NARRA OWEN:
Me coloqué frente a Ethan, dedicándole una mirada cargada de odio puro, haciéndole saber que por más difícil que me pusiera las cosas haría lo que me pidiera, ya fuera pelear con Jess o lo que sea; todo porque me entrenara. Todo por volverme más fuerte.
Estaba por subir al ring cuando un chico —uno que me habló después de Mako cuando apenas llegué aquí— me interrumpió, poniendo su brazo frente a mí impidiéndome así el paso.
—Quítate los tennis.
Sin decir nada le obedecí, retirándome éstos con los mismos pies y pateándolos un poco lejos.
El chico asintió y me abrió el paso, levantando las cuerdas del cuadrilátero para que me agachara y pasara.
—¿Por qué deben de pelear allí? —bramó Wells levemente enfadado, dirigiéndose a Ethan —Que peleen en la lona —sugirió, señalando con el mentón hacia ésta.
Parecía preocupado, nervioso, pero obviamente no más que yo.
Tal vez me tenga lástima.
¿Cuál era la diferencia de pelear allí o en el ring?
—Bien —contestó Ethan, restándole importancia.
—Déjame ser el árbitro —insistía el alto. Algo me intuía que todo lo que hacía era por mi bien o para que resultara menos afectada.
—¡Demonio, Wells! —se quejó Mako —. ¿¡De casualidad no quieres ser también la chica del ring!? —se burló, recibiendo un golpe en la cabeza por parte de Jess.
¿Chica del ring? ¿Se refiere a las mujeres que suben al cuadrilátero con el número del round?
—Está bien —respondió Ethan sin más, parecía no importarle esas cosas, me pregunto si estará ansioso por ver la paliza que me dará mi contrincante.
Nos acercamos a la lona, donde una vez allí me puse de pie sobre éste, haciéndole frente a Jess.
—Serán tres rondas... —continuó el pelinegro —...y el tiempo será el mismo de siempre, tres minutos por ronda, con uno de descanso entre cada una.
Observé a Wells de reojo, quien no parecía conforme con lo que acababa de escuchar.
—¡Vamos, Ethan! ¡No durará ni cinco segundos consciente! —vociferó el estúpido de Mako.
—Todo tuyo —murmuró el pelinegro para el alto.
—De acuerdo —susurró Wells, plantándose entre Jess y yo —. Ya escucharon, ¿no? Serán tres rounds, de tres minutos cada una, y habrá descanso de un minuto entre ronda —parecía hablarme más bien a mí, asegurándose de que entendiera todo.
Asentí con nerviosismo, viendo a Jess disimuladamente, quien no dejaba de matarme con la pura mirada.
—Bien... Primer round —puso su brazo entre nosotras, viéndome de soslayo —. ¡Empiecen! —inmediatamente que dijo aquello bajó su brazo, dando unos pasos hacia atrás con rapidez, saliendo así de la lona, pero sin retirar su mirada sobre mí y Jess.
Los gritos de los chicos no se hicieron esperar. En cuanto inició la pelea empezaron a animar a mi contrincante, sin embargo a pesar de todo el ruido que había a mi alrededor, no podía escuchar o concentrarme en otra cosa que no fuera Jess. Pareció ser un momento de aturdimiento, porque de un momento para el otro todos mis sentidos parecieron irse para luego regresar pero más agudos.
La chica de trenzas de boxeador y yo nos lanzábamos miradas de odio, por lo menos así era de su parte, porque yo solo deseaba salir viva de esto.
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S U M E R G I D A
Dla nastolatków¿Creen conocer todos los misterios de nuestro mundo? Permítanme decirles, con su debido respeto, lo rotundamente equivocados que están. Adéntrense en este relato, únicamente aquellos que de su ignorancia deseen salir. Descubran cómo dos especies, n...