181. Prioridades del mundo

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Gregor

¿Cómo se controla la calentura? Tener una novia vírgen está difícil ¿Estaré siendo mal novio? ¿Me habré portado mal? Espero que Lía no se enfade de en serio por insistir. La inseguridad es una porquería, pero es que realmente no puedo concentrarme.

—¿Sabes qué? Mejor vuelve a usar pantalón —le digo mientras caminamos por el pasillo.

Mira esas piernas, babie. Y ahora imagina lo que hay debajo...

—¡¡No!! —me revuelvo el cabello.

—¡Perro, deja de hacer eso! —me golpea y me río —¡¿Qué?!

—Tú no entiendes mi dolor —sonrío.

—¿Qué dolor? —levanta una ceja —ni que te hubiera pegado tan fuerte.

Me acerco a su oído.

—El dolor de no saber de que color son tus braguitas.

Se sonroja y se aleja.

—¡Cállate, estúpido!

—Genial, motivo suficiente para hacer esto —la agarro del rostro y la beso, a lo cual me corresponde.

Momento activado ¡Alejate, alejate! Se viene la ola de calor.

—¡Hey! —me golpea otra vez —¡¿Dónde estás tocando?!

Me río.

—Perdón, impulso incorrecto —le guiño el ojo —te compensaré.

Me mira confundida.

—¿Por qué te estás disculpando?

—Ah... ¿No debía disculparme? —se me ha pegado la confusión.

—Gregor —me giro al oír a Tyrone —acompañame —dice seriamente.

Levanto una ceja.

—¿Para qué?

—¡¡Solo acompañame!! —me grita y me sobresalto.

—Ya voy, ahora vuelvo —le digo a Lía que me mira enojada y me aclara lo de siempre, exclamando molesta.

—Perro faldero del gato.

Maldito apodo.

Acompaño a Tyrone y nos detenemos en un pasillo.

—¿Qué pasa? —lo miro raro.

—Lo siento mucho —expresa seriamente e intento entender.

—¿Por qué te estás disculpando? Eso da más miedo que cuando me quieres pegar.

—Prioridades, el mundo no es gratis —aclara y después veo como se retira.

¿De qué está hablando?

—Hola Gregy —me giro visualizando a Adelaine.

Frunzo el ceño.

—¿Y tú qué quieres?

Camina hasta mí contoneando las caderas, apoya sus manos en mis hombros y se acerca a mi rostro.

—No nos vimos en la cena, no te pude decir mi secreto.

—¿Y ese cuál es? —levanto una ceja —. Y aparta, estás irritante —le quito las manos pero se apresura a agarrarme el rostro y besarme —¡¿Pero qué haces?! —me alejo molesto.

—Eso —señala en una dirección y visualizo a mi novia, mientras Linzy está detrás de ella saludando feliz.

¡Es una trampa!

—Lía... —me le acerco pero retrocede.

—No... —sus ojos se humedecen.

—¡Espera, es un malentendido! —grito cuando sale corriendo —¡Lía!

Presiono mis dientes cuando las dos gemelas se ríen, pero antes de que me hierva la sangre de la rabia que siento, salgo corriendo en busca de mi novia. Si es que lo quiere seguir siendo.

Los gemelos ChannyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora