En ese momento me beso y yo comencé a llorar. Una vez que se aparto, me seco las lagrimas y tomo mi cara entre sus manos.
-Quiero que entiendas esto, jamás cambiaria mi opinión de vos, es más, creo que esto te hace más valiente todavía porque muchas personas no reaccionarían así por más que sea su madre. Sos fuerte y te amo no solo por eso, sino por la bondad que existe dentro tuyo y por la habilidad de ver siempre lo bueno hasta en personas malas. Vos iluminaste mi oscuridad con tu luz, y a pesar de que pueden existir muchas chicas que se parezcan a vos, nadie, absolutamente nadie es Isabella Lusino, solamente hay una y yo estoy enamorado de ella.
No entendía mucho a que se refería con que había una sola yo por más que muchas se parecieran, gracias a dios que existía una sola porque no sé si el mundo hubiese resistido tanto sarcasmo, pero estaba tan abrumada por lo que me dijo que lo deje pasar, decidí besarlo y tomarlo de la mano para irnos a casa juntos.
Cuando llegamos a lo que ahora podría decirse era nuestra casa estaba no solo físicamente sino emocionalmente agotada. El haberle hecho frente a mi madre, que tratara de pegarme y que Cole la detuviera había sido estresante y después tener que admitirle a mi novio que no era la primera vez que sucedía eso fue la gota que colmo mi vaso así que mi plan era llegar, meterme en la cama y no salir por días, aunque le había dicho a Ale de juntarnos mañana a las 10 am y no podía dejarlo colgado. En fin, cuando llegamos a la puerta del departamento Cole me mira.
-Voy a alzarte para hacer la entrada triunfal a nuestra nueva casa.
Empecé a reírme debido a su comentario.
-No te tenía tan echo a la antigua, aunque en realidad eso lo hacen las parejas casadas pero adelante Cole Waylen, levantame en tus brazos- le digo con bastante teatralidad.
-Isabella se que estas desesperada por casarte conmigo pero creo que deberíamos ir un poco más despacio.
-¿En serio? Y yo que ya tenía preparada hasta las invitaciones.
Es su turno de reírse ante mi comentario estúpido pero lo hace, me alza y entramos a la casa. Una vez dentro quiero bajarme pero él no me deja, sino que cierra la puerta y me lleva hasta el balcón lo cual no entendía por qué ya que hacia frio, estábamos en invierno pero quizás se le había congelado el cerebro y no se dio cuenta.
-Cole, ¿qué hacemos en el balcón? Y ¿me podes bajar por favor?
Una vez que le pido que lo haga me deposita en el piso de forma gentil ya que tengo puestos mis stilettos, que me están matando.
-Te dije en el casamiento lo que iba a hacer y yo cumplo con mis promesas- me explica dándome la vuelta.
¿De qué estaba hablando? Y en ese instante me di cuenta, hay por dios, me tomo un minuto recordar como lo provoque diciéndole que no llevaba una bombacha puesta a causa de lo ajustado que era el vestido y lo que él me dijo lque iba a hacerme. Antes siquiera que me tocara yo ya estaba caliente, anticipando todas sus caricias. Comenzó a subir sus dedos por mis muslos de manera lenta, sexy. Juagaba conmigo como si fuese un depredador y yo su presa pero no podía hacer nada contra eso, era demasiado fuerte nuestra conexión. Una vez que me empezó a tocar yo ya estaba lista para que me hiciera suya.
-Isa estas muy mojada, siempre lista para mí y eso me encanta- me susurra en el oído provocándome un escalofrío en todo mi cuerpo.
Escucho como abre el envoltorio del preservativo y espero expectante que se lo ponga para sentirlo. Lo necesito, me urge tenerlo dentro mío y sacarme todas las malas sensaciones que tengo desde que nos fuimos del casamiento.
-Quiero que te inclines sobre la baranda- me pide.
Yo lo hago y en un segundo lo sentí. Empezó a embestirme con un ritmo lento y dulce, permitiéndome disfrutar de este momento de amor y deseo. Me encantaba lo bien que me hacía sentir y una vez que empezaba no quería que terminara nunca. Lo tome del cuello y lo acerque más a mí y lo incite a que fuera más rápido y él lo hizo mientras me besaba. Empecé a sentir ese ardor en mi entrepierna y comencé a jadear cada vez más fuerte. Cole estaba cerca también ya que podía escuchar como gruñía mientras me introducía su miembro una y otra vez, cada vez más rápido y más profundo.
-Por dios, como me gusta hacerte mía, porque lo sos, no pienso dejarte nunca Isa, sos endemoniadamente sexy y me tenes al palo todo el tiempo.
Yo no podía articular palabra, lo único que salía de mi boca eran gemidos que intentaba ocultar pero sin mucho éxito. Me encantaba que me dijera guarangadas al oído o como estaba todo el tiempo excitado debido a mi.
Cuando llegamos al clímax los dos gritamos el nombre del otro y nos quedamos un momento abrazados en el balcón. En ese momento agradecí el frio para poder calmar el calor que emanaba mi cuerpo. Cole salió de mí de forma lenta y me beso el cuello de forma tierna mientras se iba al baño. Yo me quede un momento más ahí admirando la vista y disfrutando de lo placentero que era tener sexo con mi novio. Era tarde pero estaba segura que si alguno de sus vecinos estaba despierto nos habría escuchado y me sonroje de inmediato mientras entraba. Fuimos a la habitación y me paso unas de sus remeras y un bóxer para que pudiera dormir cómoda.
-Me encanta que duermas con mis remeras, después les queda el aroma a tu piel mezclada con tu perfume.
-Que suerte que siempre uso perfume entonces- le dije bromeando y amos reímos.
Nos metimos a la cama y él me abrazo para que yo apoye mi cabeza en su pecho.
-Nunca voy a cansarme de hacerte el amor Isabella.
-Que bueno, sería una pena que ya me fueras a desechar cuando me convertiste en una pervertida adicta al sexo.
-Creo que te estás equivocando, yo no te convertí, ya lo eras pero jamás habías dejado salir a tu bestia sexual.
Estalle en carcajadas cuando dijo lo de bestia sexual, me imagine saliendo de dentro mío una especie de Hulk pero rosado con baby doll.
-Ufa, yo quería culparte a vos Cole Waylen, acabas de destruir mi objetivo.
-Mas te vale tener otro Isabella Lusino porque yo querida soy indestructible. Bruce Wills y Arnold Schwarzenegger son un poroto al lado mío.
Y se ve que me quede dormida después de eso porque solo me acuerdo de empezar a soñar con un Cole a prueba de balas.
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Hasta Encontrarte
RomantizmEs increíble como dos personas pueden conocerse en un segundo y cambiar sus vidas para siempre... Isabella Lusino es una mujer simple, un poco tímida y extremadamente sarcástica. Cole Waylen es un hombre de mundo, seductor nato y un tanto arrogante...