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A d v e r t e n c i a  (que todos ignoramos) - Escenas [+18] Ni para tanto

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A d v e r t e n c i a  (que todos ignoramos) - Escenas [+18] Ni para tanto. ¡Gracias por leer! ¡Disfruten!

***

NARRADOR OMNISCIENTE:

—Grace —habló Chris, acercándose a la joven y poniendo su cálida mano en su espalda desnuda —. Iré unos minutos con mi padre, parece que tiene algo que decirme en privado. Juro no demorarme —le sonrió levemente, viendo a lo lejos a su progenitor, quien le devolvía la mirada, con un semblante serio y frío.

—Está bien —respondió Grace, sonriéndole al rubio. 

Sabía que lo que se aproximaba no sería nada bueno, lo presentía. 

Ellos dos juntos, era peligroso. 

El padre de Chris le ha levantado la mano en varias ocasiones, todo por desobedecer sus deseos de que no se casara con ella: una humana. 

No podía evitar sentirse angustiada. 

Sabía que Christopher se contenía al suceder escenas como esas, en las que su padre lo maltrataba físicamente, llegando a los puños. Si fuera por el rubio, quien le equiparaba de fuerza a su padre, podría defenderse sin problemas. Pero era el respeto, el poco respeto que aún le tenía a su padre el que le impedía hacer tal cosa.

—Chris, espera —se apresuró a alcanzarlo antes de que fuera junto a ese señor, tomándolo de la muñeca. 

El rubio volteó a observar a la joven, quien mantenía una expresión consternada en el rostro.

Christopher sonrió.

—Hey, va a estar bien —le aseguró, acariciando la mejilla de Grace con delicadeza —. Arreglaremos esto de una vez por todas.

Sí —asintió la joven, tratando de creerle. 

***

Owen no sabía cuánto tiempo llevaba exactamente tirada en aquella cama de la habitación, sollozando silenciosamente. Probablemente unos quince minutos.

Hubo un momento en el que le dio frío, puesto que la habitación tenía un pequeño balcón, cuyas puertas se encontraban abiertas, y por él entraba la fría brisa, por lo que tuvo que acomodarse debajo de las cobijas.

Las largas cortinas se meneaban por el viento, danzando armoniosamente. La joven juraba escuchar las olas de la costa desde la habitación donde se encontraba. 

Owen se cubrió el cuerpo entero, inclusive la cabeza, quedando en oscuridad total. No quería saber nada. Sólo... deseaba dormir, y tal vez nunca despertar. 

Sí... muchas veces había anhelado ese ferviente deseo.

Quería desvanecerse. Desaparecer. Olvidarse de todo.

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