Capitulo 65

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Casi una hora después terminamos de cocinar y la verdad que estaba orgullosa de nosotras, todo tenía un aroma riquísimo. En ese momento Ambar me pide si la ayudaba a poner la mesa y cuando empezamos veo que está poniendo una gran cantidad de platos y servilletas sin motivo aparente.

-Amiga ¿tenes algún beneficio en algún local por usar tantos platos y servilletas? Porque si es así avisame.

-Pero que graciosa que estas Isa, no conocía esta faceta tuya- me dice sacando la lengua. -Mi abuela siempre me decía que en la mesa tiene que haber platos y servilletas de sobra y siempre seguí su consejo. A pesar de que suene como una idiotez es mi manera de honrarla. La extraño mucho- dice melancólica.

-Es una muy buena tradición. Vamos, pongamos miles de platos y servilletas para que Rosa este orgullosa de nosotras- comento.

En ese momento llegan los chicos y nos ayudan con la tarea. Cole hace el mismo comentario que había hecho yo hace segundos atrás pero le explique la historia de Ambar con su abuela. Esto hizo que recordara a mi propia abuela, a mi nona. Mi mama nunca me quiso pero mi abuela era otra historia. Se llamaba Jacinta y vivía lejos, en Quilmes, zona sur y no siempre podía venir a cuidarme pero ella me amaba. Me acuerdo que me daba todos los gustos y con ella aprendí a caminar y me contaba cuentos también como mi papa. Me acuerdo de ciertos detalles, como siempre me decía Isabelita, le encantaba cepillarme el pelo y jugar a la peluquería. Ella no se hablaba con mi madre debido a la falta de instinto maternal que tenia. Disfrute mucho de mi abuela hasta que lamentablemente falleció cuando yo tenía 8 años. La ame mucho y siempre la extraño así que entendía lo importante que era para Ambar seguir con la tradición de Rosa, que, cuando la conocí, me trato y quiso como otra nieta mas. Nuevamente me quede colgada en mis pensamientos porque de repente siento unas manos en los hombros.

-No sé en qué estarás pensando pero deberíamos sentarnos a cenar ya que la mesa está servida.

Veo que mi amiga y Tommy me están mirando.

-No te preocupes- le dice ella a su novio -es una colgada, con el tiempo te vas a ir acostumbrando a verla quieta como si estuviese en estado de coma.

-Y ni te cuento como se queda cuando la hago gozar- grita mi novio a lo cual me pongo como un tomate y le pego en el brazo.

-Mejor sentémonos a comer antes de que me entere de mas información innecesaria- nos pide Tommy haciendo un gesto para que nos sentemos.

Empezamos a comer mientras yo fulmino a Cole con la mirada y él se ríe. Es frustrante que mi arma de intimidación no surta efecto en este hombre, me paso desde el primer da que me volcó el café, simplemente se ríe.

A medida que comíamos se me fue pasando el mal humor ya que, no solo la cena no había salido riquísima y recibimos gran cantidad de halagos por eso, sino que también porque hablábamos y nos reíamos los cuatro. La verdad es que nunca había salido con Amber en una cita de cuatro porque Noah siempre estaba ocupado o simplemente no tenía ganas de hacer sociales con mis amigos, pero yo religiosamente tenía que ver a los suyos y ser simpática. Mi ex no es un mal hombre, es solo diferente y nunca antes me percate de todas las cosas que me molestaban de él, cuando estábamos juntos simplemente las dejaba pasar y no entiendo como pude estar tan ciega. Pero volviendo a la cena, era agradable pasar tiempo con gente que uno quiere en un ambiente distendido.

-¿Cómo se conocieron ustedes?- pregunta Tommy.

-Fue hace muchísimo tiempo- cuenta Ambar. -Teníamos 8 años y yo salía para ir al colegio cuando de repente la vi a Isa afuera de su casa sola lo cual era raro porque siempre su papa estaba con ella. Íbamos a distintos colegios y diferentes turnos, ella iba a la mañana y yo a la tarde así que siempre nos cruzábamos al mediodía y nos saludábamos, pero ese día se la veía triste así que me acerque hasta ella y le pregunte qué estaba haciendo ahí sola. Me conto que su mama había cerrado la puerta de su casa con llave y que no podía entrar así que en vez de ir al colegio, le dije de ir a tomar un helado. Le pedí permiso a mi mama que me dejo porque le encantaba Isabella y desde ese momento no nos separamos más- cuenta mirándome a mí.

