NARRA GRACE:— ¿Lista? —pregunta Owen, viendo mi estado físico y guardando el bloqueador solar en su bolsa deportiva.
El camino de la casa de Owen al hotel se sintió como si me llevaran a un matadero. Estoy muy nerviosa y me tiemblan un poco las manos.
— Eso creo. —sonrío, o al menos traté porque creo que solo se formó una mueca.
Veo mi vestimenta nuevamente: un traje de baño de dos piezas amarillo con puntos anaranjados que no deja nada a la imaginación, que por cierto conseguí a última hora ya que no tenía uno porque evidentemente no soy una persona que le guste nadar; luego veo el de Owen, ella viste un traje de baño de una sola pieza pero glamouroso, color verde esmeralda claro con flores hawaianas color negro.
Aplico protector solar finalmente en mi cara, en la frente, mejillas, nariz, barbilla... mientras que me preparo psicológicamente para lo que viene.
— Luces muy pálida. —me anima, nótese el sarcasmo.
— ¿De verdad? —pongo los ojos en blanco, volviendo mi vista a la piscina, observando a los chicos quienes ayudan a las demás personas que tomarán la clase, que al parecer son todos jóvenes, a calentar para evitar calambres.
— Oye, lo harás bien, ya verás. —dice, poniendo una mano en mi hombro desnudo. — Vamos a divertirnos. —sonríe, acercándose a la piscina, dejándome atrás.
Era tiempo de tomar mi primera clase de natación del verano, esto será muy agobiante.
[...]
Al terminar todos juntos de calentar un chico empieza a dividir en pequeños grupos a las personas para asignarles un instructor.
— Entonces... Eddy encárgate de este grupo. —dijo el chico, pensativo, señalando a un grupo de unas cuatro personas a un lado mío y de Owen.
El otro asintió y se llevó a aquel grupo de jóvenes a la piscina en orden.
El chico, quien evidentemente tenía un don para ser un gran líder, fue dividiendo así en grupos y asignando un instructor a cada uno de ellos hasta que quedaron unas dos personas más, Owen y yo.
— Bien, ustedes vienen conmigo. —dijo finalmente, estudiando con la mirada a nuestro pequeño grupo.
Todos asentimos y lo seguimos a la piscina. Owen y las otras dos personas que estaban junto a nosotras se empezaron a quitar las sandalias y bajaron lentamente las escaleras de la piscina acostumbrándose a la temperatura del agua.
El nivel no era profundo, vi a Owen y el agua le llegaba hasta el ombligo estando de pie.
Empecé a quitarme mis sandalias, observando con recelo las ondas del agua de la piscina. Me sujete del barandal cromado y di el primer paso, descendiendo por las escaleras.
«No está fría» pensé.
— ¿Necesitas ayuda? —me preguntó de sorpresa aquél chico.
Pero antes de que pudiera responderle Owen le contesta: — Si, verás, mi amiga necesita especial atención, ella y el agua son enemigos naturales, casi desde nacimiento.
Le dedico una mirada de odio y ella se encoge de hombros sonriendo inocente.
— Entiendo. —responde el chico para mi sorpresa. — Disculpen, ¿les molestaría ir con mi mejor amigo Eddy? él será su instructor en mi lugar. —dijo, dirigiéndose a las chicas que estaban en nuestro grupo y a Owen.
Las chicas empezaron a salir de la piscina para rodearla e ir con el tal Eddy, un chico algo moreno de cabello oscuro y ojos de un increíble color verde.
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S U M E R G I D A
Novela Juvenil¿Creen conocer todos los misterios de nuestro mundo? Permítanme decirles, con su debido respeto, lo rotundamente equivocados que están. Adéntrense en este relato, únicamente aquellos que de su ignorancia deseen salir. Descubran cómo dos especies, n...