Capitulo 23

1.4K 114 1
                                    

-Isa, este chico es lo mejor que me paso en mi vida. Me trata con tanto amor que a veces pienso que no es real.

-No sabes cuánto me alegro de que estés con alguien que te aprecie de verdad Ambar- le sonrió mientras la abrazo. -¿Cuándo voy a conocerlo?

-Estaba pensando mientras venia corriendo para acá que una noche podríamos salir los cuatro juntos, vos, Cole, Tommy y yo.

-Pero que excelente idea, no sé cómo se te fue a ocurrir- le digo y ambas nos reímos.

Entramos con el resto del grupo a la sala de conferencias donde ya estaban Cinthia y Cole sentados. Ella se levanta y empieza a hablar.

-Hola chicos, ¿cómo están? Esta semana el señor Cole Waylen me propuso una idea que me pareció genial. Como muchos saben las revistas de turismo por lo general todos los meses mandan a uno o dos de sus integrantes a diferentes lugares del mundo a que hagan reseñas ya sea de un hotel, restaurant, un show en particular o de una ciudad en sí, así que a Cole se le ocurrió que nosotros podríamos hacer lo mismo en nuestra sección de turismo y no solo eso, sino que de esto podrían encargarse dos sectores en conjunto dando diferentes datos y giros a la reseña para que fuese más interesante y así captar mayor cantidad de lectores. Así que hoy, me enorgullece decir que Cole Waylen e Isabella Lusino van a viajar a Key West para hacer una reseña compartida desde la perspectiva de turismo mezclada con la lectura ya que allí se encuentra la casa de uno de los más grandes escritores, el famoso Ernest Hemingway.

En ese momento todos empiezan a aplaudir y a hablar de que gran idea que era esto pero yo no salía de mi asombro y lo único que hice fue mirar a Cole que estaba sonriendo mostrándome ese hoyuelo con aire triunfador. Él había armado esto a propósito, por eso hoy estaba tan apurado por irse y llegar a la oficina, la convenció a Cinthia de viajar ahí porque sabía que era uno de mis sueños. No tengo idea de cómo me contuve para no llorar, estaba demasiado emocionada, demasiado feliz, estaba como Ambar preguntándome si esto era real.

-Isabella, ya les reserve dos pasajes, salen hoy a la noche, así que tal como le dije a tu compañero, agarra de la oficina todo lo que necesites y tenes el día libre para ir a empacar. Van a llegar a Miami por la mañana y por la tarde noche van a estar arribando a Key West. Se van a quedar hasta el lunes por la mañana que viajan hasta Miami para tomar el vuelo de la noche a Buenos Aires. Espero que puedan hacerlo y que sea un éxito la reseña. Antes de salir del hotel tienen que enviarme el borrador para ver si necesita retoques para publicarlo lo antes posible.

-Por supuesto Cinthia, no te vamos a defraudar y muchísimas gracias por esta oportunidad.

-Te la mereces corazón- me dice y acto seguido se va a charlar con Guido.

Yo me levanto de mi asiento y voy directamente a mi escritorio a buscar mi laptop entre otras cosas. Siento que estoy tocando el cielo con las manos y que seguramente me voy a olvidar mil cosas porque mi cerebro no puede ni pensar en este momento. Siento que alguien me abraza de atrás.

-¡Amiga no lo puedo creer, te vas a ir de viaje con ese bombón que está muerto por vos! Qué suerte que tienen algunas. En cuanto llegues me tenes que mandar el número de teléfono del hotel así te llamo por tu cumpleaños.

-¿Cuándo cumplís años? - escucho que pregunta Cole al lado nuestro.

-El viernes, cumplo 26.

Aparece su sonrisa traviesa y sé que el siguiente comentario debería estar prohibido para menores de 18 años.

-Isabella, no tenía idea de que cumplías años. No te preocupes que voy a organizar una fiestita que no vas a olvidar en tu vida.

Hasta Ambar se puso colorada así que ni hablar de cómo estaba yo. Sin decir nada mas, mi amiga me da un abrazo deseándome suerte y voy con Cole hasta el ascensor para irnos a nuestras respectivas casas a hacer las valijas. Una vez dentro, cuando empieza a bajar aprieto el botón de emergencias que hace que el ascensor se pare de inmediato, salto encima de él y lo beso. En cuanto se rozan nuestros labios me doy cuenta que está muy sorprendido pero no le cuesta trabajo enganchar mi ritmo. Me devuelve el beso con pasión y sus manos empiezan a trepar por mis piernas hasta llegan a mi culo haciendo que la pollera se levante toda. Yo no sé donde dejar mis manos, su cuerpo es una delicia, está muy bien formado y cada musculo que tiene esta marcado. Estamos demasiado calientes como para pensar y yo lo único que quiero es sentir pero, en ese momento Cole aparta su boca de la mía.

-Me alegra que mi sorpresa te gustase pero vamos a tener como mínimo tres días para nosotros y no quiero hacerte mía en un ascensor como si fueses una mas, sos demasiado importante para mí- confiesa entre jadeos.

Dios mío este hombre estaba haciendo que pierda la cabeza. Me bajo de encima de él, me acomodo la pollera y la camisa y vuelvo a apretar la planta baja para que el ascensor empiece a andar de nuevo. En cuanto salimos de la editorial acordamos a qué hora iba a pasar a buscarme con un taxi para ir al aeropuerto pero antes de que cada uno vaya en dirección contraria me agarra de la cintura y me mira con lujuria.

-Yo sabía que el angelito que te susurraba al oído tenía que desaparecer en algún momento.

Me causo gracia su comentario más que nada porque no entendía que le hacía pensar que yo era solamente buena. Por supuesto que era tímida, especialmente cuando hacia un comentario sexual, pero tenía mi lado lujurioso o juguetón solo que, por lo general, no salía a la luz pero como me encantaba molestarlo para bajarle el ego, cada vez que podía se abría paso la diosa segura y confiada que había en mí para contestarle sus comentarios.

-¿Quién te dijo a vos que es un ángel el que me susurra?- le respondo y le guiño un ojo.

Lo dejo medio boquiabierto para después ver como se sonríe mientras que yo ya empecé a caminar.

Hasta EncontrarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora