No leas éste LoveYou2ForEver. ¡Hola mis lectoras! ¡Gracias por estar conmigo! ¡Disfruten!
NARRA GRACE:
—¡Christopher! ¿¡A dónde vamos!? ¿¡Qué haces!? —le grité al rubio, al mismo tiempo en que corríamos juntos, con él llevándome de la muñeca sin que pudiera poner resistencia.
No me contestaba y eso me inquietaba aún más.
Repentinamente comenzó a hacer frío. Era verano, no se supone que el clima sea así. Unas heladas ráfagas de viento impactaron contra mi cuerpo e hicieron mover las hojas de los arbustos y sombrillas de locales cerca de nosotros, llamando así la atención de todas las personas.
El cielo se tornó gris, completamente nublado.
Mi corazón empezó a latir más de prisa y algo me decía que Christopher estaba relacionado con todo lo que sucedía.
—¡Christopher!
En ese momento nos detuvimos, justo frente a aquel yate en el cual subimos en mi cumpleaños.
—Christopher... ¿Qué haces? —le pregunté, impaciente. Éste me jaló de la muñeca, haciendo que entrara al barco junto a él, al instante de estar allí parados, juntos, me soltó, dirigiéndose a la cabina del yate.
—¿Christopher? —susurré, siguiéndole con la mirada, muy confundida.
[...]
NARRA OWEN:
—Esto es un infierno —susurré para mí misma, en la comodidad de mi cama.
¡Estaba enferma! ¡Tenía fiebre!
¡Me sentía terrible! ¡Era de lo peor! Yo no suelo enfermarme y si lo hago son unas dos veces al año, cuando mucho. Y cabe destacar que cuando me enfermo, me enfermo pero BIEN, en todo el sentido de la palabra: no puedo ni caminar, y debo de estar en cama todo el día.
Muero de vergüenza al recordar lo que sucedió ayer. ¡Qué pena! ¡Ethan es un... un estúpido! Aunque claro... ¿Por qué le hecho toda la culpa a él si lo que sucedió se debió a mi idiotez?
Flashback:
«Tus sesiones con Jess han terminado» las palabras del pelinegro resonaban en mi cabeza.
«A partir de hoy entrenas conmigo»
¿De verdad estaba lista para entrenar junto a él? Bueno, si él lo decía tenía que estarlo, ¿no?
Me acerqué a Ethan, sintiendo la mirada de todos los chicos en el gimnasio quemarme la nuca.
El pelinegro me dio la cara, e inspeccionándome de cuerpo completo comenzó a hablar:
—Empezaremos a trabajar con tu resistencia.
—Mi... ¿Mi resistencia? —fruncí el ceño.
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S U M E R G I D A
Teen Fiction¿Creen conocer todos los misterios de nuestro mundo? Permítanme decirles, con su debido respeto, lo rotundamente equivocados que están. Adéntrense en este relato, únicamente aquellos que de su ignorancia deseen salir. Descubran cómo dos especies, n...