Yo también recuerdo muy bien ese día. Me acuerdo que pensé como una nena que no me conocía, va solo nos saludábamos y nada más, podía ser tan buena de faltar a su colegio para quedarse conmigo. Ambar es mi mejor amiga pero no porque sea la única que tengo sino porque estuvo siempre conmigo. No fuimos al mismo colegio pero todos los días nos juntábamos y charlábamos. Me ayudo a sobrepasar los peores momentos de mi vida y nunca me pidió nada a cambio, jamás me critico o juzgo, simplemente estuvo al lado mío. Ojo, nos peleamos un par de veces pero cuando una amistad es genuina nada la rompe, los lazos que uno crea con las personas que conoce valen mucho, al menos para mí. Ella me había demostrado más amabilidad y amor que mi propia madre. Nunca me abandono, no se dio por vencida conmigo incluso cuando yo estaba triste y no sabía cómo hacer para seguir, ella me ayudo a levantarme. Los verdaderos amigos son aquellos que, sin importar donde estén o que estén haciendo, siempre están cerca de uno cuando los necesita y eso simbolizaba Ambar para mí.

-Y ¿cómo se conocieron ustedes? -le pregunto a Tommy.

-Bueno, es bastante simple la historia. Un día estaba en el gimnasio cuando entro un tipo con un ego y una arrogancia que daban ganas de matarlo pero yo en vez de hacer eso me reía, me resultaba gracioso como este idiota se consideraba dios- dijo señalando a mi novio. -Así que pegamos buena onda y charlábamos, de vez en cuando nos juntábamos a tomar una cerveza o para salir y, una noche, acabábamos de salir de un bar cuando un grupo de ocho tipos me vino a buscar porque me había acostado con la mujer de uno, y quiero aclarar que nunca me había dicho que era casada. En fin, se ve que a su marido le había contado otra versión de los hechos porque estaban ahí para matarme así que le dije a Cole que se fuera pero se negó, me dijo que podíamos con todos ya que estábamos en forma. Evidentemente que me deje llevar por este boludo y en vez de correr para el otro lado nos pusimos a pelear. Ambos terminamos en el hospital junto con cuatro de los amigos de este tipo con varias fracturas y nuestras caras ensangrentadas. En ese momento, cuando la situación no era buena y él se quedo al lado mío supe que era una persona de fierro y nos volvimos mejores amigos.

-Te das cuenta, si no fuese por mi te habrían matado o hubieras corrido como un cagon.

-Si, tenes razón pero no te hagas el duro de matar que nos dieron tremenda paliza.

-Yo no entiendo porque los hombres tienen que recurrir a la violencia para todo- acota mi amiga.

-Porque somos machos rudos- le responde Tommy besándola.

-Pero ya colgué los guantes, ahora solo me dedico a hacer enojar a mi chica- agrega Cole abrazándome.

-No me digas, ¿a eso te dedicas ahora? Y yo que pensaba que tus comentarios se debían a alguna enfermedad mental, tendrías que haberme contado che- lo provoco riéndome.

-Yo estaba relativamente cuerdo antes de conocerte Isabella, pero tu locura hizo estragos en mi. Tendrías que haber pensado seriamente en tomar el Rivotril, yo te lo dije.

-Pero si no estuviese loca jamás te habría dado ni la hora.

-Tenes razón, es más, chicos ¿saben de algún loquero al que pueda llevarla? Como para que se agrave un poco mas su condición- explica y los cuatros nos echamos a reír.

Después de terminar de cenar nos pusimos a jugar un juego de mesa, El Estanciero, mientras nos tomábamos unos fernets. Yo estaba como loca porque cada provincia que yo compraba mi novio iba tras ella a comprar otra sección de la misma para no dejarme completar ninguna. Encima él muy cara dura no me las quería vender después o me pedía una cantidad desorbitante de plata. De más está decir que mi orgullo no me permitió comprarle nada y así fue como llegue a la bancarrota, así que me uní a Ambar solo para destruir a Cole. El plan consistía en comprar cualquier cosa solo para molestarlo y eso mismo fue lo que hicimos mientras nos reíamos como histéricas, producto del alcohol en sangre que teníamos, hasta que, no sé como paso Ambar también llego a la bancarrota y perdimos cualquier chance que teníamos. Diez minutos más tarde mi novio gano y se proclamo campeón del juego y empezó a burlarse de mí, de cómo no podía contra él y eso me llevo a perder la poca cordura que me quedaba. Salte encima suyo para hacerle cosquillas pero, nuevamente perdí como en la guerra ya que termine de espaldas en el piso riéndome sin parar. Ambar trato de ayudarme en ese momento y fue tras Cole tratando de que me dejara pero Tommy se metió y arremetió contra su novia así que ninguna podía ayudar a la otra hasta que finalmente nos reímos. La verdad es que hacia muchísimo tiempo que no la pasaba tan bien.

Hasta EncontrarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora