Los gemelos Channy

132. "Matemos pájaros"

Tyrone

Corro en aquella cancha y como el profesor no está mirando, empujo a lo bruto al que quiere quitarme el balón, salto con fuerza y encesto.

—¡¡Ahí tienen estúpidos, punto!!

Las chicas gritan mientras yo festejo, les guiño el ojo y chillan como desesperadas, para luego acercarme a las bancas a agarrar mi botella de agua.

Que calor... Necesito un copito.

Salgo del enrejado y paso por la puerta, relamiendo mis labios camino hasta las tontas que aclamaban mi atención.

—¿Quién quiere jugar conmigo esta noche? —muevo mi celular entre mis dedos.

Se quedan quietas y se avergüenzan. Miro a la más callada y me le acerco. Tomo su celular, le escribo mi número, se lo devuelvo, para luego dar la vuelta retirandome.

—¡Cabeza de tornillo! —llamo al castaño que está con un asunto de piernas como yo, aunque él va más rápido, pero le arruino el momento —¡¡Ven aquí!! —le grito ya que tarda en obedecer.

Baja a la chica, se acomoda la ropa y sale detrás de aquella pared, le dice algo al oído a la muchacha, la cual se sonroja para luego salir corriendo. Entonces él al fin decide acercase hasta mí.

—¿Qué pasa? No sé si te habrás dado cuenta, pero estaba jugando —me aclara como si me importará.

Frunzo el ceño.

—Puedes jugar después, averigua en que canchas está jugando la escuela de Copito.

—Sabía que preguntarías —me entrega un papel con cada una.

Sonrío.

—Que rápido.

—La chica con la que me cortaste el rollo es de su escuela.

Me río.

—Tú no pierdes el tiempo, matas dos pájaros de un tiro.

Sonríe con malicia.

—Y puedo matar tres —saca su celular y me envía un mensaje.

Mi teléfono suena y lo saco de mi bolsillo. Ya me excite.

—¿Es la Nenaza?

Es una foto actual de Noah. Tiene el uniforme deportivo, pero le queda más femenino que el escolar. Ya me he puesto cachondo, maldición.

—¿Quieres qué mate cuatro pájaros?

Levanto una ceja y dejo de deleitarme con la foto, para mirar al no tan inútil amigo, así que sonrío sintiéndome satisfecho con su actitud.

—Te escucho.