Capitulo 38

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A la mañana siguiente casi no pude desayunar, tenía un nudo en el estomago pensando que en una hora íbamos a ir a la casa de los padres de Cole. Cuando fui hasta mi valija para decidir que ponerme sentía que nada me quedaba bien, pero después de media hora de volverlo loco, me dijo que eligiese algo porque sino me iba llevar desnuda, así que opte por un short de color crema y una camisa con un nudo a la altura del ombligo de color lavanda con unas chatas doradas. No me hacía ninguna gracia que se me notase la cicatriz pero era el único conjunto formal que podía armar con lo que me había traído de ropa. Después de hacerme un peinado que consistía en dos trenzas de cada lado para después unirlas en un rodete y planchar el pelo que quedaba suelto me maquille y fuimos hasta la moto. Me encantaba viajar en moto con Cole, era hermoso poder abrazarlo durante el tiempo que durase el viaje y recostarme sobre su espalda. Tenía plena confianza en él por eso no me daba pánico subirme porque si no me siento cómoda, ya sea un auto, moto, camioneta, cuatriciclo o cualquier medio de transporte, no me subo. Después del accidente quede un poco afectada y nunca más maneje.

Cuando llegamos me sentí intimidada, la casa era enorme y se notaba que pertenecía a una familia con mucha plata y acá estaba yo, una chica de clase media que trabaja para poder alquilar un mono ambiente. Dios mío, me iban a odiar. Se ve que Cole se dio cuenta de mi nerviosismo porque cuando bajamos de la moto me dio la mano y se la apreté con fuerza.

-Isabella estate tranquila, te van a adorar.

-¿Me estas cargando? ¿Qué este tranquila? Hasta por la casa me siento intimidada y eso que todavía ni vi a tus padres. Tendríamos que haber traído algo.

-Pero, ¿qué querías traer en la moto? No iba a ser práctico que vos te cayeras o yo perdiera el control por estar sosteniendo una torta.

-Ya lo sé pero no es educado llegar a la casa de alguien y no traer nada- digo y veo que me estaba mirando con una sonrisa contenida, esto le parecía gracioso y quería matarlo. - Esta bien, reite y burlate de mí, no hay problema.

-No me burlo de vos, me parece adorable que te estés preocupando tanto, implica que te importo.

-Por supuesto que me importas, ¿recién te diste cuenta de eso?

-No, a decir verdad lo note el día que tu café cayó sobre tu camisa pero parecías enojada en ese momento como para decírtelo- declara para después sacarme la lengua y toca el timbre.

Mientras estaba ahí parada no sabía que esperar pero antes de que pudiese imaginarme más cosas abre la puerta una mujer. Lo primero que noto es que tiene un cutis perfecto y que los ojazos que tanto me gustan de mi novio los heredo de ella sin duda. Lleva puesto un conjunto de pollera y camisa muy formal y me está mirando fijo como si estuviese asombrada. Cole es el que decide romper el silencio.

-Hola mama, ¿nos vas a dejar entrar a Isabella y a mí o debería llamar a papa para que te ayude a correrte?

Se ve que en ese momento la mujer se dio cuenta que se me quedo mirando más tiempo del normal porque hace un gesto con la mano para que entremos.

-Por supuesto hijo, pasen. Buenos días Isabella, la verdad es que sos hermosa y me encanta tu elección de ropa, por fin mi hijo sale con una señorita que sabe vestirse.

-Mama, ¿este es el momento donde empezas a sacar los álbumes de fotos familiares?- pregunta riéndose y agrega- Siempre que me portaba mal me amenazaba con mostrarle a todos mis amigos las fotos de cuando era bebe.

No puedo contener la risa porque me parece un acto muy maternal y dulce.

-Me parece perfecto, a veces una tiene que ingeniárselas con lo que tiene para mantenerte a raya.

-Ya me está cayendo de mil maravillas- dice su mama. - Por cierto, mi nombre es Judith pero todos me dicen Judy y te pido que me tutees.

-Bueno, gracias por la advertencia Judy, tenes una casa hermosa.

-Sí, nos costó mucho trabajo con mi marido llegar a tener la plata para comprarla pero siempre pensé que con esfuerzo todo es posible, pero pasemos al living que está tu papa Cole.

-Espera un segundo mama que necesito aclarar un situación, ¿cómo es que dejas que mi mama te llame por tu nombre completo pero a mí me odias por hacerlo?- me pregunta mientras me mira sonriendo.

-Esa respuesta es demasiado fácil, porque tu mama me cae bien- le contesto y ella y yo empezamos a reírnos.

Dos minutos le duro lo de hacerse el ofendido para después besarme, agarrarme de la mano e ir los tres hasta un salón enorme que asumí que debía ser el living. De repente un señor, que me imagine que era el padre de Cole, se levanta para venir a saludarnos y se detiene cuando me ve. Pero por dios, ¡qué le pasa a todo el mundo acá que siempre me miran raro o se me quedan mirando fijo! Ya me estaba empezando a sentir incomoda cuando Judy decide romper el silencio.

-Patrick ella es Isabella, la novia de Cole- explica y al escuchar mi nombre me pareció que se relajaba y respiraba otra vez. Se acerco y, para mi sorpresa, me abrazo.

-¿Cómo estas hermosa? ¿Qué tal fue el viaje? ¿Te está gustando nuestra pequeña isla hasta ahora?- me pregunta mientras pasa a saludar a su hijo.

-La verdad es que siempre quise venir a Key West y estoy orgullosa de admitir que supero mis expectativas por mucho.

-Es que es un lugar muy hermoso, tiene unos paisajes increíbles y eso es muy bueno para mi trabajo. Soy fotógrafo profesional en caso de que no sepas.

-Cole se olvido de contarme acerca de eso- recalco mientras miro a mi novio. - Se ve que el gen artístico viene de familia.

-Al principio admito que yo lo veía mas como vandalismo pero después empecé a tomarle cariño a esos garabatos que dibuja mi hijo- dice provocándolo a Cole.

-Papa, ¿estás tratando de ser gracioso? ¿Anunciaron lluvias para mañana?

Y con esa arrogancia tan característica de él decidimos que es hora de pasar al comedor para almorzar.

Hasta EncontrarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora