NARRA OWEN:
Alik y Sean se encontraban a mi alrededor, jugando conmigo cual tiburones con su presa.
De pronto, alguien más entró a la habitación, era un chico el cual no había visto nunca.
—Está hecho, Alik —soltó, ladeando una retorcida sonrisa. Se dispuso a marcharse, sin embargo antes de hacerlo se detuvo en el marco de la puerta —, y me debes cinco dólares —canturreó, para después salir.
—Imbécil —murmuró éste —. Al parecer tu novio vino a rescatarte, Owen —habló Alik, después de unos segundos, a la vez que caminaba hacia mí y me mostraba su blanca dentadura, curvando sus comisuras hacia arriba.
Y sólo bastaron esas palabras para que una alarma se encendiera en mi cabeza.
«¿Ethan? ¿Ethan vino por mí?»
Alik soltó una carcajada.
—Lástima que no viniera solo —susurró esto último.
—¿De qué hablas? —pregunté, en un hilo de voz.
—James dejó una nota en tu casa donde estipulaba nuestra ubicación junto a unas indicaciones que Ethan debía de acatar y una de ellas era el que él viniera solo, si quería recuperarte; sin involucrar a nadie más.
—Él... —traté de articular.
—El punto es que Ethan no vino solo —me interrumpió Alik —. La ubicación que le brindó James en aquella nota a Ethan no era la correcta —explicó —. Lo dirigimos hacia un barco abandonado. Si venía solo, lo dejaríamos marchar con nuestra verdadera localización, de no ser así, James no le permitiría irse... vivo.
—Sólo era una prueba para ver qué tantas agallas tenía ese hijo de perra —agregó Sean en un susurro —. Es un estúpido —rio.
Negué con la cabeza, sacando conclusiones en mi cabeza. Comencé a removerme violentamente en la silla, en un inútil intento de liberarme.
El pelinegro vino por mí, pero había venido con compañía.
Ethan no podía estar muerto. No podía.
—Como podrás ya haberte dado cuenta, linda —prosiguió Sean —, el imbécil de tu novio está muerto.
Un sollozo se escapó de mi garganta y, cuando menos me había dado cuenta, ya tenía lágrimas bajando por mis mejillas cual cascadas.
—¡NO! —bramé, incrédula; incapaz de creer que algo como eso pudiera ser posible.
Los monstruos frente a mí se burlaron, mientras yo deliraba con mis pensamientos.
«¿Es verdad lo que dicen? ¿Por qué debería de creerles?»
«¿Ethan de verdad está muerto? ¡No! ¡No puede ser cierto!»
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S U M E R G I D A
Teen Fiction¿Creen conocer todos los misterios de nuestro mundo? Permítanme decirles, con su debido respeto, lo rotundamente equivocados que están. Adéntrense en este relato, únicamente aquellos que de su ignorancia deseen salir. Descubran cómo dos especies, n...