Los gemelos Channy

122. Recobrar los sentidos

Heinz

Dan me ha mentido, no sé cómo se ha enterado de lo de Bruno, pero de un momento a otro estaba yendo a encontrarme con el profesor, al otro con mi hermano y al siguiente Tyrone llega junto con los demás.

El rostro de Bruno se vuelve pálido, mientras que la cara del causante de toda esta locura, se llena de lágrimas.

—Copito... —se acerca rápidamente y lo abraza, mientras que Bruno sólo queda petrificado —¡Copito...! Es Copito...

—¡Ah, sueltame! —reacciona mi hermano comenzando a forcejear —¡No me toques!

—¡Perdóname, Copito! —lo estruja y Bruno sigue intentando zafarse de cualquier manera posible —Copito... —sigue llorando.

—Y el melodrama termina cuando yo hablo —expresa muy tranquilo Dan —. Alguien te mintió Tyrone, deberías reaccionar.

Y cómo el entrometido dice, el morocho se queda tieso, prestando atención a lo que le acaban de decir, entonces recobra sus sentidos y frunce el ceño, apartándose de Bruno, pero su vista de enfado se gira hacia mí.

Ni me da tiempo a reaccionar, que de un momento a otro, su puño impacta con mi cara y caigo al suelo.

—¡Heinz! —grita Noah mientras yo me agarro la nariz por el dolor.

Cuando muevo mi mano, veo la cantidad de sangre que ha salido de mis fosas nasales, manchando esta. Mareado miro a Tyrone que me agarra de la chaqueta y me empuja con fuerza contra la pared.

—¡¡Me mentiste todo este tiempo, te burlaste de desgraciado, esta no te la perdono, lo juro!!

Vale, sí, yo mentí, un poco me lo merezco, pero no es como si hubiera tenido opción. Presiono los dientes molesto y yo también me enfado.

—¡¡No me vengas con estupideces!! —lo empujo y apreto los puños —¡¡Es tu culpa, por ti es que llegamos a estos extremos, tú no eres ningún santo tampoco!! —le recrimino gritando más fuerte.

—¡¡Nunca dije que lo fuera!! —me golpea otra vez y me aturdimiento aumenta.

Intenta golpearme de nuevo y Noah de pone en medio.

—¡No lo lastimes...! —dice ya llorando.

—¡¡Apártate Nenaza, o te golpearé a ti también!! —amenaza.

—¡Dejalo ya, Tyrone! —grita Lía —¡Es suficiente!

—¡¡Nada es... —se detiene cuando se gira a mirarla —¿Y Copito...?

Me sobresalto cuando yo también me doy cuenta de que  mi hermano no está.

—¿Bruno? —miro a todas partes.

—Se fue hace rato —se ríe Dan —ustedes estaban muy concentrados peleándose.

—¡¿Por qué no lo dijiste?! —me acerco hasta él y lo agarro de la chaqueta —¡¿Para dónde se fue?!

—No tengo idea —rueda los ojos —¿Qué te pasa?

—¡Bruno tiene conductas suicidas, imbécil! —lo empujo soltandolo —. Debo encontrarlo rápido... —digo más para mi mismo y salgo corriendo.

Maldita sea, ¿Cómo no me di cuenta? Siempre estoy atento, no puede estar pasandome esto. Todo el plan de mi hermano se acaba de extinguir, eso solo significa que no tiene razones para seguir con vida, ni siquiera espero a que lo viese, eso es peor.

Por favor Bruno, no pienses en una de las tuyas.

Debo encontrarlo o prefiero estar equivocadome. Cualquiera de las dos opciones sirve. Maldición...