Capitulo 75

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Dos horas más tarde me doy cuenta que Cole se estaba levantando de la cama, yo estaba muerta de sueño pero decidí levantarme con él, pero en cuanto amague a hacerlo se subió encima mío y me beso.

-No te levantes que al menos podes dormir una hora más.

-No sería una buena novia si no le preparara un jugo a mi novio que parece un zombie.

-Yo creo que no voy a distinguir la pelota, los chicos me van a matar pero me importa poco, pase una hermosa noche con mi novia- me dice mientras vuelve a besarme.

-Si te parece podes pasar por Jaciro a buscarme cuando termines el partido y nos venimos a dormir una siesta.

Empezó a sonreír y su hoyuelo me dio los buenos días.

-Me parece perfecto pero ¿la siesta incluye arrumacos? Porque si es así tengo que cobrarte otro precio- se burla mientras yo le pego en el brazo.

-Sos un sin vergüenza, los otros no me cobran- bromeo mientras me levanto de la cama.

Fui a la cocina para hacerme un café a mí y un jugo a Cole. Ya sé que en dos horas iba a desayunar con mi amigo pero necesitaba despertarme y era plenamente consciente que si me iba a la cama de nuevo no me iba a levantar más así que nos serví nuestras infusiones y me subí a la mesada de la cocina.

-Yo en media hora me tengo que ir, ¿qué planes tenes hasta encontrarte con Ale?

-La verdad es que no tengo idea, asumo que ordenare un poco y voy a planear la cena para esta noche.

-Yo te puedo dar un par de ideas si queres, soy muy ingenioso- dice y luego ronronea como un gato lo cual hizo que estalle en carcajadas.

-No, te agradezco, ese ronroneo te saco todo tu sex appeal, es más, estoy pensando seriamente en comprarte un calzoncillo que en vez de trompa de elefante tenga una lengua de gato- comento mientras me sigo riendo.

-Isabella, yo exudo sex appeal constantemente así que no te preocupes que lo sigo teniendo, y en cuanto al ronroneo también puedo personificar ladridos, rugidos, aullidos entre otros.

Yo no podía parar de reírme, este chico no tenia desperdicio y lo mejor de todo era que es mío. Me puse a pensar en lo afortunada que soy por tenerlo conmigo porque no todas las relaciones son como la nuestra, hay algunas que son toxicas o donde las peleas y malos tratos son algo normal. No entiendo cómo se puede considerar amor a algo que te está haciendo mal, que te destruye poco a poco hasta que queda una persona que no se conoce ni a sí misma. El amor es algo complicado de analizar porque no para todos es igual, yo pensaba que Noah era la persona para mi hasta que empezó a pasar el tiempo y me demostró que solo le importaba él mismo y yo creo que una pareja se basa en dos personas que van de la mano por la vida para disfrutar juntos de los buenos momentos y para ayudar al otro a levantarse y seguir adelante en los malos. Eso significaba para mi Cole, esa persona con la que podía ir de la mano y descubrir lo que la vida me tenía deparada. Me sentía bien, feliz, completa y eso era algo maravilloso que nadie podía destruirlo. Cuando dejo estos pensamientos de lado veo que mi novio me estaba mirando.

-Estabas perdida en tus pensamientos, ¿verdad?

-Sí, estaba pensando en cómo con tanta risa ya me siento más despierta, así que al final fuiste útil, ¿quién lo hubiera dicho?- bromeo mientras se me acerca.

-Y eso que no exploraste ni un 10% de lo útil que puedo ser en muchas áreas, pero antes de que me empieces a calentar con esa carita angelical y esa mente perversa me voy a jugar a la pelota- dice y me besa

-Suerte campeón, dedicame un gol.

-Mejor te dedico todos- responde guiñándome un ojo y se va con su bolso.

Estaba muy atractivo con su uniforme del equipo de futbol, aunque, si me pongo a pensar ¿qué no le quedaba bien o no lo hacía ver lindo? Aunque jamás la confesaría que este pensamiento cruzo por mi mente, su ego se inflaría como un globo.

En fin, tenía menos de una hora antes de vestirme e ir a ver a Ale así que decidí ordenar y de paso investigar un poco. Hice la cama, acomode la ropa, lave la vajilla sucia que estaba en la cocina y cuando fui al living me puse a ver los libros que tenía en la biblioteca hasta que me tope con algo que me intereso, era un álbum de fotos. Lo saque y empecé a mirar y sentí que mi corazón iba a estallar de ternura. Ahí estaba, un bebe medio regordete con unos ojos azules hermosos, me estaba mirando, era Cole indudablemente. Había más de él con sus padres, luego algunas de cuando asumo que tendría 4 o 5 años. También encontré un par de su adolescencia con Anthony, Jasper y Troy, no podía creer que las caras de nenes que tenían, era tan chiquitos y empecé a reírme hasta que algo me llamo la atención. En las últimas fotos se veía a un Cole totalmente diferente, estaba casi raquítico, con la mirada perdida y ni rastros de su sonrisa. Asumí que esas fotos debían pertenecer a su época más oscura cuando consumía y tomaba en exceso. Me dio muchísima pena ver a ese chico en ese estado y me asombraba al mismo tiempo saber que ese espectro era quien es hoy mi novio, parecían dos personas totalmente diferentes. Agradecí a dios que hubiese podido recuperarse para hoy en día estar conmigo y, mientras pasaba las hojas del álbum note que varias de las fotos de esa época estaban cortadas por la mitad y me genero muchísima curiosidad saber porque, aunque, si lo meditaba dos segundos lo más probable es que supiese la respuesta. Su ex novia debía de estar en las mitades cortadas y me genero un poco de intriga saber cómo era ella, como se veía la mujer de la que Cole pensó estar enamorado. No podía entender como ella lo dejo convertirse en una mera sombra de quien es en verdad. Espero nunca cruzármela en la vida porque tendría un par de cosas para decirle y, conociéndome, no sería extremadamente amable pero decido dejar estos pensamientos de lado. Cole estaba conmigo, se lo veía sano, enamorado, feliz y eso era lo importante, así que con eso en mente, me fui a cambiar con la muda de ropa que me había traído de casa para ir a ver a Ale. Teníamos muchas cosas de las que hablar y con la locura en que se había convertido mi vida en este poco tiempo no tenía ni idea de por dónde empezar.

Hasta EncontrarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora