Capitulo 28

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Por la mañana me desperté cuando alguien empezó a darme una serie de besos por toda mi cara, ojo no me quejo, que mejor forma de empezar el día que esta. Me sorprendió habiendo pedido ya el servicio a la habitación con todos los platos que había para desayunar, literalmente los pidió todos así que nos pusimos manos a la obra. Yo no hacía más que mirar mi pulsera, era lo más hermoso que tenía en mi vida (junto al mapa escrito con mi papa). Después de remolonear en la cama nos vestimos y salimos a recorrer. Todo en este lugar era perfecto, me encantaba como la cultura latina se encontraba en cada rincón donde uno mirara. Nos paramos a escuchar como un grupo cantaba y dos hombres bailaban al ritmo de la música y para sorpresa tanto mía como de Cole me puse a bailar con ellos. No sé qué fue lo que se apodero de mí pero me sentía demasiado bien como para no aprovechar la oportunidad. Cuando uno de ellos me agarro por detrás para bailar a Cole casi le explota la cabeza así que me agarro y nos fuimos para seguir recorriendo. En un momento decidimos parar a comer algo y entramos en un restaurant llamado Blue Heaven que significa "Cielo Azul". Una vez adentro cuando nos trajeron los menús no pudimos contener la risa al ver que el logo del lugar era un ángel sentado arriba de un gallo. Literalmente estuvimos riéndonos de eso durante diez minutos. Me encantaba el ambiente, era muy relajado y había música en vivo lo cual era un bonus. Nunca dejamos de estar tomados de la mano desde que salimos del hotel pero cuando nos trajeron el almuerzo hubiese sido muy problemático seguir así. Yo me había pedido un bol de porotos negros con salsa, queso crema, queso cheddar y jalapeños mientras que Cole se pidió unos langostinos con queso cheddar, tomates y pepinos. Todo iba de maravilla hasta él decidió contarles a todos en el local que hoy era el cumpleaños de su novia, así que termine con una torta de chocolate rellena con frutos rojos y crema y todo el mundo cantándome el feliz cumpleaños. Obviamente mi novio no paraba de reírse y sacar fotos mientras yo estaba roja como un tomate.

Después de que salimos estábamos tan llenos que decidimos caminar un rato antes de decidir que otra actividad podíamos hacer. Me llevo hasta un lugar donde en la pared había un graffiti y lo supe en ese momento, ese era el primero que había dibujado.

-Este es el primer graffiti que hiciste, ¿verdad?- pregunte mientras me acerco mas a la pared para verlo de cerca.

-Sí, ese fue el primero, comparado con los que hago ahora me da vergüenza admitirlo, pero quería que lo vieras.

-Ponete al lado así te saco una foto.

-¿Para qué?

-Para que cuando tengas algún problema y sientas que queres tirar todo a la mierda veas esta foto y te acuerdes de que siempre uno puede seguir adelante si se da la oportunidad de hacerlo.

Justo en ese momento pasaba un grupo de chicas y Cole les pidió si nos podían sacar la foto a los dos. Trate de pasar por alto como lo miraban a mi novio y sonreí para la foto. Una vez que se fueron él me mostro la foto.

-Mientras vos estés conmigo no hay nada que me haga querer tirar todo a la mierda- piensa unos segundos y agrega. -Salvo si los Dolphins no ganan esta temporada, ahí sí que no te puedo prometer nada.

En ese momento decidimos darnos una vuelta por lo que se conoce como Harry S. Truman Little White House. Desde 1890 sirvió como cuartel naval para la primera y segunda guerra mundial. Luego en 1946 lo declararon edificio histórico y lo transformaron en un museo. Se le atribuye el nombre del presidente estadounidense ya que él mismo la utilizaba durante el invierno. Era verdaderamente hermosa y me encantaba lo bien preservada que se encontraba. Estaba admirada de la fusión que existía en esta isla entre lo histórico y lo moderno, era realmente asombroso.

-No entiendo cómo pudiste irte, me encanta este lugar, toda la isla, es un sueño.

-¿Vivirías acá?- me pregunta y por su cara se que está interesado en mi respuesta.

-La verdad es que si, o sea, me encanta el calor y amo la playa, el agua. Deberías considerarte afortunado de haber nacido y crecido en este lugar.

-Es un poco difícil, tengo sentimientos encontrados. Siempre ame estar cerca de la playa, de hecho creo que nunca te conté pero se surfear y en su momento hasta pensé en dedicarme de forma profesional, pero después de ir a la guerra volví muy traumado, ya no era el mismo. Pensa que es difícil para un chico de 19 años estar en el ejercito, por más que me enliste por voluntad propia y me prepararon muy bien, pero lo que uno tiene que vivir después de esa experiencia puede resultar un poco tormentoso. Yo solo estuve allá dos años y cuando volví a los 22 estuve casi un año deprimido. Empecé terapia pero no sabía cómo lidiar con mis propias emociones y me involucre con gente que no debía y caí en las adicciones que ya te conté. Estuve casi dos años con esta gente, mis papas intentaron ayudarme pero cuando uno está involucrado con el alcohol y las drogas tiene que ser la persona la que quiera salir y a los 25 decidí empezar a rehabilitarme. Mis amigos de toda la vida me ayudaron muchísimo, en parte logre hacer todo ese proceso gracias a ellos. Cuando tenía casi 27 estaba sano pero me faltaba un largo camino que recorrer para volver a ser yo mismo. Retome terapia y a los 30 me sentí lo suficientemente fuerte y en buen estado para comenzar a vivir mi vida y decidí empezar a viajar de nuevo y resulto que mi destino predilecto fue Buenos Aires, me gustaba mucho la ciudad por lo que había investigado así que me fui para allá y años después te encontré. Fue lo mejor que me paso en muchísimo tiempo. Mismo cuando estaba allá, en Argentina, me sentía perdido hasta que te encontré, en cierto modo, vos me salvaste.

Comencé a llorar, no solo por lo emocionada que estaba por sus palabras de afecto hacia mí sino por su historia de vida, por lo que sufrió, las atrocidades que tuvo que ver y vivir en carne propia. Me di cuenta que solo quería cuidarlo y que fuese feliz.

-No llores Isabella, es tu cumpleaños por el amor de dios, ¿qué clase de novio seria si te hago llorar el día de hoy?

-Uno bastante malo la verdad- le respondo secándome las lágrimas y ambos empezamos a reírnos.

Hasta EncontrarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora