S U M E R G I D A

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"Christopher y yo nos vamos a casar."

"Christopher y yo nos vamos a casar."

"Christopher y yo nos vamos a casar."

Aquellas simples palabras habían logrado robarme el aliento. No podía dejar de pensar en ello. Me removí en mi cama, incómoda. Me había pasado todo el día aquí, encerrada. Tal vez caí en algo llamado depresión. No tengo apetito y me siento muy débil.

Flashback:

Aquella chica había dicho que se iban a casar. Fue como si me mojaran con un balde de agua fría.

—¿Eso... es cierto, Christopher? —lo miré a los ojos, dolida.

Este me miraba pasmado.

—¡Claro que no, Grace! —contestó inmediatamente —. Y-Yo...

—¿Ahora me vas a negar, amor? —ronroneó la joven.

Lo sabía. Era demasiado perfecto para ser verdad. ¿Cómo pude ser tan estúpida? ¿Cómo pude considerar el querer enamorarme perdidamente de él?

—Es increíble —murmuré, riendo sin ganas. Me sequé unas lágrimas con mis manos bruscamente.

—¡Grace, déjame explicarte! —insistió Christopher, ansioso. Se veía preocupado.

—¡Ni te molestes! —respondí, dando unos pasos hacia atrás, queriendo alejarme de él.

—Por favor, Grace —siguió, acercándose a mí y tomándome de la muñeca impidiendo que me fuera —. No es lo que parece.

—¡No la toques, imbécil! —intervino mi primo, Ray, poniéndose entre nosotros haciendo que el rubio me soltara.

—Por favor, hablemos —me miró, suplicante.

—Aléjate de mí, no quiero volver a verte jamás —se me rompió la voz al final.

Mentiras... Nada de lo que estaba diciendo era verdad. Yo lo quería a él... y mucho. Pero me dolía lo que había hecho. Sólo quería estar junto a Christopher, que ésto nunca hubiera sucedido, que todo se tratara de una pesadilla.

Salí casi corriendo de la cafetería, dejando atrás a Raymond. Quería a evitar a las personas a toda costa. Luego mi primo me exigiría una explicación sobre lo sucedido, pero dependería de mí el decirle o no, únicamente.

Fin flashback.

¿Qué habrá hecho Ray? Espero que no haya sido un error el haberlo dejado allá en la cafetería. No quiero que golpee a Christopher, ni nada por el estilo. ¡O incluso que lo interrogue! Es lo que menos necesito ahora, más problemas.

Puse un brazo sobre mis ojos, dejándome hundir en mi colchón, boca arriba.

Ojalá la tierra pudiera tragarme y escupirme en un lugar muy lejos... Tal vez en el pasado, cuando era pequeña y nada me preocupaba.

[...]

NARRADOR OMNISCIENTE:

Grace había salido de la cafetería con la mirada al suelo, dejando a Raymond, Christopher y a aquella chica de ojos de un color muy peculiar, juntos.

El rubio iba a seguirla de no haber sido porque el pelirrojo, Raymond, lo detuvo bruscamente, poniendo una mano sobre su hombro.

—Ni te atrevas a seguirla, cabrón —escupió, con rabia retenida en su voz. No le importaba quién era ésta persona, para nada, lo único que él podía ver es que había hecho llorar a su prima y eso no se lo personaría a nadie, nunca.