Capitulo 37

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Una vez que me puse la bikini y un vestidito de playa tornasolado salimos hasta la Bahía donde nos subimos a un catamarán. Estaba de lo más intrigada para ser honesta porque había algo que estaba faltando. Ojo, el paseo estaba hermoso pero conociendo a Cole sabia que esto no era todo lo que tenía planeado. Después de un rato de paseo el catamarán apago sus motores y aparecieron dos instructores que nos comentaron que íbamos a hacer snorkel y comenzaron a explicar cómo debíamos usar el equipo y cuáles eran las advertencias. Me entusiasme de inmediato y le di un beso a mi novio por haberme traído. Una vez que me saque el vestido de playa y me quede con mi bikini él palideció.

-Siempre que pienso que voy a hacer algo que te guste me llevo una decepción- afirmo provocándolo y haciendo puchero.

-Esa bikini no es apta para todo público.

-Eso no tiene lógica, si no me la pongo para ir a la playa ¿cuándo la usaría? ¿Mientras barro en casa?

-Usala para separar las medias blancas de las de color- se burla mientras se acerca y me rodea con sus brazos. -Te queda demasiado bien, no me gusta nada que todo el mundo te este mirando.

-Deja de ser paranoico, si yo me tengo que bancar que cada mujer que pasa por al lado tuyo se desmaye por tu hermosura vos podes bancarte a uno o dos miopes que no saben ni lo que están mirando- le digo mientras le aprieto los cachetes lo que lo hace parecer adorable.

La excursión al arrecife para hacer snorkel fue un éxito, me encanto. Vimos una gran cantidad de peces de todos los colores que uno se pueda imaginar entre otros animales que viven bajo el agua. Es increíble pensar que hay tantas cosas que uno no conoce y que son alucinantes.

Cuando volvimos con el catamarán ya era de noche así que paramos en un local a comer una pizza con cervezas y volvimos al hotel. Llegamos a la habitación y los dos nos tiramos en la cama rendidos por el día agotador que habíamos tenido. Le pregunte a Cole si teníamos planes para visitar algún lugar mañana y me dijo con aire distraído que íbamos a ir a pasear con sus amigos. Dos minutos antes de que empezáramos a charlar había recibido un mensaje de texto que lo había dejado pensativo, no sé lo que era y tampoco estaba segura si era mi lugar preguntarle. Decidí dejarlo así y le dije si le parecía que hiciéramos la reseña ahora para no tener que preocuparnos mañana por el tema. Él accedió así que nos pusimos a escribir y, mientras lo hacíamos, íbamos intercambiando ideas y experiencias. Una hora y media más tarde habíamos terminado y la verdad es que estaba muy buena, era uno de los mejores artículos que había leído en la editorial y eso que estoy trabajando ahí hace ya un año. Estaba súper orgullosa de nosotros y estaba segura de que Cinthia se iba a sentir muy complacida cuando se la enviásemos. Lo único que arruinaba mi buen humor era Cole, no sabía qué era lo que le pasaba y hacia tiempo ya que estaba sin hablar así que decidí ir directamente al grano.

-¿Qué pasa? ¿Por qué estas así?

-¿De qué hablas Isabella? ¿Así cómo?

-Desde que recibiste un mensaje de texto hace unas horas que estas en silencio, cabizbajo y te conozco lo suficiente como para saber que algo te pasa así que, antes de irnos a la cama me gustaría saber qué es lo que tiene así a mi novio- le comento en el tono más suave posible.

-Mi mama se entero que vine con mi novia y quiere que vayamos a almorzar con ellos mañana y sé que es todo un tema conocer a la familia de la otra persona y no quería que te sintieses presionada y no sé cómo decirle a mi mama que no. Ojo, si por mi fuese te hubiese llevado el primer día que llegamos pero no quiero adelantar ese tipo de cosas y que se arruine nuestra relación.

Estaba para comérselo, todo compungido porque pensaba que iba a salir corriendo solo por ir a almorzar con sus padres. A veces con su arrogancia tan presente todo el tiempo me olvido que en verdad es un chico vulnerable. Tiene una apariencia tan masculina y demuestra tanta confianza que es difícil a veces pensar que se preocupa por ciertos detalles.

-Me encantaría conocer a tus padres así que deciles que vamos a estar allá a la hora que nos digan, y la próxima vez que te preocupe algo consultamelo en vez de hacerte una película. Y sabe para la próxima que conmigo podes hablar de lo que sea.

-Muy bien, quiero comentarte otra cosa que me preocupa mucho en ese caso y es que debajo de tu bikini estés ocultando algún tipo de arma letal así que tendría que inspeccionar el área para sentirme seguro- explica y empieza a acercarse a mí.

-De ninguna manera, aparte, no creo que puedas alcanzarme.

-Isabella, no tenes idea de lo que me gustan los retos.

-La verdad que no- le digo provocándolo.

Y así fue como termino persiguiéndome por toda la habitación y yo corriendo como una loca hasta que terminamos los dos en el balcón.

-Me encanta lo mojada que estas, siempre tan dispuesta para mí- dice mientras me acariciaba por encima de la bombacha.

-No existe otro hombre con quien haría esto.

-Me parece perfecto porque sos mía y quiero que todo el mundo lo sepa- afirma mientras empieza a desvestirme ahí mismo.

Dios mío, me estaba transformando en una exhibicionista y lo peor de todo es que no me importaba en lo más mínimo.

Hasta EncontrarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora