NARRADOR OMNISCIENTE:
"No vayas a la superficie, es peligroso."
"No desobedezcas a tu padre."
"Serás el próximo Rey del Mar, compórtate como tal."
Christopher no podía sacarse esas palabras y advertencias de parte de sus padres de la cabeza.
Estaba hastiado, completamente harto de todo esto: de su vida.
¿Que sólo nació para complacer a sus padres? ¿Sólo nació para mandar? ¿Para ser Rey? ¿No tenía derecho a decidir también lo que quería hacer con su vida?
No tenía ni quince años y ya tenía toda la vida hecha. Todo un camino planeado, el cuál seguir al pie de la letra.
Su destino estaba escrito desde el día en que nació, aunque se atrevería a decir que hasta mucho antes.
No tenía voz. Sus opiniones no eran escuchadas y no eran importantes.
Así que ese día decidió tomar un camino diferente. Pensaba huir, abandonar a su padres y el destino que le habían dibujado.
Ese era el plan.
Hasta que la vió.
Iría a la superficie, y viviría como un humano, haciéndose valer por sí mismo.
"No vayas a la superficie, es peligroso."
Pero, antes de poder llegar a tierra, vislumbró algo a lo lejos.
Sintió pavor, miedo, vértigo. Su cuerpo entero se congeló. Simplemente quedó pasmado, no pudo moverse. Y tampoco se permitió quitarle los ojos de encima a aquella cosa a unos metros frente a él.
Trataba de buscarle la forma, pero por más que lo intentó no pudo compararlo con ningún animal que hubiese visto antes.
Temió que fuera un tiburón, o un buceador.
Aún hasta la fecha, no sabe de dónde sacó la valentía para acercarse a aquella cosa, que se mecía conforme a la corriente, sumergida en el agua, solamente... flotando.
Se acercó, hasta poder hallarle forma. Y fue allí, cuando lo supo.
Era una humana. Sólo una niña humana.
Estaba seguro de ello, puesto que si se tratara de un tritón se hubiese transformado por estar en el agua.
Christopher nadó hacia ella y tomó una de sus quietas manos.
La pequeña tenía sus ojos cerrados. Estaba inconsciente.
Sus castaños cabellos se mecían conforme a la corriente, al igual que su ropa.
El rubio volteó hacia arriba de ellos, a la superficie. A lo lejos, pudo ver un anaranjado chaleco salvavidas.
Evidentemente era muy grande para ella. Debió haberlo tenido puesto al entrar al agua, pero seguramente se le salió porque su cuerpo era muy pequeño.
Christopher la observó. Miró sus oscuras y largas pestañas, sus pálidos labios, que debieron de haber sido rosas hacía unos minutos, su nariz respingada, su apacigua expresión en el rostro y su diminuto cuerpo.
"Es un ángel."
¿Cómo era posible que ella se hubiese robado su corazón en menos de una milésima de segundo?
Temió que la niña estuviese muerta. No podía escuchar los latidos de su corazón.
Chris se acercó más a ella, recargando un lado de su cabeza contra el pecho de la joven.
¿Cuánto tiempo llevaba aquí abajo?
Las posibilidades de que estuviese con vida... eran nulas.
Era imposible que...
Y en eso, Christopher abrió los ojos de par en par.
Estaba viva.
La pequeña... estaba viva. El rubio pudo escuchar unos débiles latidos, y eso fue suficiente.
Chris tomó una decisión ese día.
La marcó, tomando una de sus pequeñas piernas. Su nariz rozó su suave piel, y fue allí cuando la mordió. Unos finos hilos de sangre brotaron de la pierna de la joven en seguida. Chris depositó un beso en su marca, y tomándo a la joven de la cintura nadó rápidamente a la superficie.
Nadó hacia la playa y la recostó sobre la arena, obligándose a desaparecer en cuanto oyó a humanos acercándose.
Ella iba a estar bien.
Lo sabía.
Porque era fuerte, y él estaría allí para protegerla.
Su amada. Su ángel.
Su Reina.
* * * * * * * * * *
¡Hola!
¡Ya está disponible la segunda parte! Pueden buscarla en mi perfil.
Se llama "S U M E R G I D A : O r í g e n e s".
Sé que la portada está horrenda, (yo la hice :p)
Sólo es por mientras que consigo hacer algo mejor o convenzo a mi hermana de hacerme una.
Debo decir que la novela estará ambientada en muchos años antes de que nacieran Grace y Chis. Relataré la historia del padre del rubio, la abuela de Grace, cómo es que se conocieron, al igual que los padres de Mako e Ethan.
Son los orígenes.
Fue un placer haber escrito esto y que ustedes me leyeran y me acompañaran hasta acá. Muchas gracias. Espero y puedan seguir apoyándome con la siguiente parte.
¡Nos leemos! ¡Hasta luego!
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S U M E R G I D A
Подростковая литература¿Creen conocer todos los misterios de nuestro mundo? Permítanme decirles, con su debido respeto, lo rotundamente equivocados que están. Adéntrense en este relato, únicamente aquellos que de su ignorancia deseen salir. Descubran cómo dos especies, n...