Los gemelos Channy

180. Ya entendí todo

Dan

La puerta de mi cuarto se abre y antes de que pueda verla, abro mi ventana, ocultándome en el tejado de la casa.

—Dan... ¿Hijo?

Vete, vete, vete...

—Dan, ¿Estás aquí?

¡¿Por qué no te vas?!

—Traje algo para tu herida —insiste —Dan, por favor, hablemos.

No te vas tú, me voy yo.

Miro hacia abajo y observo la enredadera de la reja. Avanzo hasta allí lentamente y desciendo por esta hasta tocar el pasto del jardín trasero. Busco en el arbusto y agarro mi mochila, yéndome de allí.

Al llegar a la escuela, camino por la entrada visualizando a las gemelas. Puedo distinguir a Adelaine porque tiene el cabello más largo y lacio que Linzy, por lo demás son totalmente idénticas. Si no fuera por eso, ellas también podrían intercambiarse entre sí, aunque ahora los profesores están más atentos con ese tema.

—Creo que tú y yo tenemos una cuenta pendiente —me acerco y ella se ríe.

—Hoy no cariño, hoy vamos a hacer otro tipo de juegos.

—¡Ya quiero jugar! —aplaude Linzy feliz.

—¿Y no me van a contar o al menos dar una pista? Prometo no destruir sus planes.

—Pues... —Adelaine deja de estar concentrada en su plan macabro cuando visualiza a alguien más.

Giro mi vista percatandome de la presencia de Emmanuel, el cual va caminando adelante de nosotros.

—¿Te interesa? —pregunto y ella se sobresalta.

—¿Qué? ¡No! —se ríe aunque no suena muy convincente —solo es un chico guapo, nada más.

—El buen samaritano de Emma, no creo que combine contigo —opino.

—Yo pienso lo mismo —levanta el dedo Linzy —además Addy tiene prioridades ¿No hermanita? —ladea la cabeza.

Ella sonríe.

—Estoy de acuerdo.

Analizo la situación y me doy cuenta de algo, así que sonrío. Ya entendí todo.