Los gemelos Channy

36. Amistad pérdida

Noah

Heinz acerca su boca a la mía, ya que no respondo a su confesión y reacciono intentando retroceder, pero claro eso es imposible, estoy sobre él.

¡Me quieren besar, sálvese quién pueda!

—¡No te atrevas! —le pongo mi palma en la cara, nervioso.

—Si no me respondes, te besaré —amenaza con un sonrisa y me baja la mano.

—¡Eso es trampa! —le grito mientras mis mejillas arden a más no poder.

Se ríe.

—Sí, tienes razón, creo que he sido malo... Me portaré bien —amplia su sonrisa y mira para un costado —ya pues... Entonces déjame abrazarte —me rodea con sus brazos.

—¡Basta! —forcejeo y luego lo miro directo a sus ojos azules —¿Por qué te gusto?

Maldita curiosidad ¿De dónde ha salido? ¡Callate boca!

—Es qué... Eres adorable.

¿Soy adorable? ¡Lía es adorable, eso debe ser!

Me lo planteo ¿Lía es adorable?

¡¿Por qué estoy pensando tanto?!

—¿Qué quieres decir con adorable? —frunzo el ceño.

—Cambiaste y me empezaste a gustar, no sé... —se ríe —eres tan linda —me abraza otra vez —¡Amo lo adorable!

¡Sálvese quién pueda! Un aficionado por las cosas tiernas ¡No soy un muñequito!

La gente está loca, mejor me oculto en una montaña.

De repente la puerta de la enfermería se abre y visualizo a Zana, una de las amiga de Lía entrar. Se ve desconcertada ante la situación y sale corriendo, sin previo aviso.

—Se veía mal... —opino.

Él me suelta.

—Ve a ver, es tu amiga ¿No?

—¡¿Eh?! ¡Sí! —aprovecho para alejarme y de paso averiguo que sucede.

Corro hasta Zana pero cuando se detiene, me mira con odio y con los ojos humedecidos.

—¿Zana? —digo nervioso y de repente me pega un cachetazo.

—¿Cómo pudiste...? —expresa irritada —¡¿Cómo pudiste sabiendo que me gustaba Heinz?! —lágrimas caen de sus ojos —tanto hablar de Dan... Y al final eres una hipócrita... ¡Maldita trepadora mentirosa! —me grita y me sobresalto —¡Nuestra amistad se acabo! —se va corriendo.

Ay... Esto está mal, muy mal.