NARRA GRACE:
—Señorita Grace, ¿usted confía en mí? —preguntó Clara, viéndome firmemente.
—Sí —solté, algo dubitativa.
—Bien —respondió, acercándose a mí hasta quedar frente a frente —. Entonces guardará silencio y hará lo que le indique, ¿de acuerdo? —comenzó a vendarme los ojos con la tela, no permitiéndome ver nada más.
¿Qué estaba pasando? ¿Por qué la señora Clara actuaba tan raro? ¿De qué diantres se trataba todo esto?
A estas alturas soy capaz de creer en cualquier cosa. Sin embargo, debía de confiar en ella. No me haría nada malo, ¿o sí?
***
NARRA OWEN:
Mako me presentó a varias personas. Me sorprendió el hecho de que los chicos del gimnasio hubiesen asistido también, incluso Jess; pero no veía al albino por ninguna parte.
—¿Dónde está Wells? —le pregunté a Mako, muerta de la curiosidad, sin embargo tratando a la vez de no sonar muy consternada.
Sé que él y yo no quedamos en buenos términos. La última vez que lo vi fue cuando me confesó que me amaba, en el hospital. No lo he vuelto a ver desde entonces.
Mako sonrió de lado.
—Hasta que por fin haces la pregunta —replicó, plantándose frente a mí —. Dijo que llegaría un poco tarde. Ya sabes. Lo requieren en el hospital casi todo el tiempo —elevó sus hombros, en señal de que no se podía hacer nada.
—¿Sigue trabajando en su condición? —inquirí, estupefacta.
—Claro —me dedicó una mirada como si estuviese loca por siquiera preguntar —. Tiburoncín, nosotros nos curamos unas mil veces más rápido que los humanos. No te negaré que Wells aún requiere algo de reposo, sin embargo... ya lo conoces.
Me limité a permanecer en silencio, pensativa.
Entonces, Mako me llamó:
—Hey...
Volteé a verlo a la cara, puesto que durante estos segundos había mantenido mi cabeza gacha, con mis pensamientos en otro lugar.
—Él estará bien —quiso reconfortarme, asintiendo con la cabeza.
Me consta que Mako no tiene ni idea de lo que ocurrió entre el albino y yo, pero esas palabras de su parte me llegaron.
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S U M E R G I D A
Teen Fiction¿Creen conocer todos los misterios de nuestro mundo? Permítanme decirles, con su debido respeto, lo rotundamente equivocados que están. Adéntrense en este relato, únicamente aquellos que de su ignorancia deseen salir. Descubran cómo dos especies, n...