174. Mis ocultos secretos

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Gregor

La rabia que me invade es inmensa, quiero despedazarlo a golpes cada vez que habla.

—¡Espera Gregor! —grita Lía —¡Lo hace a propósito, no le sigas el juego! —me aclara pero estoy nublado por mi enojo.

—Dan tiene que pagar —me mantengo sumergido en el pensamiento de él besando a mi novia.

No puedo quitarme la imagen de la cabeza. Presiono el bate con el que ya lo golpeé dos veces y el objeto culpable de que su cabeza sangre.

—¿Qué esperas? ¿o acaso no sabes jugar beisbol? —me provoca, sabe que no estoy en mis cabales.

La cuestión es ¿qué busca?

Intento golpearlo otra vez pero ya no tengo el bate en mi mano. Confundido reacciono, observo a Tyrone que ha llegado y me lo ha quitado.

—¿Juegan y no invitan? —se ríe, Dan frunce el ceño y el morocho me observa a mí —si los ve un profesor, tu padre no te dejará encerrado tan sólo una semana, tienes suerte de que lo vi primero al que venía para acá —mira al castaño —¿Estoy en lo correcto?

—¿Quién te pidió que te metieras? —se queja.

—Frustrar tus planes siempre es muy satisfactorio —expresa su hermana que viene detrás de él.

Dan sonríe.

—Nayeli, ¿Cómo estás? ¿cómo te trata la vida? ¿te has vuelto más estúpida de lo que ya eres?

—Mi vida está mejor que la tuya, seguro —mueve su cabello y luego mira a Tyrone —ya me voy, llegaré tarde.

—Avísame cualquier cosa —le dice y ella asiente para luego retirarse.

—Muy lindo todo ¿pero quién me quita la rabia? —exclamo irritado.

—Yo lo haría pero a mí no me das oportunidad —expresa Adelaine acercándose y apoya sus manos sobre mi hombro —por eso tengo otra idea.

—¿Puedes decirle la idea sin tocarlo? —Lía presiona el puño.

—¡Ay que linda! —Linzy la abraza y ella grita.

—¡Ah maldita loca! —forcejea.

Voy a actuar, acercándome a ellas, cuando Adelaine me detiene, posando su mano en mi brazo y continuando con su insistente monólogo.

—Tengamos una cena de parejas y prometo contarte uno de mis más ocultos secretos. Como por ejemplo, porque vinimos aquí ¿No te parece una oferta tentadora?

Si supiera la razón, sabría cómo deshacerme de estas dos, realmente atrae la idea.

—¿Cuál es la trampa? —la miro molesto.

—La trampa es que la que guarda secretos no es Adelaine —responde Tyrone y mira a Linzy —sino la retrógrada.

—¡Addy! —pide auxilio, suelta a Lía corriendo hasta su hermana, se agarra de su brazo y lo señala —¡Dijiste que lo controlarías!

—Como si fuera posible controlar a todo el mundo —rueda los ojos.

—A todo el mundo no, pero a la mayoría sí —le aclara Dan y se ríe.

—Huy que malote —se muerde el labio inferior.

—Escuchar su conversación me da ganas de vomitar —me suelto del agarre de la rubia —y tu propuesta no es aceptable, viendo que estás mintiendo.

—Puedo decirte de dónde consigo mi información si quieres, pero como ya dije, debes aceptar mi oferta —Adelaine mira hacia el pasillo —ah miren quién llegó, Brunito. Sólo parejas, lo siento, por eso tú no estás invitado a la cena —luego mira a Lía —ah pero tu hermano y tu cuñado si pueden venir, Heinz y Noah ¿cierto?

—¡¿Cómo sabe tantas cosas esta tipa que recién conozco?! —se enfada mi novia y la señala.

La rubia se gira a mirarme y me sonríe observandome.

—Solo Gregor podrá averiguarlo.

Los gemelos ChannyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora