Los gemelos Channy

109. Mi juego, mis reglas

Lía

Visualizo a Noah venir corriendo, llorando por los pasillos de casa. Ya me parece hasta raro verlo con ropa de chico, pero es fin de semana, obvio que elige esa vestimenta. Lo que no es extraño es que esté llorando.

—¿Y ahora que te pasa? Ya fuí al quiosco, no compraré nada más —digo poniéndome un chupetín en la boca.

—¡¡Lía sálvame!! —lloriquea y me abraza asustado.

—¿De qué? —levanto la vista y me sorprendo al visualizar a Tyrone salir del cuarto.

Este sonríe cuando se acerca.

—Hola, chica bruta —se mira la cremallera y se sube el cierre —uh, se me escapa —se ríe.

—¡¿Qué haces tú aquí?! —le tiro el chupetín con fuerza pero no logro darle.

—Yo lo invité —oigo detrás.

Me giro irritada mirando a Dan y Noah no deja de sostenerse de mi brazo asustado.

—¡¿Qué te da derecho a hacer eso?! ¡¡Esta no es tu casa, regresa de donde viniste!!

—De una caja de tornillos —se burla Tyrone volviendo a reírse.

El castaño frunce el ceño.

—Ya entendí la indirecta... —luego sonríe —vine para quedarme.

—¡He dicho que te vayas! —le grito más enfadada.

—No le insistas, su padre ha salido de la cárcel, un poco de compresión —explica de repente Tyrone y quedo tildada un segundo, luego aclara —y hablando de padres, tenemos que ir a visitar a los míos —bufa —¿Ni en fin de semana te vistes de mujer? Que decepción...

Me doy vuelta para mirarlo.

—¡¿Qué te importa?! ¡Y te dije que lo de fingir ser tu novia, ya caduco! —le repito lo de la otra vez —¡Así que olvídalo!

Se acerca a centímetros de mí, Noah se estremece, yo me quedo quieta observando su altura, pero no me petrifico, lo miro desafiante.

Entrecierra los ojos y luego sonríe.

—Yo soy el creador de este juego, yo doy las reglas y yo hago lo que quiero con mis juguetes ¿entendiste?

—No soy tu juguete ¿entendiste? —levanto el puño —¡Obligame y verás lo que pasa!

—De acuerdo, tú lo pediste.

Ha gran velocidad, me separa de Noah, me agarra de la cintura, me alza y mi estómago queda sobre su hombro mientras pataleo.

—¡Ah bájame, imbécil!

—¿Dónde están sus padres? —le pregunta a Dan —Porque esta grita mucho y no queremos levantar sospechas.

—Oí algo de una caridad, la iglesia y no sé que porquería más... —le contesta el castaño.

Tyrone maldice por lo bajo, parece que no le gusta la palabra "iglesia" y luego se dedica a lo que sigue, dando una nueva orden.

—Oculta a Noah hasta que regresemos...

—¡¿Eh?! —forcejeo —¡¡Dejalo en paz!! —le doy varios golpes a su espalda.

—Con algo debo amenazarte —se ríe. Camina hasta Noah y le levanta la barbilla —volveré por ti... Recuerda decirle a mami lo que te dije.

Mi hermano se queda pálido, Dan sonríe, yo sigo forcejeando y otra vez debo admitirlo... ¡Tyrone me ha secuestrado de nuevo!