Los gemelos Channy

203. No tiene lógica

Gregor

Lía recupero la memoria, pero todavía está el tema con Adelaine. Ella cree que yo la besé porque quería. Fue una trampa, una horrible y detestable trampa.

¿Por qué yo iba a besarme con Adelaine? Esa es la más impura lógica, no tiene ni sentido. Con más razón, siendo que he demostrado varías veces que no me cae bien.

Ni ella, ni la otra.

Entro al aula, nuevo día de clases, me siento al lado de Tyrone y lo miro mal.

—Dile —exijo.

—¿Para que mierda le voy a decir a tu novia que yo te traje allí a propósito para que los viera?

—¡Por esa misma razón! —aumento la voz.

—No va a creerme...

—¿Por qué no?

—Simple, porque soy amigo de Adelaine, por eso. Y porque... —hace una pausa deteniéndose.

—¿Por qué...? —insisto.

—Ya se lo dije y no me creyó —gira su vista a un costado, evitando mirarme.

Sonrío.

—El señor orgullo tiene corazoncito —me burlo.

Vuelve a mirarme frunciendo el ceño y presiona sus dientes hasta que se queja.

—¡Ag! Cállate.

—¿Se divierten? —oigo a Dan y ahora soy yo quién frunce el ceño —parece que sí —sonríe pero yo también lo hago.

—Sí, sabías que Lía... —Tyrone patea la mesa —¡¿Pero que te pasa?! —me alarmo.

—Tengo sed —apunta con el dedo a Dan —¡¡Traeme un maldito vaso de agua, Cabeza de tornillo!!

Bufa.

—Pídeselo a él.

El morocho le tira su mochila en la cabeza y al castaño no le queda otra que irse, yo sólo me levanto lentamente, para no ser atacado por ese enojo repentino.

—¿A dónde vas? —exclama y me paralizo.

—Es que...

Se ríe.

—Sigues siendo un cobarde.

Frunzo el ceño.

—No quiero recibir una paliza.

—Nadie va a recibir una paliza, sólo evite una catástrofe.

—¿De qué hablas?

—La chica bruta me pidió un favor, ni Dan ni Linzy se tienen que enterar de que ella recupero la memoria.

—¿Te pidió un favor? ¿A ti? —exclamo irritado.

—Obvio, está enojada contigo ¿o lo olvidas?

—¡Pero tú...!

—Extrañamente somos amigos —se ríe.

—Eso no tiene lógica.

—Nada tiene lógica hasta que se comprueba, además —se levanta de su asiento —si me disculpas, tengo que buscar un Copito.

—Espera un segundo —lo detengo.

—¿Hiciste lo que te pedí?

—Sí, sí llamé al psiquiátrico.

Sonrío.

—Bien, es mi turno de jugar —saco de mi bolsillo un cigarro y lo enciendo.

Querían guerra, ahora se las voy a dar. Primera parte de mi plan concretada, lo siguiente, demostrar quién es un peligro.