134. "Tiene el control"

2.3K 273 43
                                    

Bruno

¿Más irritable no puede ser esa Lía? Me alejo de ella y camino por los senderos del club, soy detenido por el amigo de Tyrone, Dan. El cual se pone en mi camino, así que no puedo ni avanzar.

—Muevete —exijo —no estoy de humor...

Él sonríe.

—Es que tengo que matar pájaros ¿Me acompañas?

Lo empujo y continúo mi camino, miro hacia atrás, pero no me sigue, en cambio hace una seña que no logro entender, hasta que me choco con el profesor.

—Lo... Lo siento... —expreso avergonzado y bajo la cabeza.

—Bruno Eglesfield —mira un papel —ya que no estás jugando, ve a buscar los balones al almacén.

Me sobresalto.

—¿Eh? Pero... —giro mi vista hacia atrás y veo a Dan que me saluda.

¡Lo hizo adrede! Le dijo al profesor que no estaba haciendo nada ¡¿Por qué?!

—¡Vamos, muevete! —exije.

—Pero iba a ver el partido... —pongo mi dedo índice en mi labio inferior con un gesto triste.

—¡Pues apresúrate si no te lo quieres perder! —me reprende y salgo corriendo.

¡Eso no es justo, no llegaré a ver el turno de Emma!

Rápido, rápido... ¡Corre!

Cuando llego, abro la puerta y olvido por completo lo que estaba pensando.

Tyrone... Encima del enano. Es obvio que es una trampa, pero no puedo concentrarme.

Me observa y sonríe.

—Hola Copito, ¿Te molesta? Estamos ocupados.

Respiro con agitación, mi pecho se comprime, duele. Quiero llorar, trago saliva y retrocedo, término chocandome contra un torso.

—Parece que te gusta mirar —me giro visualizando a Dan.

—No es cierto...

—¿Te dolió? —sonríe.

Me quedo callado y oigo la puerta, así que vuelvo a observar en esa dirección.

—Se nota que sí —veo a Tyrone parado en frente de mí —así aprenderás quién tiene el control de la situación.

—¿Te crees importante...? —mis ojos se humedecen —no eres nadie... —lo empujo —¡Muérete! —salgo corriendo.

Cuando creo que me siento seguro y me aseguro de que nadie me sigue. Camino dejando que las lágrimas se me escapen.

—Te odio... Te odio... Te odio... —me refriego los ojos repitiendo varias veces mi acción. Agarro el prendedor en forma de copito y me preparo para tirarlo —¡Te odio...! —me detengo, mi brazo no se mueve. No puedo —te odio... —vuelvo a decir.

—¿Bruno? —me sobresalto y luego levanto la vista visualizando a Emma —¿Qué pasó? ¿Por qué lloras? —me mira con preocupación.

—No puedo... —miro el copito y lo presiono con fuerza.

—¿El qué?

—No puedo controlarlo... —me agacho y me abrazo a mí mismo —mis emociones... No puedo... —más lágrimas inundan mi rostro —me odio por no poder controlarlas.... —me agarro de la cabeza y el copito se cae, me sobresalto cuando el pelirrojo, lo agarra.

—Se ve que estás en un problema gordo —me lo alcanza —pues te daré un consejo, no luches con ellas, aceptalas y todo quizás se vea más claro ¿Por qué es eso no? Estás confundido.

Agarro el prendedor y me levanto del suelo, juego con este entre mis dedos, avergonzado.

—Yo sólo... No puedo comprender por qué sigo teniendo sentimientos por Tyrone. Esto es tan toxico y me duele...

Los gemelos ChannyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora