77. Ir detrás de Heinz

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Actualidad...

Noah

Tyrone me empuja contra la pared, luego de que lo insulte de muchas maneras posibles, como nunca me atreví a hacerlo.

—¡Sueltame! —exijo mientras sigo llorando porque por su culpa Heinz está enojado conmigo —pude habérselo dicho de otra manera... Pude...

—¡Cállate, nenaza! —me grita y presiona mis muñecas que están contra la pared —¡¡¿De lo único que vas a hablar es de ese idiota?!! —se acerca a mi rostro —como me irrita...

—Alejate —le corro la cara, entonces me la agarra para que lo mire —déjame, no quiero...

—Deja de lloriquear nenaza, sabías que esto iba a pasar desde que te bese en el pasillo de la escuela, no te hagas el sorprendido.

Mis ojos se abren en grande cuando junta sus labios con los míos y sigo intentando zafarme. Mi única mano libre, hace fuerza para empujarlo, pero es obvio que es más fuerte que yo. Separa a centímetros nada más, su boca de la mía y puedo sentir su respiración.

—Nenaza... —susurra rozando mis labios.

—Sueltame... —respiro agitado —me quiero ir...

—¿Para qué? —frunce el ceño —¿Para ir detrás de Heinz?

En parte... Pero no voy a decir eso, que de seguro se enfada más y no escapare nunca.

—No... Quiero ver la Lía —respondo con mi otra verdad.

Sonríe de lado y me da escalofríos, se me eriza la piel.

—Los gemelos son tan unidos —se acerca a mi oreja —me pregunto por qué nunca me fijé en Lía, me he follado a casi todas las chicas del colegio —toca mi labio con su pulgar —creo que me falta una...

¡¿Acaba de decir quiere tener sexo con mi hermana?!

—¡¡Que vergüenza!! —chillo —¡¿Por qué me estás diciendo algo como esto?! —grito sonrojado —¡¡Estás loco, sueltame!! —forcejeo.

—¿Y recién te das cuenta...? —se ríe —. Y yo que creí que la lenta era Lía —sonríe ampliamente.

—No quiero oírte más, quiero irme, déjame en paz... Tengo que... —mis ojos vuelven a humedecerse —necesito... —bajo la vista y evito decir lo que casi de me escapa, pero él frunce el al darse cuenta.

—¿Buscar a Heinz? —exclama irritado, sus dientes se presionan y de un momento a otro, bruscamente me da la vuelta contra la pared, se acerca a mi oído —te voy a mostrar tu lugar, nenaza —susurra y me mordisquea la oreja.

¡Ay mamá, me quieren violar!

—¡¡Espera, espera!! —chillo.

—¿Qué? —oigo que me dice en un tono leve.

—No puedes hacer eso...

—¿Por qué no? —su mano desciende hasta dónde está mi falda.

—Porque... Porque...

¡Piensa Noah, piensa! Por una vez en tu maldita vida ¡Piensa!

Los gemelos ChannyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora