225. Mis defectos

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Tyrone

Lo malo de subir a un árbol después de que ha llovido, es que es más difícil escalarlo. No, lo peor es, que lo que estoy buscando es el maldito tenedor que representa a ese pelirrojo. Si me comparo con él, yo soy el villano y él es el superhéroe. Ni siquiera debería estar buscando este cubierto, se supone que yo mismo lo tire.

—Lo tengo —sonrío cuando lo agarro y luego me preparo para bajar. Una vez en el suelo, se lo alcanzo —aquí tienes.

—¿Y esperás un gracias? —exclama frunciendo el ceño pero sonrojado.

—Bonito rubor, pero ya me voy.

—¿Qué? ¿Así nada más? —me sigue con la vista.

—Mi orgullo está herido, así que es mejor que me vaya con dignidad, antes de que me enfade por rebajarme a buscar algo de Cabeza de Antorcha.

—Tu imaginación es demasiado fantasiosa —me giro a mirarlo cuando dice aquello —. Nunca hubo, ni hay, ni jamás habrá nada con Emma. Es mi mejor amigo, tú te inventaste sólo esa relación —sonríe —yo nada más te seguí el juego, porque me encanta verte sufrir.

Entrecierro los ojos.

—¿Y me lo cuentas por qué...?

—Porque tus celos te hacen ver patético y estoy cansado de tu incesante discurso de "odio a Emma", él no merece que lo trates así, es una buena persona. Es más, incluso está de tu lado, y no debería. Esa es la clase de persona que es, deberías aprender un poco más de él.

—Ay sí, me voy a teñir de pelirrojo y voy a decir que amo a todo el mundo —exclamo con sarcasmo y luego frunzo el ceño —perdóname por no ser tan perfecto.

—¡Ay eres un idiota, no entiendes nada! —me grita furioso.

—¿Sabes cual es tu problema?

—¿Mi problema? Tú tienes uno, te falta cerebro ¡Ve a operartelo!

—No, yo no necesito operarme nada —camino hasta él pero retrocede, así que lo agarro de la muñeca —te diré cual es tu problema, me atacas diciéndome mis defectos, pero en realidad esos son los que te atraen de mí.

—¡No es verdad! —se sonroja, alarmandose.

—No finjas, Copito —lo atraigo hasta mi cuerpo —. Te encantan mi celos, te gusta que sea posesivo y sobre todo —susurro en su oigo y se queda quieto —deseas mucho que te domine —sonrío —. Por eso me provocas una y otra vez.

Los gemelos ChannyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora