S U M E R G I D A

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NARRA GRACE:

Seguía un poco conmocionada por la noticia de Raymond. Aunque pasara lo que pasara él seguiría siendo mi primo; nada cambiaría. Sin embargo sí me entristeció el darme cuenta de que Ray nunca se sintió como parte de la familia. No tenía ni idea de los verdaderos sentimientos de mi primo, y ahora que se ha abierto a mí, diciéndome algo tan importante, debo de ayudarlo.

Él jamás fue abierto conmigo. Nunca demostró fácilmente sus sentimientos. Raymond es un chico fuerte, inteligente e independiente, mas necesita en ocasiones de un pilar en el que apoyarse. Y yo quiero darle a conocer a él que seré ese pilar, todas las ocasiones que él lo requiera así.

Por otro lado, Christopher me ha mandado varios mensajes, los cuales no dudo en responder. Habíamos acordado que él seguiría peleando porque no hubiera boda con aquella chica de la última vez. Me dejó muy en claro que él me ama a mí, y que esa boda arreglada no es más mas que eso, algo que organizaron sus padres, y sin su consentimiento.  

Me pregunto cuándo Christopher me presentará a sus padres. ¿Llegaré a conocerlos? ¿Me aceptarían? ¿¡Por qué rayos me estoy poniendo tan nerviosa!?

Negué con la cabeza inconscientemente, alejando aquellos pensamientos.

—¿Y ahora en qué estás pensando? —me interrumpió Owen.

—¡E-En nada! —me apresuré a contestar, seguramente ruborizada.

—¿Piensas en Christopher? —soltó una risa apenas audible, llevándose su café a los labios.

—¿Qué no deberías de estar en tu casa encerrada? —traté de cambiar el tema.

Pero ésto último sí era cierto. Owen se escapó de casa aprovechando que sus padres saldrían por un rato.

—Sí... Pero, tú fuiste la que dijo que tenía algo muy importante que contarme y que requerías de mi consejo —me lanzó una mirada de "¿y ahora qué dices a eso?".

—Pues... sí, pero no quiero que te castiguen por mi culpa.

—No lo harán, volveré antes de que lleguen, tranquila —rodó los ojos.

Le había contado a Owen todo lo sucedido con Ray. Sé que tal vez sea algo personal, pero ahora mismo no sé qué hacer para acercarme a mi primo, y probablemente Owen tenga algún consejo útil.  

—Jamás creí que Ray pudiera ser adoptado —negó con la cabeza mi amiga, incrédula —. Creo que el que tenía más probabilidad de ser adoptado en tu familia era Dylan. 

Quiso decirlo como algo gracioso, sin embargo seguía pensando en cómo debía de sentirse Ray en éste momento.

Escuché a Owen suspirar.

—Mira... Entiendo que estés preocupada por lo que Ray esté sintiendo, pero trata de pensar más bien en el porqué cree él que no pertenece a la familia. En el porqué siente que no encaja —dijo, con su semblante serio.

—No lo sé, es decir, jamás creí que Raymond podría sentirse de esa manera, ¡me acabo de enterar de ésto, por Dios! —me dejé caer en el respaldo del asiento, abruptamente.

Nos encontrábamos en la cafetería. 

Y a pesar de frecuentar así el café nunca me hacen ningún descuento o siquiera me reconocen los empleados. 

—Creo que ahora más que nunca debes de estar con él —Owen se dejó caer en el respaldo, al igual que yo, pero con cuidado y con su café en mano —. Pregúntale qué es lo que piensa de todo ésto. Hazle saber que no importa qué ocurra tú siempre estarás ahí para él.