Hasta Encontrarte

Capitulo 71

Cuando llegamos a la iglesia se trataba de la Basílica Nuestra Señora del Pilar, es verdaderamente hermosa. No sé mucho acerca de su historia, solo sé que se declaro monumento histórico nacional en 1942 y entiendo porque lo hicieron. La imagen que se encuentra en el fondo es algo espectacular, a veces me asombran los detalles que se pueden encontrar en las iglesias. Los arcos que tiene dentro y las imágenes colgadas de las paredes son imponentes. Encima, al ser de noche el casamiento, cuando llegamos estaba iluminada por fuera lo cual hacia que resaltara mas.

Una vez dentro todos los ojos estaban puestos en nosotros. Me acerque a saludar a varios parientes con los que casi nunca hablaba y prácticamente no tenía mucha relación y también a unas amigas de Renata pero debo admitir que lo hice más que nada para presentarles a Cole, mi novio. Los ojos tanto de hombres como de mujeres se posaban en él y admiraban su belleza, era imposible no hacerlo, pero lo que note es que la atención que le prestaban a mi novio no era nada comparada con la que tenían por mí, todo el mundo se me quedaba mirandome fijo y note como Cole se tensaba un poco cuando algunos hombres se detenían sus miradas más tiempo del debido. Esto me estaba incomodando muchísimo así que hice lo primero que se me ocurrió y sonreí.

-Todo el mundo me está mirando- mascullo entre dientes mientras no dejaba de sonreírle a cualquiera que mirara en nuestra dirección.

-A ver, mirame- me pide así que lo hago y me inspecciona de arriba a abajo.- Definitivamente te miran por el pedazo de albahaca que tenes entre los dientes, debe ser del omelette de hoy.

Estalle en una carcajada que, no solo hizo que mi hombre se ría a la par mía, sino que atraje todavía más atención pero ya no me intimidaba tanto, había logrado relajarme y se lo agradecía muchísimo. Es llamativo como Cole siempre sabia que decirme y que lo hiciera en el momento justo en que lo necesitaba. Más de una vez pensé que somos almas gemelas, por lo cual recibí algunas miradas de desaprobación de la incrédula que vive dentro mío. En fin, me sentía mejor o al menos eso fue hasta los vi. En ese mismo momento mi novio supo que algo no iba bien porque todo mi cuerpo se tensiono así que me dio la mano y me abrazo para lograr tranquilizarme y ubicar el foco de mi incomodidad y, se dio cuenta rápidamente que eran las dos personas que se estaban dirigiendo a nosotros. Por supuesto que eran mi madre y su tercer esposo. Debo admitir que mi mama se veía linda en ese vestido, le quedaba bien a pesar que cuando me dijo que iría de rosa no sabía que esperar pero, a medida que se acercaban hacia nosotros pude ver en sus ojos la desaprobación con la que me miraba.

-Isabella, no sabía que existían vestidos que pudieran hacer que una mujer se vieran tan mal, aparte querida se nota mucho que queres llamar la atención.

No sé que me hacía sentir peor en ese momento, el veneno que salía de la boca de mi madre o que ese hombre que estaba a su lado me estuviese mirando.

-La verdad que estoy en desacuerdo con usted señora, creo que su hija esta bellísima.

Por supuesto que mi hombre estaba ahí para defenderme y lo amaba por ello. Mi madre que tenía puesto sus ojos en mi, giro y vio a Cole. Decir que se le empezó a caer la baba y quería comérselo era poco comparado con la lujuria que desprendían sus ojos.

-Pero que hermoso jovencito, no me digas que viniste con mi hija porque sería un desperdicio.

-A decir verdad no solo vine con ella sino que soy su novio.

Mi madre lo miro tanto a Cole como a mí con cara sorprendida.

-Entiendo que ella pueda darte lastima pero sos un bombón y deberías buscarte a alguien mejor- le dice sonriéndole descaradamente.

-A decir verdad su hija fue lo mejor que me paso en la vida y la mujer más hermosa que existe en este planeta, solo tengo ojos para ella. Y en cuanto a la lástima, por la única persona que siento eso es por usted- le responde a mi madre y luego mira a su esposo. -Y a vos te digo que si volves a mirar a mi mujer te juro por mi vida que te voy a arrancar los ojos con mis propias manos y te aseguro que te va a doler- le explica en tono amenazante por lo que Jonathan lo mira asombrado y luego se encoje como el poco hombre y cagon que es.

En ese momento empieza a sonar la marcha nupcial y todos empiezan a situarse en los bancos.

-Vamos Isabella que en cualquier momento entra la novia- me dice agarrándome de la mano- que pasen una velada encantadora- agrega irónico observándolos a ambos.

Cuando nos ubicamos le dije gracias en silencio a lo que él me beso y me abrazo mientras veíamos como entraba la novia a la iglesia del brazo de su padre. En ese momento, mientras caminaban hacia el altar pensé en dos cosas. Primero en cuanto extrañaba a mi papa y en la falta que me hacía y, segundo, en la diferencia que había entre como pronunciaban mi nombre Cole y mi madre. Él lo hacía con amor, también para molestarme y provocarme ya que sabía que odiaba que le gente me llamara por mi nombre completo pero ella, en cambio, parecía que estuviese pronunciando una mala palabra.

La ceremonia fue hermosa, la verdad es que me gusto mucho porque no fue muy larga entonces se hizo más llevadera que otras. En el momento que los novios salieron al exterior todos nos reunimos cerca de ellos para saludarlos. Cuando llego mi turno Renata me miro y grito.

-¡Isabella Lusino estas preciosa! Me vas a sacar todo el protagonismo.

-Eso nunca prima, estas hermosa y se te ve radiante, estar enamorada te sienta bien.

-A vos también- dice y me guiña el ojo.

Yo sonrió y la abrazo. Luego, mientras ella saluda a Cole y le agradece mucho por haber venido aprovecho para felicitar a Guillermo, su esposo. Él también me dice lo bonita que estoy y se estrecha la mano con mi hombre y nos agradece a ambos por haber asistido a la boda. Con Cole decidimos irnos a buscar un taxi para llegar al salón y acomodarnos, solo espero que mi prima no me haya ubicado en la misma mesa que a mi madre.

-Eso estuvo divertido- me dice mostrándome su hermosa sonrisa.

-¿Vos decís? Yo creí que cuando le dijiste a mi madre que ella te daba lástima el piso iba a abrirse y el diablo iba a llevarte con él.

-Eso sería más divertido todavía, te imaginas, a este guapo sin camisa por el calor rodeado de diablitas, creo q salgo ganando yo.

Merio y lo beso.