Bruno
Hay sangre, la piel se abre, puedes ver la carne acribillada, se está ahogando en su propia sangre, le han cortado el ojo.
—Esto es más falso —apago la televisión decepcionado de la película y me tiro hacia atrás en el sillón —me aburro... —agarro mi celular y llamo a Emma, el número está apagado —¡Algún día carga la batería ¡¿Quieres?! —exclamo enfadado mirando el aparatito.
Como sea, me voy a dormir.
Me levanto y el timbre de la casa suena. Miro a la puerta y luego a las escaleras.
—¡Bruno, fíjate quién es, mamá está durmiendo! —me avisa papá desde su cuarto —¡Nada de revistas a esta hora!
—¡Bueno! —grito respondiendole y voy hasta la puerta —¿Quién es? —nadie contesta —¡No queremos revistas! —abro y levanto mi tenedor.
Quedo tildado visualizando a Tyrone. Tiene vista brillosa de tanto beber y entrecierra sus ojos mirándome.
—¿Qué clase de revistas compras Copito?
—Pues... Las que tienen cómics —me quedo tildado un segundo y reacciono —¡Ah, ese no es el punto! —agito el tenedor —¡¿Qué haces?! ¿Sabes que hora es? ¿no tenías una cena con Adelaine? —ruedo los ojos.
—Demasiadas preguntas —se cae sobre mí.
—¡Ah, estás pesado, me voy caer! —me mantengo en pie a duras penas —maldito borracho.
—¡Copito! —me abraza.
—¡Bruno! ¡¿Por qué tanto ruido?! ¡¿Ya llegó tu hermano?! —grita papá desde el cuarto.
—¡No, es el de la revista que no se quiere ir! —pincho a Tyrone con el tenedor y se aleja —¡Ah ya se fue! —le aviso como si estuviera pasando.
Cierro la puerta pero el pesado entra igual, que irritante.
—Vete de aquí —insisto en tono bajo para que no nos escuchen.
Mira a todos para todos lados, camina como si nada por el living, gira en una puerta y se adentra en mi cuarto.
¡¿Pero que rayos está haciendo?!
Lo sigo y visualizo que levanta del mueble el prendedor en forma copito.
—Ya no lo llevas más en el bolsillo —susurra mirándolo.
—Deja de husmear en mi cuarto y vete —se lo quito volviendolo a poner dónde estaba —¿Qué haces aquí?
Sus ojos grises giran hacia mí y sonríe.
—Pensé que nunca lo preguntarías.
—Te lo pregunté apenas entraste —. No tiene lógica hablar con un borracho.
—Iba a vomitar porque la Nenaza y Eglesfield estaban de corazoncitos, pero por suerte me fui antes de que mi estómago explotara —explica perdido en sus pensamientos de ebrio y lo miro desconcertado.
—Listo, ya me contaste, ahora vete —muevo la mano —tu olor a borracho me está ahogando y se supone que me estaba yendo a dormir.
—Pues duerme, ¿Qué te detiene? —me mira indiferente de la situación.
—¿Es una broma? ¡Tú! —lo señalo con el tenedor y me lo quita —¡Oye!
—¿Me cambias por Cabeza de antorcha? Seguro que hay mejores pretendientes que ese —mira el cubierto entrecerrando los ojos.
—¡Eso no te incumbe! —se lo saco apoyandolo sobre el mueble.
—¿Desde ahora hay que llamarte Tenedor? —se ríe —yo creo que Copito suena mejor.
—Ve y dale un apodo a tu prometida y ya vete —intento empujarlo para que se vaya —mejor ignorame como se supone que lo estabas haciendo ¿Por qué estás aquí? —repito mientras insisto en sacarlo de mi habitación.
—Porque te extrañe —se gira y me abraza.
Mi corazón se acelera pero luego reacciono.
—Deja tus bobadas y ya vete —vuelvo a insistir —mi papá te va a oír... —une sus labios con los míos y me quedo tildado —¡Ay, estúpido! —le empujo la cara mientras mis mejillas arden.
Hace calor.
De repente me hace retroceder y caemos sobre mi cama. Tironea de mi remera para besarme el cuello, siento el tacto de sus labios sobre mi piel y cierro los ojos por acto reflejo. Noto sus manos bajo mi remera cuando los abro, que excitante.
¡Reacciona estúpido!
—Tyrone... —respiro agitado pero alcanzo a decir cuando su mano ya está en mi pantalón —¿Tyrone? —digo cuando me doy cuenta y frunzo el ceño —¡No bromees, te has dormido! —expreso al darme de su respiración que comienza a roncar.
Maldición, adiós a mis fantasías sexuales.
Me remuevo debajo del dormido Tyrone y consigo salir de su agarre con dificultad.
—¡Uf! Que pesa...
Lo miro de refilón. Si actuará como antes, este sería el momento perfecto para vengarse.
"Quiero mostrarte mi vergüenza... Esta es mi cobardía, esta es mi culpa."
Cuando no puedes sacarte algo de la cabeza, es estresante. Alzo mi mano en su remera, muevo la tela de esta, descubriendo su espalda. Mis ojos se abren en grande, visualizando lo que no es una cicatriz, sino una herida reciente de azotes. Me cubro la boca con la mano, sorprendido.
—¿Por qué?
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Los gemelos Channy
Historia CortaNoah sufre de constantes abusos por ser algo afeminado. Lía es invisible para el chico que le gusta por ser algo masculina. Noah al borde de las lágrimas, termina pidiéndole auxilio a su hermana. Lía decide deshacerse de los acosadores de su gemelo...