consciente de que Micaela me estaba hablando, pero yo había dejado de escucharla en cuanto lo vi. Ahí estaba parado junto a sus amigos, mi ex, Noah estaba en el mismo bar que yo y no solo eso sino que me estaba mirando con la mandíbula medio desencajada. Cuando me doy cuenta de esto me giro rápidamente y voy a buscar a Ambar que, como siempre que salimos, no la puedo encontrar por ningún lado así que acepte lo inevitable, él iba a venir a buscarme e iba a encontrarme porque el poquito orgullo que me quedaba no iba a dejar que me esconda y menos vestida como estaba esta noche así que me di vuelta y ahí estaba, parado en frente mío.

-Isa, casi no te reconozco, estas increíble, no puedo creer que seas vos.

Ese comentario ya me molesto, como si fuese tan difícil creer que yo pudiese vestirme bien o ser sexy pero, lamentablemente por alguna razón que todavía yo no comprendía, me importaba lo que él pensara, incluso cuando se comportaba como un idiota.

-Noah, ¿cómo estás?

-Ahora que te veo muchísimo mejor porque pensé que me iba a aburrir con los chicos. ¿Qué contas?

-La verdad es que no mucho, mi vida sigue igual que siempre, ¿la tuya?

-Todo tranquilo, todavía trabajando con mi viejo y buscando un departamento para irme a vivir solo aunque voy a extrañar los beneficios que implica vivir con mi mama.

En ese momento tenía ganas de decirle que por supuesto que lo entendía, si su madre le cocinaba, lavaba y planchaba la ropa, le tendía la cama, hacía todo por él. Uno de los aspectos negativos de mi ex novio, a mi entender, era que siempre fue muy dependiente de su familia, vivía y trabajaba con ellos porque le era cómodo y creo que llega un punto en la vida de todo hijo, especialmente si es hombre, en que debería abandonar el nido, pero bueno, él nunca me escucho cuando se lo decía, su excusa era que iba a hacer las cosas a su debido tiempo y cuando lo considerara necesario.

-Claro, me imagino, ojala que tengas suerte- le dije con el mayor entusiasmo posible. -No sabía que venías a este bar, queda un poco lejos de tu casa.

-Sí, la verdad es que no me hizo ninguna gracia venir pero es el cumpleaños de Fede, no sé si te acordas de él, y bueno, nos juntamos todos acá. Wow Isa, no dejo de sorprenderme de lo linda que estas, ¿te puedo invitar un trago?

De repente, antes de que pueda contestar una voz masculina familiar hablo desde atrás mío haciendo que se me erice toda la piel debido al efecto de las varias cervezas que tome, seguro, debe ser por eso.

-No hace falta, ya que yo directamente me adelante y se lo traje. Creo que hacerles ese tipo de preguntas tan clichés a las chicas está sobrevaluado y nos da una mala reputación a los hombres- dice y acto seguido pone el vaso de cerveza frio en mi espalda haciendo que me sobresalte.

Cuando me doy vuelta ahí estaba, el chico de los ojos azules. El "Señor me llevo el mundo por delante" estaba haciéndolo quedar a Noah como un estúpido y por alguna razón eso me hizo reír, pero no fue una simple sonrisa sino más bien una carcajada, me estaba riendo de verdad y en cuanto empecé percibí que en su rostro se dibujó esa sonrisa con hoyuelo que me daban ganas de mordérselo. Antes de que pudiese procesar todo lo que estaba pasando y pensando, tome el vaso que me ofrecía.

-¿Qué estás haciendo acá? ¿Acaso estás viendo qué tipo de trago podes tirarle a mi vestido?

-En este momento lo único que haría con tu vestido es sacártelo pero ahora que lo pienso si te tiro un trago llegaríamos a la misma situación y sería más sutil, gracias por el dato.

Y ahí estaba, la sonrisa de arrogante que tenía esta mañana y por un segundo en vez de decirle algo sarcástico me quede pensando que me gusta mucho más su otra sonrisa, es más sincera aparte de que lo hace ver más vulnerable y real.

-Y ¿quién sos vos para hacer ese comentario flaco?

Lo primero que pensé es que esa era la voz de Noah... mierda, Noah, me había olvidado que estaba acá así que me di media vuelta quedando entre los dos.

-Mi nombre es Cole, hoy nos encontramos con... - y veo que me mira, claro, está esperando que le diga mi nombre, no sé porque cada vez que lo miro me suceden dos cosas o me quedo embobada y se me hace agua el cerebro o me dan ganas de matarlo y desata mi furia, no hay término medio, y en este momento la primera opción toma lugar.

-Isabella pero todos me dicen Isa, odio mi nombre completo.

-Bien, como decía entonces, hoy nos encontramos con Isabella y tuvimos una muy linda charla acerca de ropa interior. Estaba esperando verla con su conjunto rojo pero asumo que no habría ido muy bien con su vestido aunque no se mucho de moda tampoco- dice guiñándome un ojo.

En ese momento Noah lo mira entre asombrado y con ganas de matarlo, yo lo miro sonrojada producto de la furia que está trepando por mi cuerpo. Gracias a dios, en ese momento Ambar aparece y me mira entre los dos hombres confundida y yo la miro a ella.

- Nos vamos ahora- le digo mientras la agarro del brazo y salimos del bar.

Una vez fuera empiezo a sentirme mejor, se puede respirar aire puro y corre una leve brisa que hace que me sienta a gusto, claro, esto es hasta que escucho de nuevo su voz.



Hola Lectoras y Lectores!

Por primera ves se cruzaron Cole y Noah cara a cara, ustedes que opinan... 

#TeamCole o #TeamNoah

Espero que les haya gustado el capitulo y si es así, no olviden de votar!

Besos

Hasta EncontrarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora