Los gemelos Channy

48. Su boca en mi mano

Noah

Huyo por los pasillos al escuchar la voz de Tyrone y oigo el timbre, así que aprovecho en irme rápido. Llego a la salida de la escuela y presiono la galleta en mi mano, cuando soy detenido por el brazo en el camino. Giro mi vista y me encuentro con Heinz.

—Eh... Ah... Yo... —mis dedos aprietan la galleta con fuerza.

—¿Te escapas de mí? —sonríe.

—De muchas cosas... —digo nervioso.

Levanta mi mano, lentamente abré mis dedos que se presionan porque lastiman mi palma, la cual ya está roja y agarra la galleta.

—Lo siento, no estaba intentando forzar tu respuesta, no fue a propósito —besa la herida y me sonrojo —entenderé si no quieres... —me suelta —me iré ahora.

Camina unos pasos y le agarro la mano que tiene la galleta. Siento que el corazón me va a mil, pero de mi boca sale un...

—Yo sí quiero...

Se hace un silencio eterno, se acerca hasta mí, levanta mi barbilla y cuando nuestras bocas están sólo a centímetros, el ambiente termina por cambiar.

—¡Sálvese quién pueda! —escucho a Lía y nos separamos.

—¿Qué... ¿Qué ocurre? —intento formular palabra cuando la veo correr —¿Noah? —es tan complicado hablar de mi mismo cuando no soy yo.

—¡Hola! Estoy corriendo —explica aumentando la voz —¡Un gato me persigue!

—¿Un gato? —dice Heinz.

—¡Nenaza! —oigo a Tyrone y me escondo detrás del chico de ojos azules.

Aquel demonio sonríe cuando alcanza hasta dónde estamos.

—Ahora sí me las pagarás caro —levanta el puño.

Yo espío estando detrás de Heinz, Tyrone irradia ira, más de lo habitual, me odia más que antes ¡¿Qué hiciste Lía?!

Parece que tengo la vida acabada... Voy a irme preparando, lo juro, me esconderé debajo de una montaña, para nunca regresar y viviré disfrazado para siempre.

Nunca, nunca nadie me encontrará ¡Jamás!

Mejor, así vivo en paz...