Los gemelos Channy

172. Emociones fraternales

Bruno

Ayer me divertí mucho, baile, tome jugo ¡Y me disfrace de conejito asesino! Aunque después Emma me quito otra vez el cuchillo ¡Pero no importa, porque fue genial!

—Hay que hacer más cosas como estas, ¡Estoy muy contento! —le digo muy alegre a Heinz mientras caminamos juntos a la escuela.

—Concuerdo —me sonríe —así piensas en momentos bonitos y no en sensaciones macabras.

—A esas las dejamos para las pelis de terror —me río.

—Ya las películas de terror no te asustan Bruno —me provoca.

Hago puchero.

—Claro que no —luego exclamo emocionado poniendo mis manos en mis cachetes —pero me sirven para abrazarme a un chico fuerte y guapo —levanto un dedo, sonriente —los beneficios de la soltería.

Se ríe.

—Buena táctica —mira hacia adelante visualizando Noah y lo señala —me adelantaré —. Asiento viendo como se retira.

Ha pasado tiempo, pero realmente ahora hemos vuelto a ser verdaderos hermanos. No es que no lo fuéramos, pero me he pasado de la raya con Heinz. Ciertamente me aferré demasiado a él, tanto que hasta no era correcto de la manera en que lo miraba. La falta de cariño hacia mi mismo es una grieta que es fácil de romper y simplemente me aproveche de las emociones fraternales de Heinz, para atender las mías propias. Fuí egoísta, puedo notarlo.

¿Qué ha cambiado ahora? No lo sé, no tengo ni idea, será que no estaré tan abrumado o quizás estoy madurando.

—¡Nah! —me río y sigo avanzando mientras estoy en la entrada de la escuela.

—Hola Bruno —oigo esa voz y me giro a ver sorprendido.

—Nayeli.

—¿Cómo estás? —me sonríe la alegré morocha.

—Bien —pongo un dedo en mi boca y bajo la vista confuso de cómo reaccionar.

—¿Quién diría que te vería otra vez? Te diré la verdad, ¡Me alegra! —exclama feliz.

—¿Por qué me estás hablando? —evito mirarla.

—Porque mi hermano me está ignorando —se ríe y señala detrás de nosotros.

—¿Eh? —miro hacia atrás visualizando a Tyrone caminando perdido en sus pensamientos.

—¡Hey Ty, mira quién está aquí! —grita Nayeli y me sobresalto.

—¿Qué haces? No lo llames —le aclaro alarmado.

Sus ojos grises se giran hacia nosotros, me mira los segundos más eterno de la vida y luego observa a su hermana, acercándose más rápido.

—¡Apúrate! —le exije y ella lo sigue —¡¿Qué esperás?! —le grita —¡No tengo todo el día!

—¡Ya voy, ya voy! —se ríe y comienza a correr para caminar a su lado sonriente.

No sé que le dice ya que están lejos, pero se ven animados conversando, hasta él le revuelve el cabello y se ríe con ella. Siempre se han llevado muy bien. Bueno, después de todo la llama "su adorada Nayeli". Recuerdo que cuando Dan se metió con ella, ese imbécil hubiera no deseado hacer nada.

Igual Dan se lo merecía.

Lo que no entiendo porque esa amistad perdura, Tyrone nunca debió haberlo perdonado.